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Los mejores solos de Slash: 20 momentos icónicos del guitarrista de Guns N’ Roses

Los mejores solos de Slash son icónicos sin esfuerzo en todos los sentidos, con el guitarrista de Guns N’ Roses demostrando ser el último en una raza moribunda de leyendas del rock.

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Slash
Foto: Robert Knight Archive/Redferns

Sencillamente icónico en todos los aspectos posibles, la leyenda del rocanrol que conocemos como Slash ha estado en la estratósfera de los “dioses de la guitarra” desde que el mundo abrió los ojos para encontrarse con los primeros acordes de “Welcome To The Jungle”, de la revolucionaria obra maestra de Guns N’ Roses, Apetite For Destruction, lanzado en julio de 1987. Su impactante imagen de cabellos muy negros y rizados coronados por su característico sombrero de copa y con su Gibson sunburst con el tahalí holgado inició un romance entre los fanáticos y los críticos de los medios de todo el mundo, quienes aclamaban a Slash como uno de los últimos grandes piratas del rocanrol de su generación.

De nombre Saul Hudson, nacido el 23 de julio de 1965, hijo de Ola Hudson (una diseñadora  afroamericana que trabajó para personalidades como Ringo Starr, John Lennon y David Bowie) y de Anthony Hudson (cuya carrera como artista lo llevó a diseñar carátulas de álbumes para grandes artistas como Neil Young y Joni Mitchell), a los cinco años, Saul se mudó de su casa en Stoke-on-Trent, Inglaterra a Los Ángeles. No le fue fácil dar con un pasatiempo favorito, intentó practicar varias actividades, incluso competencias de bicicletas BMX, antes de descubrir su pasión por la guitarra.

Escucha los mejores solos de Slash en Spotify.

Parecía inevitable que, desde joven, Saul encontrara su destino dentro del turbulento mundo del rocanrol. Las profesiones de sus padres y la exposición a sus eclécticos gustos musicales le aseguraban una vasta biblioteca musical en casa y, a los 14 años, Saul rasgueaba las cuerdas de su guitarra al compás de los sonidos crujientes de los discos y practicaba hasta por 12 horas al día, según se sabe.

Saul se unió a su primera banda, Tidus Sloan, en 1981, aunque no tenían vocalista – ni mucha popularidad. Después estuvo una temporada con Road Crew, antes de unirse a Hollywood Rose, donde cosechó los primeros frutos de su colaboración con el vocalista William Bruce Rose, también conocido como Axl Rose. Posteriormente, estrenaría su icónica imagen pública, Saul se presentaría al mundo simplemente como “Slash”, el enigmático guitarrista que rompería con la brillantina y el alambre de púas de la escena del glam rock de finales de la década del los 80.

Un año después, junto con Axl, el guitarrista Izzy Stradlin, el bajista Duff McKagan y el guitarrista Steven Adler, emergería de las alcantarillas de la Sunset Strip como parte de una banda local conocida simplemente como Guns N’ Roses. El EP autoproducido de GNR, Live ?!*@ Like A Suicide, atractivo para la escena underground  de finales de la década de los 80, tuvo gran impacto en 1986 y las ventas excedieron las 10,000 copias. El destino de la banda se había escrito en piedra cuando firmaron un contrato mundial con Geffen Records, quien reeditó el EP en preparación para el legendario álbum debut de Guns.

Rápidamente se convirtió en uno de los guitarristas más importantes en las escenas del rock pesado, el underground y la música alternativa en Estados Unidos. El Estilo de interpretación de Slash era una bocanada aire fresco entre la gran cantidad de guitarras comprimidas y rígidas que abundaban, gracias a la popularidad del thrash metal y los autoproclamados virtuosos del circuito de Sunset Strip y Hollywood. Slash sí era real – y tenía forma de probarlo.

Apetite For Destruction

Durante la grabación de Appetite For Destruction, la implacable búsqueda de Slash por el tono de guitarra de rock perfecto creó tensión entre él y el productor Mick Clink. Se dice que utilizó una réplica de Les Paul y un cabezal de guitarra Marshal JMC modificado que rentaron (y dice haber robado porque le encantó el sonido), sin embargo, las interpretaciones de Slash en el álbum siguen estando por encima de cualquiera de sus pares, a medida que se abre paso por la historia del rocanrol, canción tras canción.

Desde la áspera introducción de “Welcome Tot he Jungle” al riff inicial que utiliza la pastilla del mástil de “Sweet Child Of Mine”, cada bloque de rock pesado con toques de punk de Guns se acerca al escucha como un motociclista con una botella rota en mano y una mala actitud. El estilo y la interpretación de Slash evocan una gran variedad de sabores sonoros, desde Chuck Berry, Jimmi Hendrix y Stevie Ray Vaughan, hasta Jimmy Page y Joe Perry. Su interpretación y estilo único fueron realmente icónicos; su habilidad para “dejar hablar al instrumento” abunda en canciones clásicas como “Nighttrain” y en la frenética “Mr. Brownstone”, que derrama miel como si de un panal de rock se tratara.

Appetite ofrecía una alternativa al sonido ya establecido del rock pesado de la costa occidental. Es un ataque visceral a los sentidos en el que Axl y compañía se abren paso a fuerza de gritos y golpes con clásicos como “It’s So Easy” y “Rocket Queen”, antes de que el himno de “Paradise City” muestre cómo Slash es capaz de pasar de melodías fáciles de cantar a solos épicos que se pasean por todos los trastes sin esfuerzo alguno. GNR estaba en la cima del mundo y Slash era la personificación del rock pesado en la transición de los años 80 a los 90.

Use Your Illusion

Pasaron los años y las expectativas por saber cómo sería el sucesor de Appetite crecieron. Cuando surgieron los Use Your Illusion I y II, en 1991, Axl destacó también como uno de los grandes cantautores de su generación. “November Rain” continúa siendo un ejemplo perfecto de la nueva dirección que GNR tomaría y representa el pináculo del legado de la banda, con sus ostentosos arreglos y uno de los más icónicos solos de Slash.

La era de Use Your illusion hizo gala de una amplia variedad de material en dos álbumes (incluidos “Estranged” y el sencillo principal de Illusion, “You Could Be Mine”), con una producción e instrumentación complejas que alcanzan proporciones colosales, una reacción, en parte, a las enormes expectativas de los medios de todo el mundo. Esta alineación de la banda implosionó pronto, lo que condujo a la primera incursión como solista de Slash (bajo el disfraz de Slash’s Snakepit). La canción que cierra el álbum, “Back And Forth Again” fue la que marcó al It’s Five o’Clock Somewhere, lanzado en 1995; y el álbum secuela, Ain’t Life Grant, se lanzaría en 2000. La nueva libertad de Slash le haría aprovechar su energía creativa en estructuras rítmicas impresionantes y solos de guitarra pegajosos pero complejos llenos de sentimiento. Slash trabajó mucho como solista e invitó a varios músicos a colaborar en los dos álbumes de Snakepit, incluso a los entonces miembros de GNR, Gilby Clarke y Matt Sorum, junto con Mike Inez (Alice in Chains) y Eric Drover (Jellyfish).

Contraband y Libertad

Slash escribía y componía música continuamente, a la vez que continuaba sus aventuras en el estudio, donde surgió una inesperada colaboración con Matt Sorum y el antiguo miembro de GNR, Duff McKagan, junto con el vocalista de los Stone Temple Pilots, el difunto Scott Weiland, y el guitarrista de Wasted Years, Dave Kushner. Se les conoció colectivamente como Velvet Revolver; el supergrupo de rock dominó la prensa musical desde el lanzamiento de su álbum debut en 2004, Contraband y su siguiente lanzamiento, Libertad.

El álbum, que estaba repleto de canciones que hacían alarde de una potente química e instintiva agresividad, en igual medida, alcanzó un éxito instantáneo e hizo que Slash avanzara varios peldaños en la escalera de los reconocidos héroes de la guitarra, gracias a su sonido rugoso y sus incomparables solos de guitarra, que se aprecian claramente en canciones como “Slither” y “Sucker Train Blues”, del álbum debut de VR y “She Builds Quick Machines”, de Libertad. La corta carrera de Velvet Revolver terminó repentinamente en marzo de 2008, aunque Slash no tardó en estar de vuelta. Su álbum homónimo de 2010 presentaba a una serie de invitados que provenían de la realeza del rock, incluso a Iggy Pop (quien participa en “We’re All Gonna Die”), Lemmy de Motörhead, Ian Asbury de The Cult, Chris Cornell de Soundgarden, Andrew Stockdale de Wolfmother y Myles Kennedy de Alter Bridge.

Appocalyptic Love  y World On Fire

Slash y Kennedy formaron un vínculo formidable que resultó en dos álbumes más, el Appocalyptic Love de 2012 y World On Fire, de 2014, que se acreditan a “Slash en colaboración con Myles Kennedy y The Conspirators”. En ambos álbumes se despliega la total intensidad del talento musical de Slash y elevan los estándares con las canciones más sobresalientes del primer álbum, “Anastasia” y “Hard And Fast” y del segundo, “Wicked Stone” y “Bent To Fly” y la canción que da título al álbum.  A pesar de que ha tenido varias encarnaciones musicales, la constancia de las habilidades de Slash como músico en vivo y de sesión sigue siendo incuestionable. Nunca ha buscado acaparar los reflectores ni ha buscado reconocimiento narcisista de sus fanáticos, el hombre del sombrero solamente quiere tocar rock. Mientras eso sea posible, el mundo será un mejor lugar.

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