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Eres muy bueno para mí: Los 10 mejores arreglos de los Beach Boys

Los mejores arreglos de los Beach Boys siguen asombrando por su inventiva aparentemente interminable.

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Beach Boys
Foto: Michael Ochs Archives/Getty Images

Hay muchos momentos ambiciosos en el catálogo de los Beach Boys y gran parte de ello se debe a los sorprendentes arreglos que el grupo ha creado para algunas de sus canciones más famosas. Aquí echamos un vistazo a diez de los mejores arreglos de The Beach Boys.

The Surfer Moon (Surfer Girl, 1962)

En comparación con lo que vendría después, esta balada surf doo-wop podría parecer bastante modesta, pero incluía el primer arreglo de cuerdas de Brian Wilson, por lo que, para este período en la obra de los Beach Boys, es lo más ambicioso que se puede llegar a ser. En aquella época era muy inusual que los músicos compusieran y produjeran sus propios discos, así que, considerando que Wilson apenas había cumplido 21 años cuando se grabó “The Surfer Moon”, esto es algo bastante asombroso.

Comenzando con un arpa punteada, la melodía de niño perdido se ve subrayada por cuerdas sutilmente brillantes, dando como resultado uno de los primeros ejemplos de las producciones dulcemente melancólicas y agradablemente tristes que se convertirían en la marca de Wilson.

When I Grow Up (To Be A Man) (The Beach Boys Today!, 1965)

Esta canción (que comienza con armonías cerradas con una línea de clavicordio danzante) puede que no haya incluido cuerdas exuberantes, pero sigue siendo uno de los primeros ejemplos de los mejores arreglos de los Beach Boys. Es una muestra del enfoque artístico para la construcción de canciones pop que comenzaba a preocupar a Brian y al grupo. En ella, se tocan motivos ingeniosos con instrumentos inusuales para el pop (véase el uso de ese clavicordio y la armónica de doble lengüeta); la percusión ya no es directa, sino que se siente cuidadosamente integrada en el arreglo; y las armonías cumplen la función de arrastrar al oyente de la mano mientras la canción se precipita a través de todos sus cambios. No está mal para una canción preocupada por la nostalgia prematura y que termina en apenas dos minutos.

Please Let Me Wonder (The Beach Boys Today!, 1965)

Pet Sounds no debería haber sido una sorpresa; el segundo lado de su predecesor, The Beach Boys Today!, está compuesto íntegramente por el tipo de baladas magnéticas e hipersensibles a las que el grupo retornaría un año después. Si bien la ensoñadora “In The Back Of My Mind”, cantada por Dennis Wilson, podría ser uno de los momentos más lujosamente hoscos de su carrera, la mejor de las baladas de …Today! es “Please Let Me Wonder”. Es una canción que parece tratar sobre las ansiedades de la inminente edad adulta, con un tratamiento reflexivo. El arreglo de Brian es un ejercicio de moderación y delicadeza, cada sección de la canción introduce nuevos elementos y arrastra al oyente a través de ella.

Let’s Go Away For A While (Pet Sounds, 1966)

¿Cuántos otros temas pop instrumentales se te ocurren que lleguen a su conclusión sin repetir ni una sola vez un pasaje anterior, pero que puedas cantar en tu cabeza de principio a fin? Según Brian, había planeado que la canción tuviera letra, pero resultó tan bien que la dejó así. Los mejores arreglos de los Beach Boys de esta época empezaban a incluir instrumentación entrelazada para una orquesta completa que requería un ojo de relojero para los detalles, combinado con una actitud inconformista hacia las convenciones. Lo más importante es que “Let’s Go Away…” es tan escandalosamente hermosa que no es de extrañar que Wilson se mostrara reacio a agregarle algo.

Don’t Talk (Put Your Head On My Shoulder) (Pet Sounds, 1966)

Una de las pocas producciones de los Beach Boys que no incluye voces de fondo, “Don’t Talk…” encuentra a un angustiado Wilson en un punto en el que las palabras le fallan. Después de implorarnos: “escuchen, escuchen, escuchen…”, son unas grandes franjas de cuerdas de movimiento lento las que llenan el vacío, haciendo que la desesperación suene deliciosa. Un factor clave para salvar la canción del sentimentalismo excesivo es la forma de tocar el bajo de Carol Kaye. Esto es la columna vertebral de la composición, con ingeniosas contra-melodías que proporcionan el muy necesario impulso que lleva la canción. Puede que Wilson no haya tocado las líneas de bajo él mismo, pero las compuso y, especialmente en Pet Sounds, se convirtieron en la clave de los mejores arreglos de la banda.

Cabin Essence (The Smile Sessions; grabado en 1966, lanzado en el 2011)

Una canción que resume la gran ambición de SMiLE es “Cabin Essence”, que formó parte del hilo temático relacionado con el “Destino Manifiesto” y la migración estadounidense hacia el oeste, a las verdes llanuras de California.

La música era apropiadamente expansiva: una suite de cuatro partes que oscilaba entre el género Americana (cadencioso y rural) impulsada por el banjo, hasta un vals caótico conducido por violonchelos enloquecidos, luego un cambio de rumbo de camionero hacia un territorio espeluznante y de temática barroca antes de terminar con armonías psicodélicas ondulantes con bajos distorsionados y un bouzouki. Durante todo este ejercicio Brian se apoya de técnicas innovadoras (percusión que evoca las púas de los trabajadores del ferrocarril, líneas vocales sincopadas) que distinguen los mejores arreglos de los Beach Boys de otros artistas.

Good Vibrations (sencillo, 1967)

Good Vibrations” es una canción tan brillante y familiar que es fácil olvidar lo inusual que es. Los Beach Boys estaban en su mejor momento después de Pet Sounds y Wilson se permitió el lujo de tomar una canción que habían empezado en esas sesiones y seguir trabajando en ella hasta quedar completamente satisfecho. La versión que conocemos y amamos fue efectivamente un trabajo de cortar y pegar: seis secciones distintas que fueron el resultado de 12 sesiones de grabación en cuatro estudios. Y, sorprendentemente, se convirtió en una de las canciones que definieron a los Beach Boys; un testimonio de su gran ambición, donde todo se valía, de aquella época.

Escúchala con oídos frescos: el inquietante órgano al final del muelle que apuntala los versos parece tener mente propia, revoloteando dentro y fuera del alcance del oído; la audacia de un coro impulsado por un violonchelo percusivo y aserrado y una línea fantasmal de Electro-Theremin; el silbido solitario de vaquero que marca el comienzo de la sección final; todo se mantiene unido, nuevamente, por una línea de bajo andante escrita para Carol Kaye.

’Til I Die (Surf’s Up, 1971)

Aunque a principios de los años 70 Brian ya no tenía un papel tan activo en la banda, aún era capaz de aportar algunos momentos impresionantes. “’Til I Die” es abiertamente autobiográfica, en la que Brian se compara con objetos a merced de la naturaleza y, en lugar de intentar cambiar esta situación, simplemente acepta: “Seré estas cosas hasta que muera”.

El tratamiento coincidía con el tema: un arreglo sombrío y arremolinado con sintetizador Moog, vibráfono y órgano. Mientras que los mejores arreglos de los Beach Boys de mediados de los años 60 se caracterizaban por su uso intuitivo del espacio, aquí Wilson acumula capas de sonido, creando un paisaje musical apropiadamente lúgubre.

Cuddle Up (Carl & The Passions – So Tough, 1972)

En consonancia con sus otras baladas de la época, como “Barbara” o la aún inédita “I’ve Got A Friend”, “Cuddle Up” comienza como una sencilla y desgarradora canción de Dennis Wilson basada en el piano. Pero una vez que comienza el estribillo, Dennis se rodea de remolinos de cuerdas en constante ascenso, a la altura de la creciente intensidad emocional de la canción. “Cuddle Up” se adentra en un pasaje instrumental triste bastante hermoso antes de lanzarse a la yugular emocional. Junto con temas como “Forever”, de Sunflower de 1970, demuestra que, si bien puede que no haya compartido la inventiva de Brian en el estudio, Dennis era capaz de crear algunos de los mejores arreglos de los Beach Boys de los años 70.

Lady Lynda (LA (Light Album), 1979)

El coqueteo más serio de los Beach Boys con la música clásica llegó de la mano del guitarrista Al Jardine, quien reutilizó la Cantata 147 de Bach (la fuente del himno “Jesu, Joy Of Man’s Desiring (Jesu, alegría de los deseos del hombre)” como tributo a su esposa. Con la ayuda de Dennis, Jardine armó un dulce arreglo con una introducción de clavicémbalo. A pesar de que se lanzó en un momento en el que parecía que el pasado pop del grupo había quedado atrás, el sencillo alcanzó el puesto número 6 en la lista de éxitos del Reino Unido.

Escucha lo mejor de los Beach Boys en Apple Music y Spotify.

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