“Hot Rats”: el innovador punto de referencia para el jazz-rock de Frank Zappa
La intrépida experimentación jazz-rock de “Hot Rats” hizo que Zappa sonara mejor nunca.
Hot Rats ocupa una posición destacada en el catálogo de Frank Zappa. Cerca de la fecha de su lanzamiento original – el 10 de octubre de 1969 en Estados Únicos y febrero de 1970 en Reino Unido – era muy común escuchar a algunas personas decir que no entendían el humor pertinentemente negro y provocativo y los collages avant-garde de los primeros álbumes, como Absolutely Free, Lumpy Gravy y We’re Only In It For The Money, pero que después, las efusivas y sinuosas melodías de Hot Rats, como “Peaches En Regalia” y “Son Of Mr Green Genes” los sedujeron.
Varias de esas mismas personas, por cierto, se habían perdido de las melodías particularmente hermosas de Zappa que alimentaban canciones como “How Could I Be Such a Fool” (de Freak Out!, el álbum debut de Mothers of Invention de 1966) y “Mom & Dad” (de We’re Only In It For The Money”) por citar dos ejemplos muy a la mano – pero esa es una ruta de descubrimiento en retrospectiva completamente aparte.
Escucha The Hot Rats Sessions en Apple Music y Spotify.
Apasionadas interpretaciones del ensamble y solos virtuosos.
Hot Rats fue tan exitoso que llegó a colocarse en el Top 10 de Reino Unido – a la fecha, el único álbum de Zappa que lo ha logrado. Zappa estaba frustrantemente consciente de que algunos observadores predispuestos estaban muy enfocados en su supuesta imagen “controversial” y, por ello, pasaban por alto la perspicacia de sus composiciones y un sobresaliente talento musical; y ese fue un asunto escabroso que abordó en varias ocasiones durante su carrera. Lo hizo más abiertamente en 1981, con el proyecto Shut Up ‘N Play Yer Guitar, sin embargo, Hot Rats, un trabajo predominantemente instrumental, fue el primer franco intento de hacerlo.
Los verdaderos fanáticos habrían notado ciertos precedentes, como la eufórica sección de instrumentos de viento (“Invocation & Ritual Dance Of The Young Pumpkin) del Absolutely Free de 1967, de modo que era de esperarse que hubiera una explosión instrumental de gran escala. Por eso, Hot Rats resplandece de extremo a extremo con un conjunto de apasionadas interpretaciones y solos virtuosos. Incluye interpretaciones particularmente escandalosas del saxofonista y multiinstrumentalista, Ian Underwood y del violinista Don “Sugarcane” Harris (ambos resplandecen con brillo propio en “The Gumbo Variations”) y, por supuesto el mismo Zappa, cuyo electrizante sonido de guitarra juguetea por todos lados.
“Un ejército de ratas precalentadas gritando desde dentro del saxofón”.
A menudo se habla de este álbum como un trabajo pionero, definitorio, innovador que legitimó al jazz-rock como aparente género – y, ciertamente, su vocabulario musical era más amplio que la lengua franca de la mayoría de las bandas de rock de 1969. Los jazzistas más recalcitrantes podrían apreciar las estructuras de armonía sofisticada que suponía el establecer un tema “principal”, seguido de extrapolaciones en turnos entre los solistas y la subsecuente reincorporación de ese tema. Los fanáticos ortodoxos del rock, mientras tanto, quedarían simplemente impactados por el impensable logro del elepé.
Incluso el título del álbum se relaciona con el jazz, tal como le dijo Zappa a Peter Occhiogrosso, coautor del libro La Verdadera Historia de Frank Zappa: “Conseguí una grabación de “The Shadow Of Your Smile” en la que tocaba Archie Shepp y tocó un solo y a mí inmediatamente me sonó como si un p*** ejército de ratas precalentadas estuviera gritando dentro del saxofón”.
Cuando Hot Rats llegó a las tiendas, revestido por su llamativa cubierta con la fotografía de Andee Nathanson, en la que aparecía a Miss Christine, miembro del grupo colaborador de Zappa, The GTOs, saliendo de una alberca vacía, logró que un álbum principalmente instrumental se convirtiera en un éxito legítimo en varios territorios internacionales clave. La única pieza vocal del disco, “Willie The Pimp” incluía una aparición vigorosa y áspera de Captain Beefheart, quien había trabajado de manera intermitente con Zappa desde que entraron en la órbita de uno y otro durante su adolescencia, en Lancaster, California.
En otra parte del disco “It Must Be A Camel” flota sobre un ritmo plácido que se desvía emocionantemente por explosiones de arritmia que irrumpen como ráfagas radioactivas. El motivo central de “Little Umbrellas” juguetea exquisitamente con la marcha fúnebre de Chopin, antes de que las fluidas líneas de Ian Underwood en el piano y en el órgano den entrada a un puente con sonidos tan enigmáticos que incluso la escrupulosa página web, zappa.analysis.com describe como “densas armonías y contrapunto, difícil de transcribir”.
“¡Vamos, pónganse salvajes!”
El 50 aniversario de Hot Rats se celebró con el lanzamiento de una colección de 6 discos compactos, The Hot Rat Sessions, que contiene casi siete y media horas de música de las sesiones de grabación del álbum, de julio de 1969. Proporciona una fascinante visión al interior de la rigurosa, enfocada e incansable ética profesional de Zappa; sus oídos captan todo. “Más fills, suéltate”, le dice al baterista Ron Selico en una versión temprana de “Peaches En Regalia”, en otra parte se le puede escuchar decirles a los músicos: “¡Vamos, pónganse salvajes!”.
Entre las pistas que fueron eliminadas del original están “Arabesque”, una melodía acrobática que, con el tiempo, se convertiría en el hermoso tema principal de “Toads Of The Short Forest” del Weasels Ripped My Face y los espaciosos jams “Bognor Regis” y “Big Legs”. Resulta interesante que también se incluyen antiguos anuncios promocionales para Hot Rats, uno de los cuales irónicamente saca provecho de la manera errónea en que frecuentemente se percibía a Zappa: “La mayoría de las personas piensa que su música es fea y demasiado rara y no quieren tener absolutamente nada que ver con él ni con los dementes a los que representa”.
Gente de poca fe.
La colección de 6 discos, The Hot Rats Sessions, está ya a la venta. Cómprala aquí.