‘Adrenalize’: cómo fue que Def Leppard inyectó de energía al rock de los 90
Lanzado en el apogeo del grunge, ‘Adrenalize’, que fue la esperada continuación de ‘Hysteria’ de Def Leppard, vio cómo esta banda llenó al mundo de energía rockera.
Hysteria, el histórico cuarto álbum de Def Leppard, resultó ser un caso de estudio sobre cómo convertir la tragedia en éxito. Sin embargo, al grabar el disco que le continuaría, Adrenalize, la banda tuvo que enfrentar de nuevo una adversidad inimaginable.
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El quinteto de Sheffield mostró sus tablas durante la realización de Hysteria, cuando el baterista Rick Allen logró superar un accidente automovilístico – casi fatal – que lo dejó sin su brazo izquierdo. Allen tuvo la valentía de dominar un kit de batería personalizado para permitir que Def Leppard siguiera tocando. Hysteria hizo honor a su nombre, vendiendo la impresionante cantidad de 25 millones de copias en todo el mundo y generando no menos de siete sencillos exitosos.
A pesar de esta odisea, la banda tuvo otra crisis mientras trabajaba en las canciones de su siguiente álbum, Adrenalize, cuando el guitarrista y compositor Steve Clark murió a causa de problemas relacionados al alcoholismo en enero de 1991, con tan solo 30 años. Como era de esperarse, sus compañeros de banda estaban devastados. Pero gracias a su amistad y unión, el grupo siguió adelante, en algunos casos trabajando en demos de varias canciones que Clark y su compañero guitarrista Phil Collen habían estado preparando antes de su muerte.
Desde que Collen fue reclutado en la banda, para la creación de High’n’Dry de 1981, tuvo una conexión casi telepática con Clark. Tal es así, que esa simbiosis entre las partes rítmicas y los solos de los dos guitarristas se convirtieron en un elemento crucial de los exitosos álbumes Pyromania e Hysteria, y sus característicos duelos de sonido se impregnaron en la estructura misma del “sonido de Def Leppard”.
Para Collen, fue un proceso muy profundo tener que asumir la responsabilidad de tocar todas las partes de guitarra de Clark en Adrenalize. “Estaba sentado allí con él [Clark] cuando tocó las partes por primera vez”, le dijo más tarde a Geoff Barton de Classic Rock. “Podía transmitir eso, pero fue como seguirle el juego a un fantasma”.
A pesar de ello, Def Leppard se atrincheró, se recuperó y regresó al estudio. En esta ocasión, el experimentado productor Mutt Lange estuvo ausente, dejando la producción del disco en las manos de Mike Shipley, quien también había sido el ingeniero de estudio para Hysteria (y quien más tarde ganaría un Grammy por su trabajo en el álbum Paper Plane de Alison Krauss & Union Station).
Era normal que los fanáticos de la banda se preocuparan sobre si Def Leppard podría sobrevivir a la pérdida de Steve Clark. Sin embargo, cuando se lanzó Adrenalize, el 31 de marzo de 1992, todos sintieron un gran alivio. Con el ridículamente contagioso “Let’s Get Rocked” como principal tema del álbum, Adrenalize nuevamente superó las expectativas.
El álbum tiene una buena cantidad de temas rockeros obscenos (“Make Love Like A Man”, “Personal Property”, “Tear It Down”), que se compensan con himnos radiofónicos de sonido gigante como “Heaven Is” y la gloriosa balada “Have You Ever Needed Someone So Bad”. Sin embargo, y tal vez inevitablemente, donde Leppard dio rienda suelta a sus ambiciones fue en “White Lightning”, un saludo épico de siete minutos a su camarada caído, en el que Phil Collen tocó de manera sorprendente la guitarra principal.
Rolling Stone astutamente describió Adrenalize como “una cadena aparentemente interminable de canciones enérgicas y llenas de ganchos pesados sobre chicas”, y después de que “Let’s Get Rocked” subiera al número 2 en el Reino Unido y entrara en el Top 20 de Billboard, el álbum también se infiltró en la cumbre de las listas de álbumes del Reino Unido y Estados Unidos. No es poca cosa para un álbum de hard rock/metal lanzado mientras las superestrellas del grunge como Nirvana y Pearl Jam se encontraban en el apogeo de su fama.
Ansiosos por asegurarles a los fanáticos que habían regresado para siempre, Def Leppard reclutó al versátil ex guitarrista de Dio/Whitesnake Vivian Campbell para hacer mancuerna con Phil Collen. Con ello, se embarcaron en una gira mundial de 18 meses que comenzó tras la aclamada aparición de la banda en el concierto tributo a Freddie Mercury, repleto de estrellas, en el estadio Wembley de Londres, en abril de 1992. Como era de esperarse, toda esta actividad le trajo más exposición a Adrenalize, llevándolo a convertirse en un álbum multi-platino y otro gran éxito para este quinteto aparentemente invencible, bendecido con una habilidad inigualable para enfrentar las adversidades y triunfar.
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