‘One Night Only’: los Bee Gees en Las Vegas, una sensación mundial

Los fans que acudieron a ver a Barry, Maurice y Robin Gibb en el MGM Grand de Las Vegas el 14 de noviembre de 1997 sabían que les esperaba algo especial. Este concierto único, que en un momento dado iba a ser la despedida en vivo de los Bee Gees (fue lanzado como el álbum en vivo One Night Only), incluyó éxitos de lo que ya era un increíble repertorio de cuatro décadas de canciones clásicas. Este concierto también incluyó una aparición especial de Céline Dion y un homenaje a su difunto hermano Andy.

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Grabado para su lanzamiento en audio y video, One Night Only fue un CD de los mejores momentos de la presentación y un DVD del show completo, que siguieron una transmisión de pago por evento en Estados Unidos durante la víspera de Año Nuevo de 1987. Lanzado el 7 de septiembre de 1998, el álbum obtuvo ventas de platino y multiplatino en todo el mundo. Una vez más, la “fiebre nocturna” se extendía rápidamente, 30 años después del primer éxito internacional del grupo.

Una actuación que abarca toda su carrera

Los Bee Gees interpretaron no menos de 32 canciones en aquella noche en Nevada, en una actuación que se remontó a sus primeros éxitos mundiales, como “New York Mining Disaster 1941”, “Massachusetts”, “To Love Somebody” y “Words”. También presentaron éxitos de principios de los 70, como “Lonely Days”, “How Can You Mend A Broken Heart” y “Run To Me”. A ellos se unieron muchos éxitos de la era disco de Bee Gees, incluyendo “Jive Talkin’”, “Stayin’ Alive” y, tanto para abrir como para cerrar el espectáculo, “You Should Be Dancing”.

También le dieron mucha importancia a sus propias versiones de canciones que estos tres prolíficos compositores hicieron para otros artistas, como “Heartbreaker” (Dionne Warwick), “Islands In The Stream” (Kenny Rogers y Dolly Parton), “More Than A Woman” (Tavares) y el dueto de Barry con Barbra Streisand, “Guilty”.

Por el camino, los Bee Gees reconocieron otras favoritas del grupo como “Alone” y “One”; dieron la bienvenida a Céline Dion en el escenario para hacer sonar su próximo éxito (mismo que ellos escribieron) “Immortality”; y dejaron que sonara la voz grabada de Frankie Valli para recrear otro de sus éxitos millonarios en el cine: “Grease”. Todo ello mientras una de las estrellas de la película Grease, Olivia Newton-John, se encontraba sentada entre el público.

Un periodo intenso

Con enorme emoción, el concierto también los hizo cantar uno de los éxitos de Andy, “(Our Love) Don’t Throw It All Away”, escrito por Barry con Blue Weaver. La voz de su hermano pequeño, fallecido en 1988, a la edad de 30 años, se escuchó en la segunda estrofa, y un recinto abarrotado lloró junto con los tres hermanos que se encontraban sobre el escenario.

El concierto tuvo lugar durante un período intenso para los hermanos Gibb, apenas pocos meses después del lanzamiento de su álbum de estudio número 21, Still Waters, y su incorporación al Salón de la Fama del Rock and Roll, entre otros honores. Still Waters les dio nuevos temas emblemáticos, en particular el antes mencionado “Alone”, que llegó al Top 10 en muchos países, y las posteriores entradas en el Top 20 del Reino Unido “I Could Not Love You More” y “Still Waters (Run Deep)”. También tocaron esta última canción en una presentación en el programa de televisión The Late Show With David Letterman en septiembre de 1987.

Cuando aparecieron el álbum y el DVD de One Night Only, lo que había comenzado como un único concierto de despedida se convirtió en una gran gira. Comenzando en la RDS Arena en Dublín, el 29 de agosto de 1998, esta los llevó al Wembley Stadium de Londres durante la semana de lanzamiento y a citas igualmente grandes en Buenos Aires y Pretoria. El siguiente mes de marzo trajo presentaciones en territorio familiar para los hermanos criados en Australia, en Auckland y Sydney.

Impulsándose mutuamente

“Tuvimos cuatro galardones Lifetime Achievement Awards en tres meses, desde los World Music Awards hasta nuestra inducción al Salón de la Fama del Rock And Roll”, le dijo Maurice a Johnny Black en Mojo sobre la temporada de reconocimientos que precedió al concierto de Las Vegas. “Quiero decir, eso es bastante extraño. Simplemente todo comenzó a cambiar, y la gente empezó a escuchar. Así que cuando los shows en vivo de One Night Only salieron en 1998, hubo un interés increíble”.

Eso se reforzó cuando el álbum que conmemoraba su noche en Las Vegas llegó al número uno en Australia y Nueva Zelanda, al número 4 en el Reino Unido y al Top 5 en muchos otros territorios. One Night Only se erige como el principal testimonio de un grupo que comparte su inigualable vínculo fraternal y su creatividad frente a decenas de miles de fans en los conciertos, y luego millones más en el disco.

“Todos somos jefes de esta banda en un momento u otro”, dijo Barry en la entrevista de Mojo. “Si realmente me obsesiono con algo y no quiero hacerlo y todos los demás sí, mi esposa Linda se da la vuelta y dice: ‘Ponte los pantalones y ve, hazlo y deja de quejarte’. De hecho, todas las esposas de Bee Gees son así de buenas. No tienen tiempo para nuestros egos. Nos dicen: ‘Esto es ese asunto del ego del mundo del espectáculo: deshazte de él, actúa según tu edad’. Entonces somos así entre nosotros, como hermanos. Nos impulsamos mutuamente”.

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