‘200 Motels’: Frank Zappa entrega un clásico bajo presión
La banda sonora de la película de culto de Zappa de 1971 sigue siendo contundente, a pesar de las circunstancias de su grabación.
Con años de preparación, 200 Motels de 1971 fue uno de los proyectos más ambiciosos de la notable carrera de Frank Zappa. Acabó convirtiéndose en un largometraje innovador y en un álbum doble atrevido y ecléctico en el que el blues eléctrico y el pop psicodélico se codeaban con guiños a los compositores clásicos modernos Edgard Varèse, Igor Stravinsky y Anton Webern. Solo Frank Zappa podría haberlo hecho en 1971: una sátira sin concesiones del negocio de la música que demuestra el talento único y vívido del compositor.
La música que Zappa compuso para 200 Motels cobró vida gracias a la Royal Philharmonic Orchestra. Sin embargo, los comienzos de este proyecto fueron menos refinados, como declaró a Coq en 1974: “He estado escribiendo música en habitaciones de hotel durante años y años. Quería encontrar alguna manera de que se interpretara… Así que ideé un guión que relatara de forma abstracta las actividades de la banda de gira por la carretera durante un cierto período de tiempo y utilicé la música que se había escrito en los moteles como la banda sonora de la película”.
Parte de esta música de moteles de Zappa se difundió públicamente a partir del 28 de octubre de 1968, cuando los Mothers Of Invention se presentaron con 13 músicos de la BBC Symphony Orchestra en el Royal Festival Hall de Londres. Partes de los temas de 200 Motels “Restaurant Scene”, “This Town Is A Sealed Tuna Sandwich” y “What’s The Name Of Your Group” aparecen en el set de Ahead Of Their Time que más tarde se lanzó en 1993. Y una actuación de mayo de 1970 de The Mothers y la Los Angeles Philharmonic Orchestra en Los Ángeles incluyó un repertorio de 49 minutos llamado “Excerpts From 200 Motels”.
Como parte de este proceso, también se planteó un especial para la televisión holandesa donde se mostraría la nueva música, pero no prosperó. Sin desanimarse, en noviembre de 1970, Zappa presentó un tratamiento cinematográfico de 10 páginas a una gran cantidad de importantes estudios cinematográficos. Según Zappa, los estudios “simplemente no querían saber nada. Tan pronto como empezábamos a explicar lo que queríamos hacer, entraban en estado de shock”.
El presidente de United Artists, David Picker, comprendió la visión de Zappa: “Le dimos una cinta que contenía media hora de canciones, un tratamiento de 10 páginas de la línea argumental, algunos recortes y un par de fotografías. Lo estudió durante unos cinco días. [Nosotros] entramos a la oficina, y antes de que nos sentáramos, él dijo: ‘Tenemos un trato’”.
200 Motels se grabó en Pinewood Studios de Iver Heath, Inglaterra, entre el 28 de enero y el 5 de febrero de 1971, con sobre-grabaciones realizadas en los Whitney Studios de Glendale, California, en abril de 1971. El álbum se lanzó, junto con la película, en octubre de 1971. Zappa le dijo al International Times en 1971 que la decisión de hacer 200 Motels en Inglaterra fue financiera: “El principal incentivo fue el costo de la orquesta. Conseguimos la Royal Philharmonic por mil libras la sesión… para cien hombres”.
El rodaje
200 Motels sufrió un revés incluso antes de comenzar la filmación con la partida del bajista de Mothers, Jeff Simmons. Desafortunadamente para Zappa, Simmons era uno de los personajes centrales de la película. Cuando los Mothers recibieron el guión de 200 Motels a principios de enero de 1971, se sorprendieron: Zappa se había basado en años de trabajo con músicos para el material, que para algunos había sido demasiado directo: “No podían creer lo que tenían en sus manos”, dijo Zappa a Grapevine en 1971, “era todo lo que siempre decían, y yo sólo lo había registrado”. Simmons renunció después de hacer la segunda lectura.
A pocas semanas del inicio del rodaje, se necesitaba urgentemente un reemplazo. “Pensé que, si ibas a reemplazar a Jeff Simmons con un chico de pelo largo, ¿Dónde vas a conseguir un chico que sea tan divertido como él o tan único?” dijo Zappa a Grapevine: “Así que inventé un personaje que se suponía que era el bajista más antiguo del mundo en el rock’n’roll”. Wilfred Bramble, mejor conocido en los Estados Unidos por su papel en A Hard Day’s Night como el abuelo impecablemente limpio de Paul McCartney, fue reclutado e impresionó durante los ensayos iniciales. Pero en el último minuto, Bramble se echó para atrás, dejando a Zappa ante una crisis: “Estamos en el estudio listos para filmar, y tenemos un presupuesto de $679,000 dólares para hacer una película, y no hay nadie para interpretar al personaje principal”.
Tiempos desesperados requerían medidas desesperadas. Cuando Martin Lickert, el chofer de Ringo Starr llegó a Pinewood con el ex Beatle, que ya había firmado para la película, el conductor fue presionado para que leyera el papel. “Todo el mundo dijo: ‘¡Tú! ¡Lee esto!’ y lo agarró… Fue fantástico. Luego descubrimos que había tocado el bajo en una pequeña banda en Birmingham, por lo que podría servir… Seguía trabajando para Ringo, memorizando el guión y aprendiendo las partes del bajo, pero lo hizo bajo la presión más loca que se le puede poner a cualquiera. Rodamos la película en siete días”.
Cuando la filmación se retrasó, United Artists se negó a financiar más tomas. Más tarde, Zappa estimó que aproximadamente un tercio del guión no se rodó en absoluto, lo que significa que solo siete de las 13 suites de música destinadas a la película se grabaron en su totalidad. Se dio prioridad a las escenas que incluían música que requería una orquesta: era la primera oportunidad de Zappa de grabar con una, y no iba a desperdiciarla. Además, la naturaleza fragmentada del material obligó a reconstruir la trama en la sala de edición. En 2021, la edición del 50 aniversario de 6CD 200 Motels ofreció a los oyentes la imagen más completa hasta la fecha de las intenciones originales de Zappa, con maquetas, tomas descartadas y rollos de protección de diálogos que sugieren una trama más completa, en lugar de una divertida colección inconexa de escenas cómicas, animaciones surrealistas y actuaciones de la banda.
La banda sonora
Si bien la película fue innovadora – fue el primer largometraje que se filmó íntegramente en cinta de video – la multitud de contratiempos afectaron su cohesión y, por ello, la orilló a convertirse en un favorito de culto, más que en un éxito de taquilla, aunque no había duda de la calidad de la música. 200 Motels contaba con el considerable talento de la formación de Mothers en ese momento: George Duke (teclados, trombón), Aynsley Dunbar (batería), Howard ‘Eddie’ Kaylan (voz), Ian Underwood (teclados, saxofón), Mark ’Flo ’ Volman, Frank Zappa (voz, guitarra)… y, por supuesto, Martin Lickert (bajo). También a disposición de Zappa estaban la Royal Philharmonic Orchestra y un coro de diez cantantes masculinos y diez cantantes femeninas.
Desde la gran fanfarria de metales que anuncia la obertura “Semi-Fradulent/Direct-From-Hollywood Overture”” 200 Motels es una emocionante exploración de las habilidades compositivas de Zappa, su talento para los arreglos y la edición y el dinamismo de los Mothers. “Mystery Roach”, “She Painted Up Her Face” y “Magic Fingers” demuestran que Zappa podía ofrecer un psych rock musculoso y melódico en un abrir y cerrar de ojos. “Tuna Fish Promenade” y “What Will This Evening Bring Me This Morning” son vertiginosas canciones pop de cámara. Mientras tanto, “Daddy, Daddy, Daddy” es una suave delicia de R&B, cantada con entusiasmo por Flo y Eddie.
Por otra parte, “Dance Of The Just Plain Folks”, “Touring Can Make You Crazy” y “Lucy’s Seduction Of A Bored Violinist & Postlude” son piezas lúdicas, complejas y cinematográficas de opulencia orquestal experimental. También hay una gran belleza en el sublime “¿Would You Like A Snack?”. En “Lonesome Cowboy Burt”, Zappa incluso nos regaló un pastiche country de los que nos hacen darnos palmas en las rodillas y masticar paja. Pero el verdadero broche de oro llegó con la magnífica “Strictly Genteel (The Finale)” de 11 minutos de duración, un himno grandioso e irónico para los desvalidos.
Desde el punto de vista lírico, 200 Motels no es para pusilánimes. Zappa no se anda con rodeos a la hora de relatar la vida de una banda de rock’n’roll de gira en los años 70, particularmente de sus lujuriosos gustos. En ese sentido, 200 Motels debe verse como una obra de época, un documento fantástico y sin complejos de una era pasada.
En conjunto, 200 Motels es el Zappa más ambicioso y experimental. La película sigue siendo una curiosidad, un desbordamiento caótico de ideas y una trama a medio realizar. Pero el álbum de la banda sonora está densamente repleto de música maravillosa, interpretada con una energía salvaje. Confirmó que Zappa era una fuerza compositiva innegable, capaz de hacer cualquier cosa. A partir de ese momento, las posibilidades eran ilimitadas.