‘Into The Great Wide Open’: Tom Petty & The Heartbreakers vuelan alto

En 1991 se sentía que el cambio estaba por llegar. A medida que se acercaba el verano, pocos podrían haber predicho la tormenta que se acercaba en la forma de una serie de álbumes fundamentales para aquella generación. Entre ellos, Ten de Pearl Jam y, un mes después, Nevermind  de Nirvana. En medio de este cambio de guardia, Tom Petty And The Heartbreakers se enfrentaron al que quizá fue el período más crucial de su carrera de década y media. Después de volar en solitario en Full Moon Fever, Petty se reunió con The Heartbreakers el 2 de julio de 1991 para lanzar al mundo este clásico del rock’ n’ roll de los 90, Into The Great Wide Open.

Escucha Into the Great Wide Open de Tom Petty And The Heartbreakers ahora.

Tan solo dos años antes, Petty había demostrado sus habilidades en su debut en solitario, Full Moon Fever. Es un álbum que contenía varios de sus temas más emblemáticos, entre ellos “I Won’t Back Down”, “Runnin’ Down A Dream” y “Free Fallin’”, que décadas después siguen siendo clásicos de la radio de rock. Estas canciones que llegaron luego de un incendio en 1987 donde un pirómano quemó por completo la casa de Petty, ofrecía una nueva perspectiva y un cambio sonoro para su carrera.

Dando al rock’ n’ roll tradicionalista un brillo moderno

Con el auge del rock alternativo en el horizonte habría sido fácil para Petty And The Heartbreakers tomar un giro brusco y canalizar a alguna banda del momento, como quizás lo podrían haber hecho con el sonido de R.E.M. En lugar de eso, añadieron un brillo moderno al rock’ n’ roll tradicionalista y volvieron a meterse de lleno en las conversaciones del rock mainstream.

Cuando llegó el momento de que Petty volviera a reunir a The Heartbreakers a principios de los 90, el cantautor se encontraba en un gran momento en su carrera, que fue lo que le ayudó a seguir adelante. Con la ayuda del productor de Full Moon Fever Jeff Lynne, conocido por ELO, Petty y el guitarrista de The Heartbreakers, Mike Campbell, dirigieron el octavo trabajo de estudio de la banda.

Bajo la dirección de producción del trío, las sesiones de Into The Great Wide Open continuaron donde se habían quedado las de Full Moon Fever. El álbum, que fusiona el sonido de Laurel Canyon con un rock que venía de lo profundo del corazón, fue un éxito tanto comercial como para la crítica, alcanzando el puesto número 13 en la lista Billboard 200.

Una hermosa simplicidad

Cuando se lanzó Into the Great Wide Open, éste fue elogiado como un gran regreso para Petty And The Heartbreakers. En particular, “Learning To Fly” y la canción que le da título al disco fueron vistas ampliamente como la evolución lógica con respecto al álbum anterior de Petty. Incluso con un arreglo escueto de cuatro acordes, “Learning To Fly” ilustra lo mucho que Petty podía hacer con una canción aparentemente sencilla, convirtiéndola en un imponente himno. El sencillo producido por Jeff Lynne fue un éxito rotundo, llegando al puesto número 28 de la lista Billboard Hot 100 y obteniendo una nominación al Grammy como la Mejor Canción de Rock. En una carrera repleta de éxitos, éste se convirtió en el sencillo más exitoso de Petty (en cuanto a las listas se refiere) desde “The Waiting” de 1981.

Junto con “Learning To Fly”, el éxito de Into The Great Wide Open se debió en gran medida a la canción que le da título al disco, una historia con moraleja sobre un joven soñador que llega a Los Ángeles y se deja seducir por la industria discográfica. Es una historia conocida por todos, pero gracias al lirismo evocador de Petty y su oscuro ingenio, éste se demuestra como un narrador magistral de historias al que nunca se le acaban las palabras. Al éxito de la canción contribuyó sin duda su video musical repleto de estrellas, protagonizado por Johnny Depp en el papel de “rebelde sin causa” y cameos especiales de Faye Dunaway, Terence Trent D’Arby, Chynna Phillips y Matt LeBlanc. Petty incluso llegó a decir a Rolling Stone que “la gente se me acercaba queriendo convertirlo en una película”.

Pero Into The Great Wide Open tiene mucho más que ofrecer que sus revolucionarios sencillos. En este disco Petty y la banda se escuchan en su mejor momento, ya sea en la clásica canción para la carretera “Kings Highway”, con su reverberación resplandeciente, o en el tema antibélico “Two Gunslingers”, un sencillo tintineante sobre alejarse de una pelea que nadie pidió y que fue ampliamente interpretado como un comentario sobre la primera Guerra del Golfo. En el disco se percibe una inquietante sensación de pasión por los viajes, desde la persistente búsqueda por la fama en la canción que titula al disco, la invocación a la carretera en “Kings Highway” y la premura de volver de “You And I Will Meet Again”.

Mirando al futuro

Lo más importante, desde un punto de vista mainstream, es que Into The Great Wide Open permitió a Petty And The Heartbreakers conservar su lugar como una de las bandas más brillantes y consistentes del rock. Fue un gran éxito comercial, gracias a la producción estilizada y la evolución sonora de Full Moon Fever, el álbum se convirtió en una parte vital del catálogo de Tom Petty And The Heartbreakers.

Si bien Tom Petty And The Heartbreakers irrumpieron en la escena musical como astutos advenedizos en los años 70 y dominaron la radio FM en los 80, Into The Great Wide Open los impulsó a otra década de relevancia y dominio el rock clásico.

Más tarde tendrían un gran éxito con “Mary Jane’s Last Dance” en el disco Greatest Hits de 1993. Wildflowers de 1994 también fue otro logro profesional para Petty, pero nada de eso hubiera sido posible sin el éxito de Into The Great Wide Open. Tom Petty And The Heartbreakers son parte de un grupo poco común de artistas que han mantenido décadas consecutivas de relevancia sin repetir la misma fórmula. Gracias a su “banda de hermanos” y su musa productora, Into The Great Wide Open consolidó el estatus de Petty como un maestro del gancho pop y uno de los mayores guardianes del rock’ n’ roll.

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