‘1967 – Sunshine Tomorrow’: Los Beach Boys en su máximo auge creativo
Un lanzamiento de archivo de 1967 que captura el pico creativo de The Beach Boys en torno al álbum ‘Wild Honey’.
Los Beach Boys alcanzaron su cima creativa en otoño, invierno y primavera de 1966 y 1967, cuando Brian Wilson produjo las legendarias sesiones de Smile, al mismo tiempo que los Beatles preparaban Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band. Mientras Smile se retrasaba y –finalmente se publicaba más de 40 años después, lo que le valió al grupo su primer premio Grammy– la creatividad de los Beach Boys se estaba desmoronando en hermosos pináculos individuales que salieron a la luz a través de 1967 – Sunshine Tomorrow, una colección de archivo que revela cómo se gestaron álbumes como Smiley Smile y Wild Honey.
Al principio, se pensó que Smile simplemente se retrasaría, como indicaba un memorando de julio de 1967 del director de A&R de Capitol Records, Karl Engermann: “Estuve de acuerdo con Brian en que el mejor curso de acción sería no incluir el folleto [de Smile ] con el paquete Smiley Smile”, señaló Karl, “sino más bien guardarlo para el próximo álbum que incluirá las 10 selecciones antes mencionadas”.
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Ese tentador detalle de parafernalia de una compañía discográfica de los años 60 sugiere que la dirección creativa de Smile en sí no fue considerada una causa perdida por el sello o Brian Wilson, sino que, de hecho, alentó a que se produjera un verdadero “final” en un futuro muy cercano. En 1967 – Sunshine Tomorrow, puedes escuchar los intentos de Brian Wilson de continuar en el modo de grabación de Smile (“Cool, Cool Water”, “Can’t Wait Too Long”, “Surf’s Up”), a la vez que trabajaba con la banda de una manera más ligera y desenfadada en lo que se convirtió en Smiley Smile (lanzado el 18 de septiembre de 1967), Wild Honey (lanzado exactamente tres meses después, el 18 de diciembre de 1967) y los temas inéditos del álbum en directo Lei’d In Hawaii.
Tras el Festival Pop de Monterey, los Beach Boys intentaron compensar su ausencia haciendo algo por su cuenta. Si bien la película y el álbum propuestos, Lei’d In Hawaii, nunca se llegaron a montar en un álbum, las imágenes de los conciertos de agosto de 1967 llegaron a aparecer por primera vez en el documental de 1985 The Beach Boys: An American Band, de Malcolm Leo. 1967 – Sunshine Tomorrow captura no solo la esencia de los conciertos en Honolulu, sino también las grabaciones realizadas al mes siguiente en el estudio de Wally Heider en Cahuenga Boulevard en Hollywood.
Estas grabaciones intentaron emular los arreglos hechos para el concierto y, de hecho, son muy interesantes por sí mismas, especialmente las versiones del éxito de The Box Tops “The Letter”, “The Game Of Love” de Wayne Fontana And The Mindbenders y “With A Little Help From My Friends” de The Beatles. La cinta del concierto también muestra a los Beach Boys abriendo el espectáculo con un tributo a Thee Midniters de East LA (“Whittier Blvd”) y tocando algo que hace referencia a su propio barrio de South Bay, “Hawthorne Boulevard”.
Alejándose verdaderamente de las densas producciones de Pet Sounds y Smile, el trabajo de los Beach Boys durante la segunda mitad de 1967 se adentró en un ámbito musical que más tarde sería denominado por los fans del rock alternativo en los años 90 como “Sunshine pop”. Este tipo de música también estaba siendo creada durante la segunda mitad de los años 60 por The Mamas & The Papas, The Association y The Turtles (contemporáneos locales de los Beach Boys en sus días de creación de éxitos). De hecho, el último sencillo de los Beach Boys de 1967, “Darlin’”, resultó ser un soplo de aire fresco que se terminó colando en los primeros momentos de los conciertos de los Beach Boys durante más de 30 años (la banda abriría con la grandiosa “California Girls”, pero entonces Carl Wilson irrumpía inmediatamente con “Darlin’” para poner a los asistentes al concierto, ya de pie debido a la obra maestra que utilizaron de apertura, directamente en modo baile). La canción fue inmortalizada por frases populares de la época, incluyendo la línea “more soul than I ever had” y “dog-gone outtasight”. Debido a su longevidad como parte clave de los conciertos, “Darlin’” sobrevivió con creces a su modesto puesto número 19 en el Billboard Hot 100 y su puesto número 11 en el Reino Unido.
Aquellos que añoraban las melodías más recientes de Pet Sounds tuvieron más a su disposición con “Let The Wind Blow” y “Country Air”. En esta última se percibe como dejan un poco de lado la complejidad y los efectos psicodélicos a favor de darle al escucha una canción más espaciada que inclusive tiene efectos de sonido de gallo para consolidar por completo su concepto rural.
Estos trabajos también reflejan que los Beach Boys estaban en sintonía con el momento cultural de 1967. Un aspecto que suele destacar de Wild Honey es el momento sorpresa al final de “I’d Love Just Once To See You”, que termina con la frase “in the nude” y una ronda vocal alegre de “doo doo doo” (que, como muchos de los coros de Wild Honey, se beneficia enormemente de la nueva mezcla de las canciones que se hicieron para 1967 – Sunshine Tomorrow). En un momento en el que la revolución sexual estaba llegando a su apogeo, Brian Wilson se lanza a un momento de guitarra acústica melódica y simple donde… la desnudez es lo que conduce todo.
Más tarde, Carl Wilson sacude el ritmo en el tema original de Mike Love/Al Jardine/Bruce Johnston/Brian Wilson “How She Boogaloo’d It”, aullando “Sock-it, sock-it to me”, no tanto como Aretha Franklin en “Respect”, sino más como algo con lo que Goldie Hawn podría bailar en Laugh-In (una versión absurda y de programa de variedades del “Love-In”, el que fuera el programa de televisión número uno en Estados Unidos en aquel momento). Bruce toca su mejor línea de teclado de garage-rock mientras Carl se va cantando “The walls are movin, the ceilin’s a reelin”.
Los Beach Boys se enamoraron de 1967, pero de esa manera tan personal y sin pretenciones (y en última instancia divertida) que le dio a sus éxitos de principios de los 60 un atractivo tan amplio. “A Thing Or Two” (en la que Al comparte la voz con Carl y Brian) suena como un ensayo para su sesión de 1968 “Do It Again”, una canción llena de acordes ingeniosos.
Todo esto podría haber parecido ridículo en manos menos competentes, pero gracias al trabajo de composición clásico de Brian Wilson y Mike Love (“Aren’t You Glad”) lograron crear algo de peso en medio de toda esta ligereza. “Wild Honey es uno de los mejores álbumes del año pasado”, escribió el editor de Crawdaddy!, mientras que Paul Williams dijo que era “un disco encantador lleno de canto exuberante y música hermosa y evocadora”.
Elogios como este, provenientes de la primera revista de rock underground, demostraron que las bandas no tenían que sumarse a la tendencia de las prolongadas jam sessions que estaban en auge en 1967 para recibir el reconocimiento de los entendidos de la contracultura. El regreso de los Beach Boys al minimalismo estaba empezando a dar sus frutos: los músicos de estudio volverían para los siguientes álbumes, Friends y Sunflower, que tenían la amplitud y la simplicidad de Wild Honey, pero agregados con el sonido de producción más boyante que Brian Wilson ahora comenzaba a compartir progresivamente con sus hermanos Dennis y Carl.
Una muestra de que la banda estaba en la cresta de la ola después de Smile es la calidad extremadamente impresionante de las canciones que quedaron enlatadas durante las sesiones de Wild Honey, recopiladas con una claridad de audio sorprendente en 1967 – Sunshine Tomorrow. “Lonely Days”, nunca terminada del todo, comienza como el tipo de canción que escucharíamos mucho en los desenfrenados principios de los 70, con un estilo similar a “It Never Rains In Southern California” del cantante británico Albert Hammond, pero marcada por ese mágico falsete de Brian Wilson. También puedes escuchar la belleza sin adornos de “Time To Get Alone”, que presenta el tono minimalista de Wild Honey, sin los “acabados” más voluminosos que aparecen en la versión de 1969 de su álbum 20/20.
“Honey Get Home”, sin letra ni voz, tiene un estilo más alegre y lleva consigo el sonido definitivo de Wild Honey. También hay un rápido intento por hacer una versión de los Beach Boys de “Hide Go Seek” de The Honeys, que muestra cómo era la manera en la que Wilson recuperaba melodías de épocas anteriores para crear material nuevo (como hizo con “Darlin’”, una reescritura de otra de sus producciones, “Thinkin’ ’Bout You Baby” de Sharon Marie).
El lanzamiento de The 1967 – Sunshine Tomorrow se convierte, junto con las cajas de Pet Sounds y Smile Sessions, en uno de los lanzamientos de archivo más importantes en la historia de los Beach Boys. Escuchar cómo desmenuzaron las cosas durante las sesiones de Smiley Smile resulta en algunos momentos sublimes, incluida la manera en la que “Little Pad” y “Wind Chimes” revelan cómo fue que la banda comenzó a replantearse sus presentaciones en directo. Brian Wilson, haciendo lo que pudo para darle los toques finales a las pepitas de Smile más tarde ese mismo año, muestra a una banda que se relaja después de algunas de las alturas más vertiginosas alcanzadas en la historia de la música.