‘Ride The Lightning’: El electrizante álbum de Metallica
“Ride The Lightning” inyectó nueva emoción en la estancada escena del thrash metal de principios de los 80.
Era el año 1984. Apenas doce meses después del lanzamiento de su icónico álbum Kill ‘Em All, y los pioneros del thrash metal Metallica estaban captando la atención de la comunidad metalera mundial gracias a un enfoque más rápido y agresivo hacia el heavy metal que inyectaba una nueva sensación de emoción en la escena estadounidense de principios de los 80, la cual se sentía un tanto estancada. Continuando donde Iron Maiden y Motörhead lo habían dejado, el grupo estaba a punto de cambiar al heavy metal para siempre con su segundo lanzamiento, Ride The Lightning, publicado el 27 de julio.
Escucha Ride The Lightning ahora.
Justo antes de terminar una gira con los pioneros del black metal británico Venom, en junio de 1982, Metallica llegó a Copenhague para comenzar los ensayos previos a la grabación y escribir material para Ride The Lightning en los Sweet Silence Studios, con el productor Flemming Rasmussen a la cabeza del proyecto.
El álbum resultante consolidó la separación de Metallica de sus colegas metaleros vestidos de mezclilla y cuero, dando claramente un paso adelante con respecto a su predecesor en términos de producción. Ride The Lightning refleja una entrega más avanzada y poderosa por parte de la banda, que ahora se considera una piedra angular de lo que define a este género y la forma en la que hoy en día suenan los subgéneros thrash y speed metal.
La canción que abre el álbum, “Fight Fire With Fire”, marca la pauta; su sonido sofisticado pero brutal crea una obra maestra perfectamente equilibrada. Abandonando el entonces dominante tema de los demonios, los magos y la fantasía que rodeaba al heavy metal, el contenido lírico de Ride The Lightning se inspiró en la política, la historia, la guerra y la pena capital.
Esto último impregna a la canción que da título al disco, misma que explota con un riff pegadizo infestado de groove y un estribillo que parece himno que hasta hoy en día resuena con fuerza: es la obra de una banda madura que traspasa los límites del heavy metal y explora territorios inexplorados dentro del propio género al que habían contribuido a crear. Además de eso, las canciones abordan la idea de vivir la muerte a través de la criogenia (“Trapped Under Ice”), el auto-empoderamiento (“Escape”) y relatos sobre profecías bíblicas (el himno atemporal “Creeping Death”).
Sin previo aviso, la secuencia inicial del atronador tercer tema, “For Whom The Bell Tolls”, consolida el impacto de Ride The Lightning como uno de los álbumes más icónicos del grupo, uniendo de manera improbable el rock clásico y las influencias jazzísticas del entonces bajista Cliff Burton con el resto del empuje metalero de la banda. Esto nos lleva a la mitad del álbum, que representa el momento más conmovedor en la carrera de Metallica cuando introducen de manera valiente una balada dentro del mundo del thrash metal con “Fade To Black”, que aporta un nuevo enfoque a este estilo de música. A diferencia de todo lo que había surgido hasta entonces en este género, el arreglo lento y melódico de la canción, desde los acordes iniciales hasta el grandioso y conmovedor final, ayudó a la banda a ganar un nuevo nivel de respeto por parte de los críticos musicales de todo el mundo.
Los temas restantes del álbum continúan palpitando con innovación e ímpetu. A través de ellos abundan elementos de belleza y profundidad conmovedora, sobre todo con el uso de guitarras clásicas en el preludio de “Fight Fire With Fire”, que aparece antes del brutal asalto de esas guitarras con esencia de motosierra de Hetfield y Hammet y la batería tipo ametralladora de Ulrich. Mientras tanto, “The Call Of Ktulu” (titulado originalmente “When Hell Freezes Over”) ofrece nueve minutos de atronadores pasajes instrumentales inspirados por el influyente escritor de ficción de terror HP Lovecraft, dejando muy claro que la muerte es el tema predominante del álbum, aunque entregado en un formato más sutil y discreto en comparación con las imágenes exageradas y las letras gráficas utilizadas por los demás contemporáneos de Metallica.
Con su debut de 1983, la banda puso de manifiesto la necesidad que tenía la escena metalera de algo más pesado y agresivo que lo que se ofrecía en aquel momento. En esa línea, las innovaciones de Ride The Lightning fueron recibidas con un entusiasmo refrescante tanto por los medios del rock como por los fans. Un vistazo a los créditos de composición revela la contribución fundamental de Cliff Burton a la evolución del sonido del grupo: coautor de casi tres cuartas partes del álbum junto a James y Lars, Burton fue en gran medida el catalizador que empujó a la banda hacia territorios musicales inexplorados y rompió los límites del heavy metal, canción a canción.
El resultado fue un álbum en el que cada una de los ocho temas eran, por derecho propio, piedras angulares no sólo del thrash, sino de todo el género heavy metal, demostrando que había algo más en la música – y en esta banda – que beber cerveza y golpearse la cabeza. La capacidad de Metallica para componer música rápida, aplastantemente pesada y compleja, cargada con una gran cantidad de arreglos delicados, conmovedores y profundamente emotivos, los separó dramáticamente de la competencia.