‘Nace una estrella’: cómo Lady Gaga ganó su primer Oscar
Tomando el papel principal en la adaptación de 2018 de ‘Nace una Estrella’, Lady Gaga se llevó un Oscar y demostró ser la mejor camaleón de su generación.
La adaptación de 2018 de Nace Una Estrella, que se estrenó el 5 de octubre de 2018, con Lady Gaga en el papel principal de Ally, fue la película que parecia nunca hubieras podido ver. En la década anterior, el proyecto intermitente había pasado un período infernal en su etapa de desarrollo gracias a una letanía de cambios de estrellas y directores. Lo que finalmente lo llevó a la línea de meta fue probablemente la química pura entre dos protagonistas carismáticos, una versión sorprendentemente nueva de un guión filmado tres veces anteriormente y una historia universal tan antigua como la narrativa misma.
Luego de cuatro versiones, Nace una Estrella de 2018 fácilmente destaca fuera de la sombra del mega-éxito de Barbra Streisand/Kris Kristofferson de 1976 al eliminar parte de la teatralidad para reemplazarla con una autenticidad convincente y sincera. En muchos sentidos, la producción de George Cukor de 1954, protagonizada por Judy Garland, parece ser la inspiración para esta versión con Lady Gaga dando una interpretación sorprendente.
El papel de Gaga como Ally es el corazón y el alma de esta historia. Ella es descubierta en un bar de drag por la problemática leyenda del country interpretada por Bradley Cooper, Jackson Maine, quien ve algo en su actuación que incluso ella aún no puede identificar; él le ayuda a liberar esto de manera seductora pero a veces cruda. A medida que la fama de él comienza a desvanecerse, la brillante supernova de ella pronto se ve rodeada por una serie de ambiciosos ejecutivos de la industria que quieren darle forma y dejarle fuera de todo reconocimiento. La elección que debe afrontar la pareja, con dos destinos cada vez más fuera de órbita entre sí, es predecible en parte porque es algo que todos podemos reconocer: el tira y afloja de una sociedad que se mueve en direcciones diferentes.
Lady Gaga se despoja de todo el escaparate que asociarás con su personalidad pop y, si su carisma natural a veces puede distraer durante las presentaciones en vivo, funciona en el contexto de esta narrativa. Las escenas en esos escenarios de conciertos te dejarán boquiabierto con su subidón de adrenalina. En la pantalla grande, esto es lo más cerca que la mayoría de nosotros estaremos de aparecer en el escenario.
La exitosa banda sonora está repleta de una mezcla de cortes variados que van desde la afectada “La Vie En Rose” a la canción de amor country “Maybe It’s Time”, pasando por “Alibi” con su sabor sureño, la urbana “Why Did You Do That” y el poderoso himno conmovedor, “I’ll Never Love Again”. Bradley Cooper se defiende con firmeza en estas canciones, desplegando un tono vocal grave pero rico que complementa perfectamente al de Gaga en los duetos.
Mientras tanto, “Shallow” – merecidamente ganadora de un Oscar – es una balada de medio tiempo que sirve como eje central de la trama y ha trascendido la película para convertirse en un gran éxito por derecho propio. Cada canción le da motor a la historia, demostrando unidad al tomar en cuenta la gran variedad estilística. En el álbum de la banda sonora de Nace Una Estrella, fragmentos de los diálogos de la película abren y cierran las canciones, lo que agrega mayor estabilidad a la experiencia inmersiva y emocionante.
La destacada actuación de Bradley Cooper como ícono problemático quizás es mejorada al ser su fortuita primera vez como director, despojando esta historia de los elementos de telenovela que la podrían afectar gracias a una edición nítida y algunos setups grandiosos que enmarcan perfectamente esta epopeya de pantalla grande. Es una pieza curiosamente atemporal con el cruce ocasional hacia momentos obviamente contemporáneos – como una secuencia de Saturday Night Live – que casi rompen el hechizo. Quizás eso diga algo sobre la narrativa universal de la película y del por qué una trama que data de los años 30 todavía funciona tan bien hoy en día. A lo largo de poco más de dos horas, el lanzamiento de Ally al estrellato es tan emocionante como el declive de Jackson es crudo y doloroso.
Sin duda, dentro de unas pocas décadas, nuevos candidatos frescos volverán a montar esta historia. Hasta entonces, esto extingue todo lo anterior en un tour-de-force cinematográfico que establece a Lady Gaga como el mayor camaleón de su generación. Con Bradley Cooper también en lo más alto de su carrera, son los orgullosos padres de un clásico moderno.