‘Hysteria’: Cómo fue que Def Leppard provocó un frenesí mundial
Repleto de éxitos, ‘Hysteria’ fue el momento que definió la carrera de Def Leppard, un disco que suena tan poderoso como nunca.
Hysteria de Def Leppard es uno de esos discos particulares que se sienten mucho más grandes que la suma de sus partes. Aunque en apariencia es un álbum de hard rock sin complejos, su armonía inherente y sus ganchos fulminantes aún atraen a fans del pop de todas las tendencias. La creencia generalizada de que el disco es el trabajo definitivo de este perdurable grupo de Yorkshire viene respaldada por una serie de premios de la industria y ventas mundiales que ascienden a más de 25 millones.
Las estadísticas no mienten, pero tampoco cuentan la historia completa. Si bien Hysteria llevó a Def Leppard a la cima del estrellato, su creación estuvo plagada de contratiempos. De hecho, en retrospectiva, parece asombroso que el álbum llegara a terminarse.
Con su enorme éxito de 1983, Pyromania, que había vendido más de 10 millones de copias, Leppard comenzó a grabar Hysteria con buen impulso, pero los problemas les asolaron desde el principio. El productor de Pyromania, Mutt Lange, abandonó la tarea por agotamiento y la banda se sintió frustrada después de pasar ocho meses largos y relativamente improductivos en el estudio con quien fuera su reemplazo, el compositor y productor de Meat Loaf, Jim Steinman.
Luego, el 31 de diciembre de 1984, sobrevino el desastre cuando el baterista Rick Allen perdió el brazo izquierdo en un horrible accidente automovilístico en la A57, en las afueras de Sheffield, la ciudad natal de la banda. Como era de esperarse, Leppard estaba devastado, pero a pesar de la gravedad de su accidente, Allen estaba decidido a seguir tocando.
“Tuve que dejar de compararme con cómo solía ser… pero también me di cuenta de que podía hacer ciertas cosas que nunca antes había podido hacer”, dijo Allen en el momento del 30 aniversario de Hysteria, en 2017. “Y me di cuenta de que podía patear casi tan bien con la pierna izquierda como con la derecha”.
Animado por sus compañeros de banda, Allen trabajó con la compañía de baterías Simmons para diseñar un kit personalizado que tocó por primera vez en Hysteria. Con disparadores electrónicos, su configuración de batería renovada sin querer le dio a Leppard una dimensión completamente nueva, algo que resonó con el reorientado Mutt Lange, quien regresó a la silla del productor cuando la salud de Allen se recuperó lo suficiente como para reanudar las sesiones de Hysteria.
“[Mutt] quería hacer de Hysteria una versión hard rock de Thriller [de Michael Jackson]”, dijo Phil Collen, guitarrista de Leppard, a Guitar World en 2012. “El hecho de que con Thriller tuvieras a un artista de R&B que cruzó no solo al pop, sino a todo, incluso al rock con Eddie Van Halen tocando en ‘Beat It’, eso realmente nos unió a Mutt y a nosotros”.
Leppard estaba familiarizado con las exigentes técnicas de estudio de Lange, pero con High’n’Dry y Pyromania demostró que podía obtener resultados, así que cuando decidió que quería grabar la batería al final y capturar la mayoría de las partes de guitarra de Collen y Steve Clark a través de amplificadores de auriculares Rockman, en lugar de las tradicionales pilas Marshall, la banda lo complació con gusto. Además, a medida que comenzaron a acumular himnos atemporales como “Rocket”, “Animal” y el incendiario “Armageddon It”, todos los involucrados comenzaron a darse cuenta de que estaban creando algo excepcional.
Los fans estaban comprensiblemente preocupados de que la continuación de Pyromania había tardado cuatro años en realizarse, pero esos sentimientos de ansiedad se evaporaron rápidamente en cuanto escucharon Hysteria, un disco repleto de éxitos y lleno de confianza. De hecho, el disco no tardó en hacer honor a su título cuando encabezó la lista de álbumes del Reino Unido tras su lanzamiento, el 3 de agosto de 1987, y finalmente se mantuvo en el Top 40 durante 105 semanas consecutivas.
En los Estados Unidos, dos de los sencillos derivados del álbum – “Animal” y la canción que le da título – alcanzaron su punto máximo dentro del Top 20 de la lista Hot 100 de Billboard. Sin embargo, después del éxito emblemático de Hysteria, el incontenible “Pour Some Sugar On Me”, se disparó al número 2 y, con ello, Norteamérica finalmente capituló. Gracias a esta canción, la balada lenta del álbum, “Love Bites”, encabezó la lista Hot 100 en enero de 1989. Con el impulso creciendo como una bola de nieve, Hysteria alcanzó el número 1 en el Billboard 200 y permaneció en la lista de Estados Unidos durante más de tres años, tiempo durante el cual Def Leppard se convirtió en una de las bandas más grandes del planeta.
“Superó nuestras expectativas”, dijo Phil Collen, reflexionando sobre el momento decisivo de su banda, en 2017. “[Con Hysteria], el objetivo no se trataba de solo tocar para el público de rock, sino tocar para todos. Y creo que lo logramos. Eso, para mí, es el punto culminante de nuestra carrera”.