Hyde Park, 5 de julio de 1969: el momento que definió a los Rolling Stones
El concierto que los Rolling Stones dieron el 5 de julio de 1969 en Hyde Park se convirtió en una leyenda: el concierto que ayudó a definir a la banda en un momento de crisis.
El 5 de julio de 1969, a las 5:25 p.m. fue el momento que definió a los Rolling Stones.
“La mejor banda de rock and roll del mundo. ¡Son increíbles! ¡Un aplauso para los Rolling Stones!”
Fue la primera vez que se le llamó así a los Rolling Stones. Hoy, por supuesto, esa frase – la mejor banda de rock and roll del mundo – y los Rolling Stones son inseparables.
Sam Cutler fue el que lo dijo. Cutler trabajaba para Blackhill Enterprises, la empresa que organizó los primeros conciertos gratuitos en Hyde Park. En ese momento se dirigía a una audiencia que, según cálculos posteriores, era de entre 250,000 y 500,000 personas.
El concierto de los Rolling Stones en 1969 no fue el primer concierto de rock en el famoso parque de Londres. Pink Floyd fue el show titular del primer concierto gratuito el año anterior y le siguieron otras bandas, entre ellas, la fugaz Blind Faith de Eric Clapton y Steve Winwood, en junio de 1969. (Mick Jagger y Marianne Faithfull asistieron). Sin embargo, el concierto de los Rolling Stones es aparentemente del que todo mundo habla. Si le preguntas a personas de una cierta edad: “¿Estuviste en el concierto de Hyde Park?”, sabrán exactamente a qué concierto te refieres.
Homenaje a Brian Jones
Son varias cosas las que hacen que un concierto sea único y especial. Este fue el primer concierto de la banda en casi dos años y marcó el debut del guitarrista Mick Taylor. (Taylor había formado parte de los Bluesbreakers de John Mayall y se había unido a la banda apenas hacía unos meses, como reemplazo de Brian Jones). Por supuesto, sobre el concierto se extendía la sobra de la trágica muerte de Jones, que sucedió apenas dos días antes en su alberca.
La banda decidió seguir adelante y le rindió un hermoso homenaje a Jones. “¡Muy bien! Escuchen”, dijo Mick. “Tranquilícense por un minuto, porque de verdad me gustaría decir algo para Brian. Me encantaría que ustedes nos acompañaran mientras lo hago. Me gustaría decir algunas palabras sobre lo que siento por Brian…Voy a decir algo que escribió Shelley”.
¡Paz, paz! No está muerto, no duerme
Despertó del sueño de la vida
Somos nosotros quienes, perdidos en visiones tormentosas, continuamos
Librando una batalla inútil con fantasmas…
El poema era “Adonais” de Percy Bysshe Shelley y, mientras Mick terminaba de recitarlo, Tom Keylock, el road manager de la banda, liberó más de 3,000 mariposas blancas, un gesto que le costó 300 libras a la banda, pero que se volvió característico del concierto.
Uno de los otros elementos característicos del concierto de los Rolling Stones en Hyde Park fue el atuendo de Jagger. El cantante llevaba puesto un “vestido” estilo griego de gasa, diseñado por Michael Fish. (En el concierto que dieron en el Hyde Park en 2013, Mick le hizo alusión al utilizar un saco azul decorado con mariposas).
El concierto de los Rolling Stones
El escenario era muy pequeño. “Cuando tocó Blind Fate, montaron el escenario en medio del pasto, colocaron ahí la batería y los amplificadores y todos iban llegando y se colocaban alrededor”, recordaba Charlie Watts en 2013. “Cuando tocamos, teníamos un escenario del tamaño de Mickey Mouse, una cosa pequeña montada en andamios de metal, la batería, un poco de telón de fondo para Mick con su vestido blanco y todo mundo iba llegando. Por supuesto, ahora es un área cerrada bien dispuesta”.
Pero, como sea, la canción con la que abrieron, un poco para sorpresa de todos fue “I’m Yours and I’m Hers”. La canción no es original de los Stones, sino que fue escrita por el guitarrista de blues tejano y albino, Johnny Winter. La canción era parte de su álbum debut recién lanzado por Columbia. Keith Richards lo había comprado en junio y fue sugerencia de él que abrieran el show con esa canción. Fue la primera vez – y la última – que la banda la interpretó en vivo.
La siguiente canción fue otro estreno, la primera vez que los Stones tocaron en vivo “Jumpin’ Jack Flash”. El público la conocía bien. La canción había encabezado las listas de popularidad durante un par de semanas el verano anterior. En su gira por Estados Unidos en el otoño de 1969, se convirtió en la canción con la que solían abrir el show. A continuación tocaron “Mercy, Mercy” de Don Covay, otra elección no tan obvia, dado que la grabaron en mayo de 1965. A continuación, también estrenaron en vivo “Stray Cat Blues”, “No Expectations” y “I’m Free”.
“Down Home Girl” fue la canción más vieja del set, la habían grabado a finales de 1964 y se incluyó en el segundo álbum británico de la banda. De ahí, se transportaron a otra canción muy vieja: una versión de “Love in Vain” de Robert Johnson, que él grabó en 1937, aunque para la banda, era una canción nueva. La habían grabado unos meses antes y aparecería en Let it Bleed más adelante en 1969.
“Loving Cup” era una canción nueva de los Glimmer Twins, la banda había estado trabajando en ella en el estudio; y finalmente la grabaron en Exile on Main St., en 1972. Le siguió “Honky Tonk Women”, su nuevo sencillo y después tocaron “Midnight Rambler”, que se convirtió en la primera canción del lado b de Let it Bleed. (En algunas crónicas del concierto de Hyde Park, se le mencionó como “The Boston Gambler”).
“(I Can’t Get No) Satisfaction” fue la única sobreviviente de la gira anterior de los Stones, en abril de 1967. “Street Fighting Man” antecedió a “Sympathy for the Devil”, ambas incluidas en el Beggars Banquet. En “Sympathy for the Devil”, se les unieron en el escenario los Ginger Johnson’s African Drummers (Johnson era veterano de la escena del jazz de Londres).
El legado
Fue algo espontáneo que Sam Cutler los presentara como “la mejor banda de rock and roll”, pero esa se ha convertido en una forma totalmente apropiada de describir a la banda. Cutler utilizó la frase para presentarlos durante su gira por Estados Unidos unos meses después, en el mismo año y se puede escuchar en Get Your Ya Yas Out, el álbum en vivo que se grabó durante la gira. Ahí se reflejaba lo lejos que estaban de sus inicios como banda de blues local y, aún más, de su estatus de ídolos pop. Uno de los periódicos que salió una semana después del concierto lo expresaba bien: “99% de los asistentes vinieron a escuchar y no (como hubiera sucedido hace cinco años) a gritar”. Los tiempos estaban cambiando.