Wild West End: una aventura épica de estudio comienza con ‘Dire Straits’

Dire Straits no tuvieron un camino fácil para llegar al dominio a través de ventas multimillonarias que los definiría en sus siguientes años. En los meses tras su formación, el grupo tuvo que sobrevivir muchos conciertos de bajo perfil que pagaban poco o nada, llegando a sus propias presentaciones en una vagoneta o en transporte público. Sin embargo, cuando comenzaron a grabar su álbum debut en los estudios Basing Street de Londres en febrero de 1978, la banda sabía que iba por buen camino.

Tras haber ganado ayuda y respaldo de un respetado locutor y autor, en este caso el escritor y DJ de BBC Radio London Charlie Gillett, fue entonces que recurrieron a un antiguo miembro del Spencer Davis Group. Gillett había sido uno de los primeros paladines de Dire Straits, siendo principalmente él quien creó el impulso que los llevó a firmar un contrato discográfico con Vertigo al darle tiempo aire a sus maquetas en su programa de radio.

Cuando entraron al estudio para comenzar a grabar las canciones de Mark Knopfler, sería para trabajar con Muff Winwood, quien había disfrutado de un gran éxito en los 1960s como bajista en el grupo de Davis, con su hermano menor Steve. Desde entonces, se había convertido en un productor muy solicitado, contando con un triunfo anterior al haber estado detrás de otro importante álbum revolucionario, Kimono My House de Sparks; así como ser representante de A&R, primero en Island Records y luego en en CBS Records, teniendo una relación más longeva con esta última empresa.

El álbum debut homónimo de Dire Straits se grabó durante las siguientes semanas y se lanzó en octubre, después de haber sido teloneros tanto de Talking Heads como de Climax Blues Band en sus giras por el Reino Unido, y por primera vez, de convertirse ellos mismos en cabezas de cartel. El LP contenía el posterior hit, “Sultans Of Swing”, así como “Southbound Again”, “Down To The Waterline y otros ejemplos del talento de Knopfler como buen compositor y guitarrista; a la vez que este aspecto se integraba a la perfección con las interpretaciones instrumentales precisas de la banda.

Para destacar el rápido ascenso que siguió a este disco, Dire Straits se apoyó sobre estos firmes cimientos para conseguir la plata, el oro y luego el platino en el Reino Unido en un período de nueve meses en 1979. Las raíces de uno de los sonidos más potentes de la década de 1980 estaban creciendo exponencialmente.

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