‘Night Moves’: el clásico de Bob Seger y The Silver Bullet Band

En el momento en el el cantautor Bob Seger conectó con las grandes audiencias, él ya había pagado más derecho de piso del que le correspondía. A menudo aclamado por la crítica por una característica voz rasposa pero apasionada y un rock and roll áspero pero conmovedor, se puede decir que Seger ya había sido una auténtica estrella en su Detroit natal desde mediados de los 60. Su primer éxito nacional se produjo en 1969 cuando su enérgico “Ramblin’ Gamblin’ Man” alcanzó el puesto 17 en la lista Hot 100 de Billboard, que fue un primer paso en el camino de lograr su primer álbum Top 10 en Estados Unidos, el Night Moves de 1976.

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Sin embargo, al principio de su carrera Bob tuvo complicaciones para mantener un éxito sostenido. A pesar de tener varios LPs con buen recibimiento, como Back In ’72 y Brand New Morning, publicado por Capitol, los primeros años de la década de 1970 fueron relativamente malos para Seger. De hecho, su éxito comercial no mejoró sino hasta que reclutó a un nuevo y talentoso grupo de acompañamiento en 1974.

Esta nueva banda se compuso de un conjunto versátil que incluía a estrellas respetadas de Detroit como el guitarrista Drew Abbott y el baterista Charlie Allen Martin. Este grupo, bautizado como la Silver Bullet Band apoyó hábilmente a Seger en el álbum Seven de 1974 y Beautiful Loser del año siguiente, momento en el cual Seger había vuelto a firmar con Capitol. El éxito continuó con Live Bullet, recopilado a partir de dos conciertos en el Cobo Hall de Detroit en septiembre de 1975. Sin embargo, a pesar de que este disco recibió mucho apoyo radiofónico y alcanzó el puesto 34 en las listas de Estados Unidos, Seger seguía siendo relativamente desconocido fuera de su Michigan natal.

Esa situación cambió drásticamente cuando Capitol publicó Night Moves el 22 de octubre de 1976. Ensamblado a partir de varias sesiones de la Silver Bullet Band en Detroit y un cuarteto de canciones grabadas con la legendaria Muscle Shoals Rhythm Section en Alabama, el álbum obtuvo inmediatamente la aprobación de la crítica. En este sentido, el crítico de Rolling Stone Kit Rachlis dio en el clavo cuando sugirió: “Night Moves ofrece rock’n’roll en el molde clásico: audaz, agresivo y grandilocuente”.

Convencidos de que por fin había llegado el momento de Seger, sus fans de antaño y el público estadounidense en general se enamoraron en masa de la seductora mezcla de influencias que se podían percibir en su trabajo, una combinación del rock’n’roll de raíz y la actitud tosca y ruda perceptible a trav+es de Night Moves. Si bien el himno “Rock’n’Roll Never Forgets” y el obsceno “Sunspot Baby” (“Me dio una dirección falsa/Se fue con mi American Express”) eran ejemplos del mejor el rock’n’roll duro de Detroit, los verdaderos éxitos Top 30 del disco fueron la elegante balada “Mainstreet” y la conmovedora canción que le da título al álbum. Dos canciones impregnadas de una ambición enorme, muy al estilo de Springsteen, que ayudarían a que el éxito del curtido Seger pudiera sobrevivir a la mayoría de sus contemporáneos.

Night Moves alcanzó el número 8 en la lista US Billboard 200 y elevó a Bob Seger a la categoría de superestrella, vendiendo más de seis millones de copias en Norteamérica. Su éxito también animó a sus nuevos fans a invertir su dinero en el alabado Live Bullet, que más tarde alcanzó la certificación de quíntuple disco de Platino y regresó al Billboard 200 de Estados Unidos, donde permaneció durante la fenomenal cifra de 168 semanas.

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