‘The Captain And The Kid’: la secuela autobiográfica de Elton John
Aclamado como un éxito, este álbum de Elton John retomó el camino donde ‘Captain Fantastic And The Brown Dirt Cowboy’ lo había dejado.
No fue idea de Elton John crear una “secuela” de Captain Fantastic And The Brown Dirt Cowboy, el álbum de 1975 que arrasó en las listas de éxitos y que se inspiró en sus primeros días con su compañero compositor Bernie Taupin. Tampoco fue cosa de Bernie.
Pero cuando se propusieron a grabar un disco basado en sus posteriores aventuras por todo el mundo, el resultado fue uno de sus mejores trabajos desde aquel álbum, y el resultado fue The Captain And The Kid, lanzado el 18 de septiembre de 2006.
‘No es algo que hubiera pensado en hacer’
El álbum número 28 de Elton, The Captain And The Kid, se grabó en uno de sus hogares adoptivos, Atlanta, en la primavera de aquel año, junto con sus fieles acompañantes de estudio y escenario Davey Johnstone y Nigel Olsson, como era la costumbre. Guy Babylon, en los teclados, y Bob Birch, en el bajo, también volvieron a aparecer tras haber tocado en el álbum anterior, Peachtree Road de 2004.
Con cincuenta y nueve años en el momento del lanzamiento del álbum, John lo coprodujo él mismo junto con Matt Still en Atlanta, quien había diseñado y mezclado el álbum anterior. Junto con el percusionista John Mahon, fue uno de los dos únicos nombres que formaron parte del unido equipo de producción de The Captain And The Kid (si no contamos al perro de Elton, Arthur, que hizo un cameo ladrando al final de “Just Like Noah’s Ark”).
Como siempre, el nuevo álbum fue sólo uno de los varios proyectos que Elton tenía entre manos ese año. Él y Bernie compusieron lo que el pianista superestrella describió como “las canciones más complejas de su historia” para el musical de Lestat, que se estrenó en el Palace Theatre de Broadway en abril de 2006. Basado en los libros The Vampire Chronicles de Anne Rice, Lestat constituyó la tercera vez que John trabajaba en Broadway como compositor, después de El Rey León y Aida (Billy Elliot: The Musical se trasladaría a Broadway en 2008).
Semanas más tarde, a finales de mayo, Elton inauguró una nueva gira por el Reino Unido e Irlanda en The Point de Dublín. Este itinerario se entremezcló con otras presentaciones europeas e incluyó conciertos en campos de cricket ingleses, en lugares como Canterbury, Worcester, Taunton y Hove. Como característica recurrente en los itinerarios de un devoto aficionado al fútbol, la gira también tuvo conexiones con ese deporte, con un concierto el 4 de junio en Londres en el estadio del Charlton Athletic.
Luego estaba su siempre entusiasta defensa de los nuevos artistas, incluido en particular el cantautor inglés James Blunt. Blunt había firmado con Twenty First Artists, del que John era copropietario antes de su venta en 2005 a Sanctuary Group. Para aquel momento, Blunt se había convertido en uno de los artistas más vendedores del mundo.
‘Contar historias que sean accesibles a la gente’
Pero cuando planteó la idea de crear una continuación autobiográfica de Captain Fantastic And The Brown Dirt Cowboy (famoso por ser el primer álbum que debutó en la lista de Billboard en el puesto número uno), Taupin estaba feliz de darle el crédito a quien le correspondía. En una entrevista con este escritor en el rancho del letrista en California, reveló: “No es algo que hubiera pensado en hacer. Ni siquiera había abordado la idea de hacer una secuela. El mérito es del manager de Elton [de esa época], Merck Mercuriadis, él fue quien tuvo la idea”.
“Mi respuesta inicial no fue tremendamente entusiasta, porque estás lidiando con un [enorme] arco de tiempo, por lo que no puedes ponerte tremendamente detallista. Lo segundo que me vino a la mente fue que ahora vivimos en una época mucho más cínica y ¿Cómo lo va a ver la gente?”
“Pensé, si vas a contar historias, cuéntalas [de manera] que sean accesibles para la gente. Tienen que tratar sobre el amor, la vida, la muerte, los excesos, y esas son cosas a las que todo el mundo está abierto, ya seas un político o un plomero”.
Una vez comprometido con la idea, la responsabilidad de crear la narrativa recayó en Taupin, quien sabía que tenía que comenzar con la trascendental primera travesía trasatlántica de la pareja, la cual condujo al famoso debut estadounidense de Elton en The Troubadour. “Obviamente el pistoletazo de salida tenía que ser nuestra llegada a Los Ángeles en el otoño de 1970”, explica Bernie. “Lo primero que me emocionó fue que se me ocurrió la frase ‘Oímos a Richard Nixon decir: “Bienvenido a los Estados Unidos”’.
“Pensé: Eso está bien, porque le da a la gente un sentido de la historia, un período de tiempo. A partir de ahí, me limité a tomar los temas que eran más importantes para nosotros, canciones que trataban sobre las personas que perdimos y seguimos perdiendo, nuestras relaciones personales y las presiones”.
“El desafío sigue siendo sorprendente”
Elton consideraba que el álbum “completaba un ciclo”, para usar su propia expresión en el libreto del álbum. El paquete original también contenía un DVD con una entrevista con él y Taupin y un comentario pista por pista, además de un segundo “folleto de recortes” con muchas fotografías inéditas de todo su período creativo.
The Captain And The Kid alcanzó el puesto 6 en el Reino Unido y el 18 en Estados Unidos, y tanto los críticos como los fans quedaron encantados con el álbum. Billboard escribió: “Gracias a la producción orgánica impulsada por el piano, la narración estelar y la nueva dedicación de Sir a su arte vocal, este trabajo es un éxito”.
Escucha lo mejor de Elton John en Apple Music y Spotify.
Paul Flynn en The Observer se mostró igualmente cautivado por la franqueza y la autenticidad del álbum. “Bernie Taupin y Elton tienen una telepatía poco común”, escribió, “y si Captain Fantastic trataba de su incapacidad para afrontar el fracaso, el nuevo se refiere a la lucha con el éxito: ‘No podrías decirme que estaba equivocado/No podrías decirme nada’, canta Elton en “I Must Have Lost It On The Wind”. El desafío [creativo] sigue siendo sorprendente”.
A medida que The Captain And The Kid llegaba a su conclusión con la canción que da título al álbum, una letra en particular capturó la esencia de esa relación única. Como escribió Bernie, y como cantó Elton: “Pero nos quedamos esperando la batalla, esperando un plan para convertirte en el Brown Dirt Cowboy y a mí en un Rocket Man”.
Compra o reproduce The Captain And The Kid.