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‘The Diving Board’: el ‘álbum más maduro’ de Elton John

Con The Diving Board, Elton John volvió a ser ese pianista brillante que solo necesitaba de su voz para amplificar el impacto de las letras de Bernie Taupin.

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Elton John The Diving Board
Portada: Cortesía de Universal Music

Elton John tenía 66 años cuando describió The Diving Board como “mi álbum más adulto”. Lanzado el 13 de septiembre de 2013, marcó un regreso al estilo sencillo de piano y voz que lo convirtió en una estrella.

El productor T Bone Burnett fue fundamental en esta simplificación, invitado por Elton para supervisar el álbum luego de trabajo en The Union, la colaboración de la estrella con su héroe y mentor Leon Russell en 2010. En contraste con la prodigiosa fertilidad de los primeros años de carrera de la estrella, esta vez los fans de Elton tuvieron que esperar un poco más de lo esperado. The Diving Board fue su primer trabajo de estudio en solitario, completamente nuevo, desde The Captain And The Kid de 2006.

‘El álbum más pianístico de mi carrera’

Las sesiones iniciales del álbum tuvieron lugar en The Village Studios en Los Ángeles a principios de 2012. Inicialmente, el disco estaba previsto para salir a la venta en otoño. Pero cuanto más tiempo pasaba Elton en las grabaciones, más sabía que éstas necesitaban algo más. La fecha de salida se trasladó a febrero y luego, en su concierto en Perth en noviembre de 2012, anunció que The Diving Board se había retrasado de nuevo, hasta mayo.

Con este tiempo adicional, Elton y Bernie Taupin escribieron cuatro nuevas canciones, grabadas en The Village en sólo dos días, un año después de las primeras sesiones de grabación y con el mismo grupo de músicos. Por segunda vez en casi un cuarto de siglo, esa formación no incluía a ninguno de los antiguos colaboradores de Elton.

En cambio, el elenco contó con el estimado tecladista Keefus Ciancia, el baterista Jay Bellerose y otros notables como Raphael Saadiq en el bajo y el guitarrista Doyle Bramhall II. También tuvo algunas apariciones de la pandereta de Jack Ashford, veterano percusionista del incomparable equipo de estudio de Motown, The Funk Brothers.

El álbum incluso cambió temporalmente de título durante su incubación, a Voyeur, título de otro de sus temas. En el nuevo año de 2013, Taupin escribió en su sitio web: “Viendo que no tenemos prisa por sacar este disco, acabamos de sentir el gusanito de volver a entrar y cortar algo más de material. Estamos bastante contentos con lo que ya hemos grabado, pero siempre se puede mejorar. Si tienes algunas buenas canciones bajo la manga que pueden dar sabor a la mezcla y mejorar lo que ya está ahí, sería una pena no aprovechar el tiempo libre”.

‘Este es el álbum que debería estar haciendo’

Y lo aprovecharon. En febrero Elton les decía a sus amigos que The Diving Board era “el álbum más pianístico de mi carrera”. Explicó en una pequeña reunión en los Village Studios que sus influencias musicales eran “todo lo que amo de la música estadounidense. Este es el álbum que debería hacer después de The Union”.

Finalmente, fijado para su lanzamiento en septiembre, The Diving Board mostró un adelanto con dos canciones principales. “Home Again”, publicada en junio, una letra nostálgica de Taupin, una reflexión lenta y elegante a la cual se le añadieron instrumentos de viento arreglados por Darrell Leonard (“Todos soñamos con irnos, pero terminamos al final/pasando todo el tiempo intentando volver a casa de nuevo”). Dos semanas antes del lanzamiento del álbum llegó “Mexican Vacation (Kids In The Candlelight)”, cuya influencia bluesera en cierto modo contrasta con el estado de ánimo generalmente contemplativo de lo que estaba a punto de llegar.

Los fans estaban encantados de escuchar a Elton de lleno como pianista recuperando su ágil brillantez y amplificando el impacto de su voz al cantar las letras de Taupin. Tal claridad renovada se hizo evidente desde los primeros segundos de la primera canción, “Oceans Away”, en la que los teclados y la voz de John no llevaban acompañamiento alguno. Taupin señaló que la canción fue escrita “en memoria de mi padre, el capitán Robert Taupin, y de la Gran Generación”. Bernie había crecido en la granja propiedad de Taupin, padre, en Fenlands de Lincolnshire.

La siguiente, “Oscar Wilde Gets Out” estuvo adornada con unos violonchelos de muy buen gusto tocados por Stjepan Hauser y Luka Sulic. Las dos mitades del dúo croata 2Cellos habían impresionado tanto a Elton que los invitó a salir de gira con él en 2011 y más allá, incluyendo el Concierto del Jubileo de Diamante de la Reina en el Palacio de Buckingham en junio de 2012.

“A Town Called Jubilee” tenía un coro estilo gospel arreglado por Bill Maxwell, con Ashford haciendo ese mismo tipo de trabajo que había hecho en ‘What’s Going On’ de Marvin Gaye. El mismo sentimiento eclesiástico adornaba “Take This Dirty Water”, mientras que “Can’t Stay Alone Tonight” nos recordó las aptitudes de Elton en el idioma del country.

Esta última se unió a una lista de canciones que incluía “Country Comfort” de Tumbleweed Connection y “Turn The Lights Out When You Leave”, de Peachtree Road de 2004. Mientras tanto, la expresiva letra de “My Quicksand” combinaba perfectamente con el delicado tratamiento que Elton le dio en el Yamaha, con un enfoque hábilmente jazzístico.

‘Todo un logro’

The Diving Board entró en la lista del Reino Unido en el puesto número tres, en la Billboard 200 en el cuatro y fue recibido con gran entusiasmo por los medios de comunicación de todo el mundo. Andy Gill en The Independent lo designó álbum de la semana y escribió: “El cantante ha combinado la mejor cosecha de letras de Bernie Taupin desde hace años con sus melodías más emotivas para producir una colección que se remonta a las intrigas e intereses de sus primeras grabaciones, pero que también consigue abrir nuevos caminos, todo un logro para un artista en su sexta década”.

Escucha lo mejor de Elton John en Apple Music y Spotify.

En The Boston Globe, Sarah Rodman admiró la forma en que el álbum “ponía el piano y la voz de John al frente y al centro, ofreciendo melodías memorables y eliminando la bazofia de la producción para revelar nuevamente al músico, al vocalista, al artista emocional que aún vive bajo la brillante coraza de John de fabulosidad profesional”.

Compra o reproduce The Diving Board.

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