‘Siembra’: La obra maestra de la salsa de Willie Colón y Rubén Blades
La historia del disco que ha sido descrito, nada menos que, como el mejor álbum de salsa de todos los tiempos.
Siembra de Willie Colón y Rubén Blades, una de las obras fundamentales de la década de 1970, ha sido descrito, nada menos que, como el mejor álbum de salsa de todos los tiempos, a menudo descrito como un Sgt. Pepper’s latino por su innovadora composición y producción caleidoscópica. Sin embargo, otra comparación favorable podría ser What’s Going On; al igual que la obra maestra de Marvin Gaye, Siembra está explícita y exquisitamente construida de comentarios sociales y humanismo, y fue toda una apuesta por parte de su sello discográfico para siquiera ser publicado. Supuestamente, el LP se había puesto a prueba ante un grupo de locutores de radio influyentes que unánimemente habían declarado que era un fracaso y Fania Records dudó si podrían desatar el ambicioso tour de force conceptual de Colón y Blades a un público desprevenido. Los temores del sello resultarían completamente infundados, Siembra no fue solo un éxito comercial y para la crítica – vendiendo millones en todo el mundo – sino que seguiría siendo el álbum más vendido de la música latina durante décadas después de su lanzamiento original.
Al volver a este poderoso clásico, es difícil entender cual era toda esa preocupación inicial. El combo Colón-Blades ya había mostrado una afinidad por hacer comentarios tanto conmovedores como sardónicos sobre las luchas de la clase baja en lo que fue su álbum debut en conjunto, Metiendo Mano de 1977—el primero que hizo Colón desde que se separó de su constante colaborador vocal, Héctor Lavoe. Siembra adopta por completo esta dirección, complementando descaradamente sus mensajes con arreglos precisos, maestría musical y curvas estilísticas que de alguna manera nunca pierden su objetivo. “Plástico” marca la pauta de inmediato, comenzando con un ritmo disco-funk deliciosamente engañoso antes de subvertir esta probadita de la era de Fiebre de Sábado por la Noche y lanzarse a un número de salsa en el que Blades aplaude una vida vivida únicamente a través de superficialidades. “Pedro Navaja”, la pieza central del álbum inspirada en Kurt Weill, orquesta hábilmente sirenas de policía, pasajes dinámicos y melódicos, y un guiño sarcástico a West Side Story (“I like to live in America”) contra la narrativa épica de varios versos de Blades que detallan una historia de dos personajes callejeros, sus extremos violentos y una moraleja perfectamente irónica: “La vida te da sorpresas”.
Sin embargo, el logro más profundo de Siembra es la sofisticación compositiva de Blades quien escribió todas excepto una de las siete extensas pistas del álbum. De ascendencia mixta colombiana y cubana, y nacido y criado en Panamá antes de establecerse en Nueva York y hacer equipo con el nuyorican Colón, quien a su vez nació en el Bronx, Blades estaba excepcionalmente calificado para trascender la nacionalidad y hablar con la visión de una voz latinoamericana unificada. Así, “María Lionza” – un amoroso homenaje a la diosa venezolana de la naturaleza, la paz y la armonía – se propaga con un orgullo espiritual palpable. Propulsada por cuerdas llamativas y un armónico coro, la urgente y fascinante “Siembra” encuentra a Blades implorando: “Usa la conciencia, latino/ No la dejes que se te duerma/ No la dejes que muera” y cita a Ramón Emeterios Betances, padre del independentismo puertorriqueño: “Nunca olvides a Betances/ ‘En la unión está el futuro’”.
Incluso la única canción que Blades no escribió, “Ojos” de Johnny Ortiz, aborda una perspectiva compartida: “De América Latina, ojos llenos de verdad“. Desde hace mucho tiempo, Fania había pensado en la salsa como un género pan-latino pero Colón y Blades lo llevaron mucho más lejos, fusionando formas musicales y mercadotecnia, y haciendo uso del alma de todo un pueblo. Como observó una vez Blades, “La salsa es el folclore de la ciudad. Pero no de una ciudad sino de todas las ciudades de América Latina”. El poder de Siembra todavía emana de esta compasión.