‘Slang’: Def Leppard domina el nuevo lenguaje del rock en los años 90

A diferencia de la mayoría de los actos de metal de estadio que fueron arrasados por el grunge, Def Leppard mantuvo su relevancia a lo largo de los años 90. Aunque reconstruido mientras lloraban a su camarada caído, Steve Clarke, Adrenalize de 1992 los recompensó con su tercer álbum multi-platino consecutivo. Más tarde, su continuación de 1996, Slang, volvió a demostrar que Def Leppard tenía la fe y el valor necesarios para adaptarse a los nuevos tiempos.

Escucha Slang de Def Leppard ahora mismo.

Para ser justos, Joe Elliott y compañía serían los primeros en reconocer que las cosas habían cambiado desde que lanzaron su característico sonido de rock de estadio en los años 80. Cuando Slang se publicó por primera vez por Mercury, el 14 de mayo de 1996, sólo faltaban unos meses para el triunfal concierto de dos noches de Oasis en Knebworth, en el Reino Unido, y el britpop estaba en su apogeo. Mientras tanto, en los Estados Unidos, una nueva generación de superestrellas del rock alternativo estaba lanzando títulos emblemáticos como el ambicioso Mellon Collie And The Infinite Sadness de The Smashing Pumpkins, el políticamente cargado Evil Empire de Rage Against The Machine, y el controvertido Antichrist Superstar de Marilyn Manson.

A su favor hay que decir que Leppard enfrentó de todo corazón este momento de cambio en la música. Abandonando a su probado equipo de producción de Mutt Lange y Mike Shipley, los incondicionales de Yorkshire se asociaron con un nuevo productor, Peter Woodroffe, y se mudaron al centro turístico español de Marbella, donde ensayaron intensivamente bajo el sol, y se comprometieron para hacer un disco de sonido más orgánico, básico y esencial.

“Sabíamos que no podíamos hacer un álbum típico de Def Leppard a mediados de los 90”, declaró más tarde el guitarrista Vivian Campbell a Classic Rock. “El Grunge estaba muy de moda y nuestro material era un anatema en aquella época… [Con Slang] pensamos, Mantengámoslo crudo… Nos dio la oportunidad de madurar un poco”.

En consecuencia, Leppard experimentó con nuevos sonidos y texturas, mientras Rick Allen cambiaba su batería electrónica por un kit acústico por primera vez desde su accidente previo a Hysteria. A continuación, la banda ensayó y grabó sus nuevas canciones todos juntos en el estudio, en lugar de aportar sus partes individualmente como lo habían hecho al grabar Hysteria y Adrenalize.

Titulado Slang, se podría decir que este disco sigue siendo hasta hoy el más aventurero de su canon. Esto aparentemente lo reconocen en la enérgica “Work It Out”, donde Joe Elliott canta: “Mostramos al mundo una cara nueva/Nos ha llevado todo este tiempo”, mientras el resto de la tropa explora con fervor diversos territorios nuevos en canciones que van desde esos loops y punzantes promesas orientales de “Turns To Dust”, hasta el funk delgado y sudoroso estilo Chili Peppers de la canción que da título al disco.

En otras partes, sin embargo, la banda volvió a un terreno más familiar. “Truth?”, la crujiente canción de apertura, y la incendiaria “Gift Of Flesh” eran dos temas rockeros clásicos, mientras que la tierna y magullada “Breathe A Sigh” y la anhelante “Blood Runs Cold” demostraron que los Leppard seguían siendo maestros artesanos a la hora de crear baladas conmovedoras y aptas para la radio.

La revista Q publicó una crítica entusiasta de cuatro estrellas y más tarde incluyó el álbum entre sus 10 mejores de 1996, declarando acertadamente que era “el trabajo de una gran banda que ha abrazado la nueva generación con entusiasmo”. La base de fans transatlánticos del grupo también respaldó con entusiasmo la nueva dirección de sus héroes, permitiendo que Slang alcanzara el Top 5 del Reino Unido y el número 11 en el Billboard 200, lo que demostró que estos infatigables terriers de Yorkshire habían logrado un estimulante éxito con este nuevo enfoque creativo.

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