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Lo mejor de los Beach Boys: 25 temas esenciales para divertirse

Aclamados como “la banda de Estados Unidos”, los Beach Boys dieron al mundo mucho más que el surf-pop que los hizo famosos.

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de

Beach Boys
Foto: Michael Ochs Archives/Getty Images

Cuando, en octubre de 1961, un Brian Wilson de 19 años reunió a sus hermanos menores, Carl y Dennis; a su primo Mike Love; y a su amigo del colegio Al Jardine para grabar su canción original “Surfin’”, ni siquiera sus sueños más descabellados habrían podido prever lo que vendría después. Ese sencillo quizás pudo haber sido un comienzo un tanto modesto, llegando apenas al puesto número 75 en las listas de éxitos de Estados Unidos. Sin embargo, fue el primero de una serie de lanzamientos sensacionales que verían a los Beach Boys convertirse en auténticas superestrellas y llevarían a que sus mejores canciones se afianzaran como piedras angulares de la música estadounidense.

Los Beach Boys, quienes produjeron sencillos y álbumes cada vez más sofisticados a través de cada nuevo lanzamiento, fueron quienes reescribieron las reglas del pop en los años 60. A medida que su sonido maduró en los años 70, el grupo lanzó obras que se alejaron de aquel enfoque original de música playera, pero que continuaron influyendo el curso de la música por los años a venir. Celebramos ese legado musical con un vistazo a 25 de las mejores canciones de los Beach Boys.

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25: Surfer Girl (Surfer Girl, 1963)

Si bien los primeros éxitos de los Beach Boys reflejaban el bullicio y la agitación del estilo de vida del surf, Brian Wilson no tardó mucho en encontrar un ángulo melancólico que explorar. “Surfer Girl” es una ensoñación adolescente; se desmaya por el objeto de sus afectos, imaginando su futuro juntos aparentemente antes de que se hayan dicho siquiera una palabra. Wilson aparentemente escribió la melodía de principio a fin en su cabeza en 1961 como una especie de prueba para sí mismo, una hazaña notable y el primer florecimiento de su intuición para componer canciones.

24: You’re So Good To Me (Summer Days (And Summer Nights!!), 1965)

Desde el ritmo contundente hasta el riff contagioso y los insistentes “la-la-la” de los coros, esta es una de las creaciones pop más contagiosas de los Beach Boys. Aunque el hábil arreglo es un vistazo de los momentos más animados que tendría el Pet Sounds del año siguiente (“Here Today”, “I’m Waiting For The Day”), la canción todavía no incluye nada del lirismo agridulce de ese álbum. En cambio, “You’re So Good To Me” es agradecida hasta el punto de asombrarse por la comprensión y la amabilidad que acompañan al amor.

23: Time To Get Alone (20/20, 1969)

Este fragmento de pop barroco a ritmo de vals (que intentaron por primera vez en 1967 para el álbum Wild Honey) fue objeto de un arreglo típicamente inventivo de los Beach Boys, tanto musicalmente (el tira y afloja de la línea de bajo y el clavicémbalo durante los versos; las cuerdas arremolinadas de la parte final) como vocalmente (de alguna manera haciendo que múltiples melodías vocales entrelazadas funcionen en el estribillo). Las armonías en la “profunda y amplia” parte central son una audaz cereza del pastel.

22: Feel Flows (Surf’s Up, 1971)

“Feel Flows” enfatiza el talento y el espíritu creativo y aventurero del hermano menor de los Wilson, Carl. Los punteos cósmicos del Moog, similares a un metrónomo, son lo que le dan a esta canción de los Beach Boys su impulso. Sobre ellos aparece un Carl cargado con un sonido inspirado en la literatura “beat”, a través del cual logra que un juego de palabras impresionista sobre la búsqueda de la iluminación (creado por su entonces manager Jack Rieley) suene absolutamente divino. A medida que avanza la canción, la punzante guitarra de Carl se codea con las improvisaciones de Charles Lloyd en la flauta y el saxo, creando interludios tormentosos. Cameron Crowe eligió la canción para la banda sonora de los créditos finales de su agridulce película sobre el paso de la infancia a la adultez Casi Famosos, lo que provocó que los fans de los Beach Boys en los cines de todo el mundo derramaran sus palomitas de maíz.

21: Add Some Music To Your Day (Sunflower, 1970)

Brian y Mike Love unieron fuerzas con un amigo de Brian, Joe Knott, para escribir una canción profundamente inspiradora que celebraba el poder de la música para elevar profundamente al oyente. Si bien la letra resaltaba las innumerables formas cotidianas en las que la música puede calmar y brindar alegría, la voz principal del dúo ofrece una amplia prueba de cómo esto se puede realizar. Musicalmente, la canción comparte una dicha bucólica que va en sintonía con gran parte del fantástico álbum del cual procede.

20: Don’t Talk (Put Your Head On My Shoulder) (Pet Sounds, 1966)

Cuando terminó Pet Sounds, Brian Wilson, de 23 años, se llevó el acetato a casa a toda velocidad, donde lo tocó íntegro para su esposa Marilyn. Ella dijo más tarde: “Fue una de las experiencias más conmovedoras que puedas imaginar. Mientras escuchaba cada canción, una por una, me quedé con la boca abierta. Fue muy hermoso, uno de los momentos más espirituales de toda mi vida. Los dos lloramos”. Es una escena que es fácil de imaginar cuando escuchas en “Don’t Talk”. Esencialmente, es una canción en solitario de Brian que transmite la sensación de intimidad sin palabras a través de una balada de ritmo lento que lleva tintes de jazz que son dirigidos por la elegante línea de bajo de Carol Kaye. “Escucha, escucha, escucha”, implora. Te invitamos a que hagas lo mismo.

19: All This Is That (Carl & The Passions – “So Tough”, 1973)

El punto culminante de la colaboración de Al Jardine y Mike Love en la composición de la canción, “All This Is That”, es una exploración fascinante de la espiritualidad. Cuando este escritor habló con Mike Love en 2018, reveló que Carl Wilson recibió el crédito de autor de la canción únicamente debido a su interpretación temblorosa y etérea del mantra “jai guru dev” que marca el comienzo del largo y fluido final. Al escucharla ahora, no es difícil entender por qué.

18: Friends (Friends, 1968)

Un esfuerzo de colaboración que tipifica la excelencia dulce, suave y desenfadada energía que la banda, que estaba madurando rápidamente, era capaz de transmitir cada vez con mayor capacidad. Se habla mucho de la retirada del grupo de las producciones de estudio de gran presupuesto después de las sesiones de SMiLE. Sin embargo, álbumes como Friends siguen revelando la constante evolución de la banda, aunque ésta fuera de una manera más sutil. Escrita por Brian, Carl, Dennis y Al, “Friends” es un vals rural adornado con armonías impresionantes que celebran el compañerismo.

17: California Girls (Summer Days (And Summer Nights!!), 1964)

No hay muchos sencillos de gran éxito mundial que vengan acompañados de un preludio de 20 segundos que se duplique como una sinfonía pastoral en miniatura. Sin embargo, en este punto de su carrera, las ambiciones y los impulsos creativos de los Beach Boys estaban en pleno apogeo. “California Girls” en sí misma era una alegre porción de sol auditivo, embellecida por un arreglo de instrumentos de viento agradablemente abrasivo y una letra para cantar a coro. A pesar de todo eso, lo más importante es esa introducción.

16: I Get Around (All Summer Long, 1964)

Una mirada al grupo alrededor de 1964 sugiere que el único miembro que podría haber encajado en el tipo de pandilla de tipo hip hop descrita en “I Get Around” era su baterista, Dennis. Sin embargo, no nos podemos quejar de Brian y Mike en esta canción porque lo cierto es que lograron tomar el sonido de sus éxitos tempranos como “Surfin’ Safari” y “Surfin’ USA” y trasladarlo del mundo de las playas al de las carreteras, creando un resultado vertiginosamente emocionante. Los fantásticos breaks de guitarra, los exuberantes aplausos y el elevado falsete de Brian ayudaron a los Beach Boys a conseguir su primer sencillo número uno en Estados Unidos, algo especialmente notable considerando el dominio de las listas de éxitos de los Beatles en ese momento.

15: Please Let Me Wonder (Today!, 1965)

“Please Let Me Wonder” es el exquisito puente entre las primeras baladas de los Beach Boys y las exuberantes crisis existenciales de Pet Sounds. En esta canción Brian y Mike reflexionaron sobre las incertidumbres que rodean al amor joven y sobre si se puede estar a la altura de una versión idealizada del romance. El cantante preferiría “preguntarse” antes que saber con certeza si sus sentimientos eran recíprocos, y preferiría tener en su cabeza la “bella imagen” del objeto de sus afectos que ha cultivado en su cabeza, antes que enfrentar la realidad. Hay poca evidencia de ansiedades similares en la música. Se trata de una canción con un arreglo meticuloso y salpicado de ideas ingeniosas, como se aprecia en la melodía del verso, el cambio de marcha hacia los punteos de guitarra cargados de eco y el enfrentamiento del órgano Farfisa en la parte central.

14: I Just Wasn’t Made For These Times (Pet Sounds, 1965)

En cuanto a la asombrosa capacidad de Wilson y compañía para crear gran arte a partir de su tormento interior, no hay muchos ejemplos mejores que “I Just Wasn’t Made For These Times”. Con la ayuda lírica (como en todo Pet Sounds ) de Tony Asher, un redactor de 26 años que había estado trabajando en jingles publicitarios cuando se conocieron, Wilson dejó al descubierto sus frustraciones creativas y sentimientos de alienación y desilusión a través de un estribillo que lo explica sin rodeos: “A veces me siento muy triste”. Es un tour de force musical que tiene una confianza y una voluntad de romper los límites que dan como resultado un arreglo que podría haber parecido demasiado recargado en manos de otro grupo (si la percusión por sí sola es muy ambiciosa, el primer solo de Electro-Theremin grabado lo es aún más). Sin embargo, manejada hábilmente, la canción es dinámica y llena de matices. Una pieza musical asombrosa.

13: Darlin’ (Wild Honey, 1967)

Durante la era inmediatamente posterior a SMiLE, Brian Wilson empezó a trabajar con un nuevo grupo llamado Redwood (que más tarde se convertiría en Three Dog Night). Cuando Mike y el resto de los Beach Boys escucharon las sesiones (en particular “Thinking ‘Bout You Baby”), convencieron a Brian de que les entregara las canciones que había escrito. Esa canción fue renovada, se le dio un arreglo contundente inspirado en Motown y Carl Wilson se dejó llevar como vocalista principal, revelando una capacidad hasta entonces desconocida para gritar con soul. Esta canción, un elemento básico muy querido del repertorio en directo del grupo, vale la pena escucharla tan sólo por la voz de cuando llega a la línea “More soul than I ever had” (Más alma de la que nunca he tenido). Es una interpretación que en vivo se volvió más cautivadora y desgarradora a medida que pasaron los años.

12: In My Room (Surfer Girl, 1963)

En esta canción, Brian y su primer colaborador, Gary Usher, recuerdan el santuario del dormitorio de la infancia como un refugio frente a las duras realidades del crecimiento. “In My Room” es una canción especialmente conmovedora si tenemos en cuenta el trauma psicológico que Brian sufrió a manos de su padre, Murray, durante la adolescencia. Resulta apropiado, entonces, que en la primera estrofa aparezcan los tres hermanos Wilson cantando hermosamente en estrecha armonía, tal como Brian les había enseñado cuando compartían la habitación de niños.

11: When I Grow Up (To Be A Man) (Today!, 1965)

“When I Grow Up (To Be A Man)” es inusual en el sentido de que es efectivamente una canción desde la perspectiva de un adulto joven que recuerda sus miedos sobre crecer. En la parte final los coristas repasan los años mientras la voz principal de Brian se abalanza sobre ellos: “Won’t last forever, it’s kinda sad” (No durará para siempre, es un poco triste). Pero, como sucede con muchas de las mejores canciones de los Beach Boys, las letras inquietantes se ven compensadas por una música sorprendente: el clavicordio y la armónica de cristal se utilizan de manera inventiva, los patrones de percusión de Hal Blaine son únicos y perfectos para la canción. Todo ello pone de relieve la capacidad de Brian para hacer que los arreglos complejos suenen totalmente naturales, como lo demuestra el hecho de que el sencillo se colocó en el Top 10 de la lista de éxitos de Estados Unidos.

10: Heroes And Villains (Smiley Smile, 1967)

La continuación de Pet Sounds y “Good Vibrations” nunca iba a ser fácil. En busca de letras que estuvieran a la altura de sus grandes ambiciones musicales, Brian recurrió a Van Dyke Parks, un músico y escritor de Los Ángeles con buenos contactos. Wilson y Parks se pusieron a trabajar en una colección de material que abordaría temas de la historia de los Estados Unidos (en particular la expansión occidental y la idea del destino manifiesto), apuntalados por ideas sobre el mundo natural, el humor y el ciclo de la vida. Mientras tanto, Brian había llevado “Good Vibrations” al siguiente nivel al adoptar un enfoque modular para la producción, grabando fragmentos de canciones con la intención de unirlos para formar un gran rompecabezas de arte pop.

La alborotada saga fronteriza “Heroes And Villains” iba a ser la pieza central del álbum SMiLE. Las letras de Van Dyke Parks se deleitan con audaces juegos de palabras mientras la música se mueve a través de secciones impulsadas por un bajo de cuerdas en forma de sierra con todo tipo de campanas y silbidos y que van desde el doo-wop psicodélico haste el sonido musical de una barbería siniestra. Pero esa es solo la versión lanzada como sencillo del álbum Smiley Smile; la caja recopilatoria The Smile Sessions de 2011 tenía un disco completo de tomas descartadas de “Heroes And Villains”, lo que permitía a los oyentes armar su propia versión. (¿Cómo que no hay “Barnyard” en la tuya?).

9: Sail On, Sailor (Holland, 1973)

Después de lanzar Holland, se decidió que la incorporación de un primer sencillo potente beneficiaría al álbum. Después de reescribir la letra varias veces, se terminó grabando para el álbum una canción en la que se había trabajado por primera vez a principios de 1972 y que logró convertirse en un éxito modesto, merecidamente. “Sail On, Sailor” es un viaje desenfrenado, un rock musculoso y estridente cantado con sentimiento por Blondie Chapman, quien se había unido a los Beach Boys a la guitarra el año anterior.

8: Forever (Sunflower, 1971)

Aunque el hermano mediano de los Wilson, Dennis, fue considerado el menos avanzado musicalmente durante sus primeros años en el grupo, a finales de los 60 la habilidad natural del baterista autodidacta se estaba haciendo notar. Después de experimentar en el estudio con el instrumental “I Don’t Know” durante las sesiones de SMiLE, sus primeras canciones publicadas (“Little Bird”, “Be Still”) agregaron un elemento de soul lastimero a Friends de 1968. Las habilidades de composición de Dennis maduraron rápidamente, hasta el punto en que proporcionó a Sunflower su balada más destacada, la expresión sincera del amor eterno, “Forever”.

7: ‘Til I Die (Surf’s Up, 1972)

La principal contribución de Brian al álbum que supuso un repunte en la fortuna comercial del grupo fue esta meditación increíblemente conmovedora sobre la falta de control que sentía sobre su vida. Comienza con unas armonías impresionantes en las que canta: “I’m a cork on the ocean/Floating over the raging sea/How deep is the ocean?” (Soy un corcho en el océano/Flotando sobre el mar furioso/¿Qué tan profundo es el océano?”). Resulta desgarrador escuchar al genio que había traído tanta alegría a tantas vidas sonar tan absolutamente abatido. Pero con el desenlace, “These things I’ll be until I die” (Estas cosas seré hasta que muera), Wilson parece hacer las paces con su situación, reflejada en el repunte optimista de la música.

6: The Warmth Of The Sun (Shut Down Volume 2, 1964)

Aunque las historias varían en cuanto a si Mike Love y Brian Wilson terminaron de escribir “The Warmth Of The Sun” la noche anterior o posterior al asesinato del presidente Kennedy, el 22 de noviembre de 1963, es obvio que, una vez grabada, poco más de un mes después, la canción se convirtiría en un símbolo de un sentimiento nacional de pérdida. El elegante falsete sin palabras de Brian marca el comienzo de una majestuosa balada que puede hablar específicamente de encontrar consuelo en los recuerdos del amor perdido, pero que también funciona como un bálsamo musical para calmar el alma, sea cual sea la dolencia.

5: Don’t Worry Baby (Shut Down Volume 2, 1964)

La influencia del productor Phil Spector fue tan grande en los Beach Boys que, obsesionado con “Be My Baby” de The Ronettes (coescrita y producida por Spector), Brian Wilson se asoció con el letrista Roger Christian para rendirle homenaje con “Don’t Worry Baby”. Ya sea por la melodía desgarradora de las primeras líneas “Well it’s been building up inside of me for, oh, I don’t know how long” (Bueno, se ha ido acumulando dentro de mí durante, oh, no sé por cuánto tiempo) o por el impacto de los coros en el estribillo, el hecho de que la letra trate ostensiblemente de un hombre inseguro que necesita el apoyo de su pareja antes de participar en una carrera de autos se vuelve irrelevante, ya que la canción en realidad apela a una necesidad universal de seguridad. La grabación es mágica; la voz de Brian es cautivadora; los coros te quitan el aliento; y la música es perfecta para una noche de graduación. Al enfocarse en el trabajo de Spector, los Beach Boys encontraron algo magnífico que les era propio.

4: Wouldn’t It Be Nice (Pet Sounds, 1966)

Otra introducción icónica: una delicada apertura que parece una caja de música se ve bruscamente interrumpida por un fuerte golpe de la batería de Hal Blaine que anuncia un tumulto de acordeones (¿Cuántos otros éxitos de la época, o de cualquier otra, están impulsados ​​no por uno, sino por dos cajas de ritmo?), un trío de saxofones, trompeta, glockenspiel y un grupo de armonías impresionantes (que se escuchan mejor en el disco a capela de la caja Pet Sounds Sessions de 1997). El primer golpe de Pet Sounds era una canción absolutamente eufórica sobre el anhelo de algo inalcanzable; jóvenes amantes frustrados que idealizan la idea muy adulta del matrimonio y la equiparan con la felicidad. El arreglo y la producción audaces, por no mencionar una melodía infinitamente atractiva, ayudaron a que “Wouldn’t It Be Nice” se convirtiera en una de las mejores canciones de los Beach Boys de todos los tiempos.

3: Good Vibrations (Sencillo Lado A, 1967)

Con los Beatles inspirando una sana competencia creativa, la presión para lograr un éxito era enorme. Puede que hayan sido necesarios meses de grabaciones intermitentes (el trabajo en la canción comenzó en febrero de 1966 durante las sesiones de Pet Sounds y la terminaron en octubre) y un costo de grabación estimado entre 50.000 y 75.000 dólares (una suma colosal para la época), pero los tres minutos y medio de pop chispeante y excéntrico de “Good Vibrations” consiguieron justamente eso. A pesar de sonar sobrenatural y moverse en direcciones tremendamente inesperadas, la canción también era accesible. Más que la suma de sus partes, “Good Vibrations” llegó al número uno en Estados Unidos, vendió un millón de copias y fue un éxito mundial.

2: Surf’s Up (Surf’s Up, 1972)

Cuando Brian apareció en Inside Pop: The Rock Revolution, un especial de televisión estadounidense de 1967 presentado por Leonard Bernstein que buscaba comprender la creciente sofisticación de la música pop – la canción que interpretó no fue una de las reconocidas obras maestras de los  Beach Boys, sino “Surf’s Up”, una canción que había escrito con Van Dyke Parks para SMiLE. Sentado en la penumbra, Brian tocó solo al piano, lo que les dio a los espectadores una visión tentadora de una canción claramente destinada a la grandeza.

La canción permaneció inédita hasta que fue rescatada de las bóvedas y retocada para darle título al álbum de 1971 del grupo. Durante todo ese tiempo, su reputación había sido un factor importante para avivar las llamas del mito de SMiLE, la exquisita melodía a veces premonitoria, serena, inquietante – y sobre todo – exquisitamente bella y fantástica, con letra oblicua que pintaba un retrato de opulencia antes de sugerir un colapso del orden establecido: una alegoría de los cambios culturales sísmicos de los años 60. “Surf’s Up” era tan buena que cuando finalmente fue ensamblada, embellecida y lanzada, realmente estuvo a la altura de las expectativas. ¿Necesitas alguna evidencia del genio de Brian Wilson? Aquí la tienes.

1: God Only Knows (Pet Sounds, 1966)

Aunque es totalmente posible que “God only knows” fuera una frase casera que había llamado la atención de Brian o Gary Usher y que quedó archivada para su uso futuro, una vez que se le empató con una música tan formidable y capaz de conmover el alma, se convirtió en algo profundamente espiritual. Puede que Brian haya llamado a SMiLE una “oración adolescente a Dios”, pero, en realidad, los Beach Boys ya habían logrado algo similar en esta canción.

“God Only Knows” habla desde la perspectiva de una persona tan abrumada por el amor y el mundo que está segura de que sólo un poder superior puede comprender sus sentimientos. Es una canción que busca dar sentido a una de las duras verdades del amor: cuanto más fuerte es, más ligado está a la pérdida. El cantante ama tanto a alguien que está preocupado por la realidad de que un día ese amor se perderá, y solo Dios (una palabra que no se escogía a la ligera en las canciones pop de esa época) puede realmente entender lo que eso significa. Si bien todo eso suena bastante pesado, se expresa con una gracia impecable. Además de ello, la letra se combina con la música con la misma contundencia, siendo conmovedora desde el principio, incluyendo con un clavicordio que parece una banda de música, un corno francés y armonías luminosas. Es la joya radiante de la corona de los Beach Boys; una canción que será atesorada mientras las personas se amen.

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