‘Pure Heroine’: Lorde le da a la música pop una inyección de vitalidad

Tras el lanzamiento del álbum debut de Lorde, el 27 de septiembre de 2013, era casi imposible salir a un lugar público y no escuchar “Royals”, el gran éxito que convirtió a Lorde en una artista famosa y ayudó a que Pure Heroine se convirtiera en uno de los más grandes discos del año.

Incluso si no has escuchado “Royals” por años, es probable que el solo hecho de ver el título haya provocado que su ritmo suave y tenue regrese a tu mente. No hay gran cosa en el arreglo de la canción (chasquidos de dedos, un ritmo de hip-hop, un bajo tambaleante que aparece después del primer estribillo) pero es suficiente para que se te quede grabada en la cabeza y dirija tu atención sobre la propia Lorde, cuya voz profunda y su interpretación astuta y segura de sí misma la convirtieron en una de las cantantes más contundentes desde la aparición de Adele. Estaba claro que Lorde tenía razón, tal como lo demostró cuando “Royals” encabezó la lista Hot 100 de Billboard durante nueve semanas.

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El club del amor

“Royals” tenía casi un año cuando salió al aire. Cuando se grabó ni siquiera existían planes de que existiera un disco como Pure Heroine. Después de algunos comienzos en falso con otros compositores, Lorde comenzó a trabajar en diciembre de 2011 con su compañero de Auckland Joel Little, quien había tenido cierto éxito en Australia como miembro de la banda de pop-punk Goodnight Nurse.

Durante un período de tres semanas durante 2012, los dos terminaron “Royals” y otras cuatro canciones para el EP debut de Lorde, The Love Club, que se subió a SoundCloud a finales de ese año. El EP fue un éxito y se descargó 60.000 veces, prácticamente sin promoción, lo que animó al sello de Lorde a lanzarlo comercialmente. Aunque Lorde y Little estaban ansiosos por lanzar otro EP, no pasó mucho tiempo antes de que en sus sesiones se convirtieran en un álbum de larga duración.

Un comentario de hartazgo

“Tennis Court” fue una de las primeras canciones que Lorde y Little escribieron durante estas sesiones. Es el tema perfecto para abrir Pure Heroine: un comentario hastiado sobre su floreciente estrellato sobre un ritmo electrónico vacío. Las primeras palabras de Lorde en el álbum intentan transmitir una sensación de distanciamiento; ella dice que está aburrida, dos veces, pero la retórica sobre sí misma comienza a mostrarse en el siguiente verso cuando pregunta: “¿Cómo puedo volver a joder la diversión cuando soy famosa?”.

Las descripciones de Lorde sobre la indiferencia adolescente y la cultura de la celebridad, respectivamente, se vuelven más oscuras (tanto en el sonido como en la letra) en “Team” y “Glory And Gore”, esta última imagina la arena pública como si fuera una arena literal donde los artistas se enfrentan en duelo como gladiadores. Al igual que con “Royals”, estas son canciones pop que suenan como críticas a las propias canciones pop y van en contra de las corrientes del mainstream y eso que se espera de un joven artista pop. Esto también se extiende al video musical de “Tennis Court”, que consiste en una toma ininterrumpida de Lorde mirando inquietantemente a la cámara y pronunciando de vez en cuando un “yeah”.

Abrazando la adolescencia

A pesar de ello, algunos de los mejores momentos de Pure Heroine llegan cuando Lorde simplemente se permite ser una adolescente. “Still Sane” la sorprende preguntándose si su nueva fama la ha cambiado – y si no, entonces cuándo sucederá–, mientras que “Buzzcut Season”, con influencias de la música tropical, busca escapar de toda la tragedia y el sufrimiento del mundo. Y luego está “Ribs”, el punto culminante del álbum, que encuentra a Lorde en un momento de claridad en una fiesta casera. En medio de un hermoso y floreciente instrumental que suena como si hubiera sido grabado bajo el agua, ella describe la escena con todo lujo de detalles: “La bebida que derramaste sobre mí/saliva del amante se repitió”, mientras confiesa su profundo miedo a convertirse en una adulta. Cuando canta “Nunca me he sentido más sola/Se siente tan aterrador, envejecer”, se convierte en la línea más identificable e inmediatamente conmovedora de todo el álbum.

Los críticos respondieron favorablemente a Pure Heroine, muchos destacaron la edad de Lorde, su madurez y la profundidad de sus letras. También fue un éxito comercial con cuatro millones de copias vendidas en todo el mundo. Algunos de los músicos más importantes del mundo se fijaron en ella: Taylor Swift se hizo amiga íntima de Lorde; Dave Grohl la invitó a cantar “All Apologies” en la incorporación de Nirvana al Salón de la Fama del Rock And Roll; El propio David Bowie la llamó “el futuro de la música”. Incluso South Park publicó una parodia afable de ella, dando una lección sorprendentemente sincera sobre la identidad de género (bueno, sincera para South Park, al menos).

Recalibrando el sonido de la música pop

Pero el legado de Pure Heroine radica en cómo recalibró el sonido de la música pop. Al igual que The XX antes que ella (que probablemente eran una de sus influencias), el sonido oscuro y minimalista de Lorde estaba en desacuerdo con mucho de lo que estaba sucediendo en la música popular en ese momento: bajos EDM, ritmos dance implacables y producción sintética. En los años que siguieron al lanzamiento del álbum, los productores de pop redujeron la ostentación y el brillo, volviendo a sonidos más sencillos y naturales. Los cantantes también empezaron a evitar gritar sus palabras, favoreciendo un enfoque más tranquilo y melódico.

Sin embargo, lo más importante es que el éxito de Lorde y Pure Heroine allanó el camino para que otras mujeres jóvenes del pop presentaran personajes alternativos – que no eran sexuales ni provocativos. Es difícil imaginar, digamos, a Billie Eilish sin Lorde. Tal como declaró en ‘Royals’: ansiaba un tipo diferente de cuchicheo y nos hizo anhelarlo a nosotros también.

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