‘Wild Life’ de Wings: Paul McCartney regresa con una banda

A fines de los años ‘60s, al igual que el resto de los Beatles, Paul McCartney se había desenamorado de la idea de formar parte de una banda luego de su separación. Pero uno de los efectos de hacer McCartney y Ram, dos excelentes álbumes esencialmente en solitario—aunque con la estrecha participación de su esposa Linda— fue recordar a Paul que todavía había mucho que decir sobre el enfoque colaborativo.

Así fue como, menos de siete meses después del lanzamiento de Ram, McCartney volvió a formar parte de un grupo. En su primera formación, Paul y Linda fueron acompañados por Denny Seiwell (el baterista que había tocado en Ram) y el ex-Moody Blue, Denny Laine, Wings llegó con el álbum Wild Life, lanzado el 7 de diciembre de 1971. Poco más de medio siglo después, el disco regresó en una edición masterizada a media velocidad.

Demostrando un sonido en vivo y sin artilugios, el cuarteto grabó el LP en el verano, en el antiguo terreno de Paul de los Abbey Road Studios, con la ingeniería de Tony Clark y Alan Parsons. Este fue un nuevo tipo de álbum para el ex Beatle, sin lanzar sencillos en el Reino Unido ni ningún intento en particular de escribir para las listas de éxitos.

El nombre de la banda ni siquiera aparecía en la portada ni tampoco el título del álbum (que, como la sola palabra Wildlife, también había sido el nombre del tercer LP de Mott The Hoople, lanzado el marzo anterior). El marketing estilo guerrilla del disco incluyó un anuncio de EMI en la prensa musical de principios de diciembre que decía “Fecha de lanzamiento: tan pronto como sea posible”.

Cinco de las ocho canciones de Wings se grabaron en una sola toma, la mayor parte del disco en tres días y todo se completó en quince días. Incluyeron un cover del éxito estadounidense de principios de 1957 de Mickey & Sylvia, “Love Is Strange”, interpretado a menor velocidad. Pero, dentro de un álbum de placeres sencillos, también había composiciones infravaloradas como “Tomorrow”, “Some People Never Know” y la inquietante y minimalista “Dear Friend”.

Mike Hennessey de Record Mirror destacó este último tema como su favorito, “una hermosa balada sencilla en clave menor con un fino arreglo de cuerdas de Richard Hewson y un atractivo obligato de oboe”. En NME, Richard Green comentó: “Dependiendo de qué lado toques primero, te encontrarás saltando arriba y abajo con el buen rock ‘n’ reggae a la vieja usanza o cerrando los ojos disfrutando de canciones suaves, románticas y de ensueño”. En cuanto al propio McCartney, declararía a Rolling Stone en 1974: “Te tienen que gustar lo que hago para que te guste el disco”.

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Paul y Linda habían estado en el número uno de la lista Hot 100 de Billboard tan recientemente como la primera semana de septiembre de 1971 con la canción de Ram, “Uncle Albert/Admiral Halsey”. Dos meses más tarde, el 8 de noviembre, McCartney lanzó el nuevo proyecto con un baile para 800 invitados—algo sencillo—en el Empire Ballroom de Leicester Square en Londres.

El evento contó con el acompañamiento musical del grupo de baile nostálgico, Ray McVay & his Band of the Day, y del conjunto de formación de baile Frank & Peggy Spencer Formation Team, además de temas del propio Wild Life. Cash Box lo calificó como “un novedoso alejamiento de la pauta general de los junkets convencionales de la industria”.

Este álbum de perfil relativamente bajo alcanzó su punto máximo en su debut en la posición 11 en el Reino Unido y el número 10 en una estancia de 18 semanas en las clasificaciones de Billboard en Estados Unidos. Se situó cómodamente en el Top 10 en muchos países europeos y en el No. 3 en Australia. Pero las clasificaciones de las listas eran mucho menos importantes que el nuevo estado de ánimo que Wild Life creó para las futuras conquistas de McCartney.

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