“Todo mundo lo estaba haciendo”, pero The Cranberries lo hizo aún mejor

En el mundo anterior al Internet, tradicionalmente, un álbum debut solía darle una buena reputación a una banda a través de la aclamación de la crítica, conduciendo esto al éxito comercial un poco después. Sin embargo, el resplandeciente debut de The Cranberries, Everybody Else Is Doing It, So Why Can’t We?, rompió esa tendencia cuando logró encabezar las listas del Reino Unido, vender más de cinco millones de copias en los Estados Unidos y convertir al modesto cuarteto irlandés en auténticas superestrellas.

Escucha Everybody Else Is Doing It, So Why Can’t We en Apple Music y Spotify.

Las estadísticas no mienten, pero tampoco cuentan toda la historia. El ascenso de The Cranberries al estrellato requirió paciencia y fortaleza. Formado en 1989 por los hermanos Mike y Noel Horgan, bajista y guitarrista, el baterista Fergal Lawlor y el vocalista Niall Quinn, inicialmente era un grupo peculiar de indie-pop llamado The Cranberry Saw Us. Esto se mantuvo así hasta que la fallecida Dolores O’Riordan reemplazó a Quinn y la banda de Limerick decidió adoptar el nombre más sencillo de The Cranberries 12 meses después.

La banda se dio a conocer por primera vez con un demo que presentaba las primeras versiones de sus futuros éxitos “Linger” y “Dreams” que despertó un interés sostenido por parte de las compañías discográficas del Reino Unido. Fue así que en 1991 publicaron su primer EP, Uncertain. Sin embargo, O’Riordan y compañía recibieron más atención por otro camino, principalmente gracias a las sesiones de radio que hicieron para el Dave Fanning Show de la 2FM de Dublín y para John Peel de BBC Radio 1 en el Reino Unido.

Con el jefe de Rough Trade Records, Geoff Travis, asumiendo las tareas administrativas y un acuerdo con Island Records en la bolsa, The Cranberries se asociaron con el productor Stephen Street (The Smiths, Blur, The Psychedelic Furs) para grabar su álbum debut en 1992.

El disco que surgió de esta asociación demostró que el cuarteto de Limerick tenía algo especial entre sus manos. A pesar de su título sarcástico, Everybody Else Is Doing It, So Why Can’t We? (Todos los demás lo están haciendo, entonces, ¿Por qué nosotros no?), el álbum tenía poco en común con los grupos estadounidenses de rock alternativo o proto-Britpop que estaban de moda en el momento de su lanzamiento, que se realizó el 12 de marzo de 1993. En cambio, Everybody Else Is Doing It… ofrecía un pop singular y etéreo que recordaba al indie vintage de The Smiths o The Sundays. Era un disco con las destacadas “I Still Do”, “Waltzing Back”, la balada triste “I Will Always” y la llamativa “Put Me Down” que estaba dominada por elusivos acordes resonantes y la voz inquietante y acrobática de O´Riordan.

Everybody Else Is Doing It… cosechó una buena cantidad de elogios tras su lanzamiento. Las prestigiosas revistas Rolling Stone y Q le dieron cuatro estrellas y Mario Muñoz de Los Angeles Times lo destacó como “folk de sabor celta teñido con sensibilidad gospel”, agregando astutamente que “la deslumbrante voz de Dolores O’Riordan es el instrumento impulsor de este debut maravillosamente discreto”.

Island eligió sabiamente dos de sus momentos más memorables como sencillos de adelanto del álbum, la lenta “Dreams” y la seductora “Linger”. Curiosamente, a pesar de las críticas favorables que tuvo el disco, ninguno de estos sencillos tuvo un rendimiento sorprendente al llegar a los medios. Esto sucedió un poco más adelante. The Cranberries se embarcaron en una larga gira con Suede y fue a través de esos shows que llamaron la atención de MTV y, con ello, asegurar una gran rotación para los videos de “Dreams” y “Linger”.

Gracias a eso, tanto los sencillos como su álbum principal disfrutaron de una efervescente segunda vida, con “Linger” y “Dreams” alcanzando su punto máximo dentro del Top 30 del Reino Unido durante la primera mitad de 1994, y Everybody Else Is Doing It… encabezando la lista de álbumes del Reino Unido a principios del verano de 1994. Así fue que The Cranberries dejaron de ser unos modestos artistas. Además de eso, su perfil también se elevó aún más gracias a que los ficharon como teloneros en la gira de regreso de las superestrellas de los 80 Duran Duran, lo que ayudó a acelerar el camino hacia un merecido éxito multi-platino. Luego de cosechar tantas victorias, la mirada de la banda estaría puesta en la estratosfera al empezar a trabajar en su segundo álbum, No Need To Argue.

La edición super deluxe of Everybody Else Is Doing It, So Why Can’t We? Se puede adquirir aquí.