Sinatra en 1987: el cantante de los ojos azules brilla en Dallas
Aunque en 1987 se encontraba en el ocaso de su carrera, cuando Sinatra subió al escenario en Dallas estaba en su mejor forma.
El Reunion Hall, la sede de los equipos de baloncesto y hockey sobre hielo de Dallas entre 1980 y 2008 (Dallas Mavericks y Dallas Stars, respectivamente), con capacidad para 18,000 espectadores, fue principalmente un estadio deportivo durante sus 28 años de vida. Sin embargo, en algunas ocasiones se utilizó como sala de conciertos y acogió a algunos de los nombres más importantes del mundo del rock y el pop, entre ellos Queen, Black Sabbath, Michael Jackson y Madonna. Para muchos, sin embargo, el concierto más trascendental que se ha realizado en la sala fue el que ofreció Frank Sinatra – calificado como el “mejor cantante del siglo XX” por el prestigioso crítico musical estadounidense Robert Christgau – el sábado 24 de octubre de 1987.
Por aquel entonces, el cantante de Hoboken, una auténtica leyenda viva, estaba a dos meses de cumplir 72 años. Sin embargo, no parecía estar pensando en la jubilación. 1987 había sido un año agitado con frecuentes conciertos en Estados Unidos e incluso un viaje a Italia en junio. El espectáculo de Dallas siguió a una actuación en Worcester, Massachusetts, y precedió a una estancia de una semana en el Bally’s Grand de Las Vegas.
Para el momento del show en el Reunion Hall su voz había visto mucha acción durante ese otoño de 1987. Sin embargo, desde el número de apertura – una versión enérgica y llena de swing de “You Are The Sunshine Of My Life” de Stevie Wonder (que le seguía a una obertura orquestal que serpenteaba a través de un popurrí de las canciones favoritas que definieron su carrera) – Sinatra mostró por qué todavía se le consideraba el “Presidente del Concejo”: su voz está en plena forma; lo que había perdido en tono, lo había ganado en carácter.
En cuanto a su repertorio, el concierto de Dallas ofreció algo diferente a lo habitual de Sinatra. Dejando de lado canciones emblemáticas como “I Get A Kick Out Of You”, “Come Fly With Me” y “I’ve Got You Under My Skin” en favor de melodías más lentas y reflexivas, lo que el público pudo escuchar en su lugar fueron algunas canciones menos conocidas del catálogo de Sinatra, entre ellas “You Will Be My Music” (de su LP de 1973, Ol’ Blue Eyes Is Back) y la encantadora “When Joanna Loved Me”.
Esta última es sólo una de las varias baladas sublimes que interpretó durante el concierto de Dallas, que también incluyó una versión con arreglos de Gordon Jenkins de la balada soft-rock de los años 70 de David Gates “If” y “What’s New” (“una canción triste pero hermosa”, dice Sinatra). Aún más notable en su interpretación fue otra balada, “My Heart Stood Still”, que Sinatra presenta como “una de las mejores historias de amor que cualquiera podría hablar o cantar”. Aquí es donde Frank se muestra en su mejor forma, no solo por la emoción con la que logra transmitir esta historia, sino por la manera en la que entrega una larga nota al final de la pieza, un maravilloso momento de técnica y expresión, especialmente para un hombre que se acerca a los 72 años.
A pesar de que en el concierto de Dallas de 1987 Sinatra se centró más en las baladas, todavía hubo algunos momentos memorables de canciones uptempo. Su versión de “Mack The Knife” de Kurt Weill está interpretada con gran porte y frescura, mientras que la favorita del público “The Lady Is A Tramp”, servida en el clímax del concierto, demostró que Sinatra todavía podía hacer swing con contundencia.
Aunque algunas de las canciones del concierto de Reunion Hall habían aparecido en lanzamientos oficiales (incluida una compilación de 1995 llamada Sinatra 80th: Live In Concert), la grabación de esta presentación no se lanzó en su totalidad sino hasta principios de 2018 como el tercer CD de la caja Standing Room Only. Ahora podemos escuchar por qué el concierto de Dallas ha sido tan apreciado por los Sinatráfilos que han pedido por su publicación durante muchos años. A pesar de que esta grabación captura a Sinatra en el ocaso de su vida, en ella todavía brilla intensamente. Su actuación durante el espectáculo de 20 canciones pinta un vívido retrato de un cantante de 71 años que evidentemente aún está enamorado de lo que hace y está dispuesto a llegar “hasta el final” para asegurarse de que sus fans regresen felices a casa. ¿Quién podría pedir más?
La actuación completa del 24 de octubre de 1987 en Dallas se presenta en la caja de 3 CD Standing Room Only, que puede adquirirse aquí.