Los 50 mejores pianistas de jazz de todos los tiempos
Desde directores de orquesta icónicos hasta talentos únicos, los mejores pianistas de jazz dieron forma al género y revolucionaron el papel del piano en la música.
Desde los clubes de jazz llenos de humo de Nueva Orleans, hasta los grandes auditorios de Nueva York, el sonido del piano ha sido una piedra angular del jazz; y han existido pianistas de jazz realmente legendarios que, con sus habilidades técnicas, su innovadora improvisación y su auténtica pasión, han elevado esta expresión artística a nuevas alturas. En este artículo, celebramos a los mejores entre los mejores, a los pianistas de jazz que han dejado una marca indeleble en el género y que continúan inspirando a nuevas generaciones de músicos.
Mientras lees, escucha nuestra lista de reproducción Jazz Piano Classics aquí.
La importancia del piano en el jazz se remonta a la era de Scott Joplin, al inicio del siglo 20, cuando el raggtime – con sus ritmos alegres y percusivos – se convirtió en un componente esencial en la evolución del a música jazz.
Del sonido del piano en el ragtime derivó un estilo más sofisticado y virtuoso, el “stride” de James P, Johnson y Willie “The Lion” Smith – con sus dinámicos acompañamientos de mano izquierda con contratiempos – en las décadas de los 20 y los 30, que a su vez derivo en el sonido de Fats Waller y culminó en Art Tatum. Sin duda uno de los mejores pianistas de jazz de la historia, Tatum, era un genio ciego que fue posiblemente el autor del estilo prebebop más densamente polifónico y sofisticado de todos, al fusionar el stride con el swing.
A mediados de la década de los 40, la revolución del bebop, instigada por los trompetistas Charlie Parker y Dizzy Gillespie, resultó en una generación de artistas (encabezada por Bud Powell) que entrarían en las listas de los mejores pianistas de jazz con un enfoque del instrumento en el que se le trataba como una trompeta o un saxofón y preferían melodías sincopadas en la mano derecha con un fraseo parecido al de los instrumentos de viento. Al llegar la década de los 50, había otros, como Bill Evans, que fusionaban la estética del bop con una sensibilidad que se nutría de música clásica y romántica para producir un estilo de densas armonías en el piano, de vasta y suprema expresividad. La influencia de Evans – al igual de la de Bud Powells, anterior a él – fue prevalente y muchas estrellas futuras del jazz (de Herbie Hankock y Chick Corea a Keith Jarrett y, más recientemente, Brad Mehldau) están en deuda con él.
El mundo del jazz ha producido gran cantidad de pianistas talentosos – muchos más de lo que se pueden incluir en esta lista de los 50 mejores pianistas de jazz de todos los tiempos. Sin duda que reducir el número no ha sido una tarea fácil, pero perseveramos y creamos una lista de nombres que consideramos que representan a los pianistas más importantes del género.
En nuestra opinión, estos son los 50 mejores pianistas de jazz de todos los tiempos.
50: Lennie Tristano (1919-1978)
Hay diferentes opiniones sobre este pianista ciego originario de Chicago que tocaba con Charlie Parker a finales de la década de los 40 y se estableció como un músico con un estilo y sonido únicos. Lo cierto es que Tristano era un innovador inflexible cuya poco ortodoxa idea de melodía y armonía presagiaron el nacimiento del free jazz. También experimentó mucho con las grabaciones multipista a inicios de la década de los 50 – algo que muchos músicos consideraban un sacrilegio – al sobregrabar partes de piano improvisadas. Tristano también era un destacado profesor de jazz y se dice que influyó en Miles Davis (en Birth Of The Cool), así como en David Brubeck y Gerry Mulligan.
49: Kenny Kirkland (1954-1998)
Originario de Brooklyn, Nueva York, Kirkland tuvo una fructífera relación con los hermanos Marsalis, Wynton y Branford, durante los años 80 y 90 y grabó como acompañante en varios de sus álbumes. Kirkland también tocó con grandes figuras del jazz, el trompetista Dizzy Gillespie y el baterista Elvin Jones, durante la década de los 80, y participó en cinco álbumes del exlíder de The Police, Sting. En su discografía tiene solamente un disco como solista, Kenny Kirkland, de 1991, para el sello GRP, aunque es posible que, de no haber fallecido tan prematuramente, a la edad de 43, a causa de insuficiencia cardiaca, Kirkland hubiera grabado muchos más discos como solista.
48: Dave Grusin (nacido en 1934)
Grusin es uno de los padres fundadores de un estilo de música instrumental accesible, con influencia de R&B, llamada smooth jazz y destaca también entre los mejores pianistas de jazz porque fundó su propio sello discográfico, GRP, en 1978. Es originario de Colorado y comenzó a grabar álbumes a título propio, en los que el piano es el instrumento principal, a inicios de la década de los 60, década en la también incursionó en el mundo de música para televisión y escribió temas para varios programas de televisión estadounidense. Grusin se convirtió en un compositor prolífico de música para televisión (como On Golden Pond y The Fabulous Baker Boys) y ha lanzado una gran cantidad de álbumes de estudio en los que predomina el sonido de los teclados.
47: Duke Pearson (1932-1980)
De nombre Columbus Calvin Pearson, originario de Atlanta, Georgia, su carrera despegó cuando se mudó a Nueva York en 1959. Ese fue el año en que grabó su álbum debut para Blue Note y con el tiempo se convirtió en uno de los mejores pianistas de jazz del icónico sello. Disfrutó de una larga relación con Alfred Lion y el equipo de Frank Wolf, grabó no solamente su propia música, sino que trabajó como arreglista y cazatalentos. Pearson es un pianista competente y versátil cuyos discos se inclinaban más hacia el estilo del soul jazz.
46: Elmo Hope (1923-1967)
Fue acompañante de notables saxofonistas como Lou Donaldson, Sonny Rollins, Jackie McLean y Harold Land durante la década de los 50. Hope, originario de Nueva York, (cuyo nombre real es St Elmo Sylvester Hope) era un pianista de bebop con un sonido brillante y con mucho dinamismo y, al igual que Thelonious Monk, con una inclinación a la disonancia. Grabó para Blue Note, Prestige y Pacific Jazz en la década de los 50. Infortunadamente, su vida fue arruinada por una adicción a las drogas que le condujo a una muerte prematura a la edad de 43.
45: Kenny Barron (nacido en 1943)
Como profesor, este hábil pianista de Filadelfia puede contar entre sus pupilos estrella a Earl McDonald de la orquesta de Maynard Ferguson y Aaron Parks, quien recientemente firmó con Blue Note. La carrera de Barron comenzó cuando tocaba como acompañante de Dizzy Gillespie y Stan Getz, por temporadas. Barron ha sido nominado al Grammy nueve veces y ha estado grabando desde finales de la década de los 60; ha colaborado con pianistas como Tommy Flanagan y Barry Harris. Es un maestro que se desenvuelve bien en los estilos bebop y post-bop y es uno de los mejores pianistas de jazz aún con vida.
44: John Lewis (1920-2001)
Como uno de los miembros fundadores de The Modern Jazz Quartet, un grupo pionero que fusionó el bebop con la estética de la música clásica, Lewis fue un músico de mucha influencia que heredó su estilo brillante y punteado de Count Basie y del saxofonista Lester Young. Antes del MJQ, fue músico acompañante de Charlie Parker, Dizzy Gillespie y Miles Davis. Separado de su banda, Lewis grabó varios álbumes a título propio, el primero de ellos en 1955.
43: Harold Mabern (1936-2019)
Originario de Memphis, Tennessee, Mabern se distingue entre los mejores pianistas de jazz porque comenzó como baterista, antes de cambiar al piano. Se mudó a Chicago y después, a Nueva York y se le consideraba un importante músico acompañante durante la década de los 50 y al inicio de los años 60 (tocó con personajes como Cannonball Adderley, Jackie McLean, Roland Kirk y Wes Montgomery), antes de que iniciara su carrera discográfica, que comenzó en Prestige Records en 1968. Es un virtuoso que se desenvuelve con soltura en el bebop, la música modal y el post-bop; y que, hoy día, a la edad de 81, continúa grabando y dando conciertos.
42: Kenny Drew (1928-1993)
Originario de Nueva York, de nombre Drew – quien completara su formación musical como músico acompañante de Buddy DeFranco, Coleman Hawkins, Lester Young y Charlie Parker – fue un respetado pianista y compositor de bebop que disfrutó de una fructífera relación con el saxofonista tenor, Dexter Gordon, durante el tiempo en que ambos vivieron en Dinamarca, en los años 60 y 70. Drew grabó su primer elepé como solista en 1953 y grabó para varios sellos diferentes hasta su muerte. Falleció y fue enterrado en Copenhague.
41: Jaki Byard (1922-1999)
Originario de Massachusetts, Byard era un pianista ecléctico y versátil que también tocaba el saxofón y cuya música se alimentaba del ragtime, el free jazz y de todos los estilos intermedios. Tocó con el trompetista Maynard Ferguson al final de la década de los 50, pero su carrera realmente despegó cuando se mudó a Nueva York en la década de los 60. Pasó dos años trabajando con Charles Mingus, con Eric Dolphy y Roland Kirk. A pesar de que la crítica le era favorable, el público lo recibió con menos aceptación, pero conserva su lugar entre los mejores pianistas de jazz de la historia no sólo por su impacto en el jazz en general, sino por su papel en la evolución de la interpretación en el piano en sí.
40: Cedar Walton (1934-2013)
Originario de Dallas, cuando era niño, este gigante del piano hard bop, se alimentaba de la música de Art Tatum, Nat “King” Cole, Bud Powell y Thelonious Monk. A pesar de que esa era la música que infusionó el estilo de Walton, él encontró su propia voz en el piano y, después de pasar una temporada con Kenny Dorham, John Coltrane y The Jazztet, se unió a los Jazz Messengers de Art Blakey en 1961, con quienes gabaría nueve álbumes. La carrera como director de Walton comenzó en 1967 y, a finales de los años 70, incursionó en el jazz funk y la fusión. Además de ser un talentoso pianista, Walton era un destacado compositor que contribuyó al repertorio de estándares de jazz con “Bolivia” y “Mode For Joe”.
39: Barry Harris (1929-2021)
Harris nació y creció en Detroit, su madre tocaba el piano en la iglesia y él comenzó a formarse en el que fuera su instrumento de elección a la temprana edad de cuatro años. Cuando estuvo un poco más grande, se enamoró del jazz y cayó en el hechizo de los modernistas, Bud Powell y Thelonious Monk. En la década de los 50, Harris trabajó ocasionalmente como pianista y colaboró con Miles Davis, Sonny Stitt y Gene Ammons; en los años 60, tocó con Cannonball Adderley. Estilísticamente, Harris era un firme discípulo del hard bop, algo que se refleja en el fraseo muy al estilo de los instrumentos de viento en las melodías de la mano derecha, en el complejo ritmo sincopado y en la densa armonización. Uno de los mejores pianistas de jazz de la era del bebop.
38: Mary Lou Williams (1910-1981)
Williams cuyo nombre de nacimiento era Mary Elfrieda Scruggs, nació en Atlanta, Georgia y creció en Pittsburg y fue una pianista autodidacta que alcanzó la fama como prodigio durante su adolescencia, en la década de los 20. Para la década de los 30, trabajaba como arreglista independiente para Earl Hines, Benny Goodman y, después, Duke Ellington. Con la llegada del bebop, a mediados de la década de los 40, ella encontró afinidad con el nuevo estilo revolucionario y fungió como mentora de Thelonious Monk y Dizzy Gillespie. Una música prodigiosa y talentosa, Williams fue un personaje inspirador que allanó el camino para importantes mujeres pianistas como Tania Maria, la difunta Geri Allen, Eliane Elias y Diana Krall.
37: Bobby Timmons (1935-1974)
Uno de varios músicos que pasaron por la “Academia de hard bop” de Art Blakey, The Jazz Messengers, este músico de Filadelfia era hijo de un predicador y creció tocando en la iglesia. La música Gospel dejó una marca indeleble en Timmons y ese código genético puede detectarse en su interpretación y en varias de sus composiciones, como en las piezas clásicas “Moanin’, “This Here” y “Dat There”, que le ganaron su lugar entre los mejores pianistas de jazz por haber sentado las bases de lo que se convertiría en el soul jazz, a finales de los años 50 e inicios de los 60. Tristemente, la carrera de Timmons se vio truncada a la edad de 38, debido a su alcoholismo crónico.
36: Andrew Hill (1931-2007)
Cuando era un niño, Hill, originario de Chicago, tocaba el acordeón en las calles de la “Ciudad de los Vientos” a cambio de monedas. Trabajó principalmente como músico acompañante durante la década de los 50, pero en el año de 1963, después de mudarse a Nueva York, Hill comenzó una larga relación con Blue Note Records, que resultó en 16 álbumes. A pesar de que tenía una gran influencia de Thelonious Monk y Art Tatum, Hill forjó su propio estilo complejo y particular, como pianista y compositor. Su música tendía a ser cromática y angulosa y, a pesar de que traspasaba las barreras, se nutría de las fuertes raíces del jazz tradicional.
35: Brad Mehldau (nacido en 1970)
Originario de Jacksonville, Florida, Mehldau es sin duda uno de los pianistas más destacados del jazz contemporáneo. A pesar de que, en comparación con varios de los mejores pianistas de jazz, sus influencias son amplias y variadas, – van desde el pop, rock, folk, la música clásica, al bebop, el country e incluso la música electrónica – las ha destilado en un estilo único que se inspira en la expresividad de Bill Evans y en la hechizante y virtuosa improvisación de Keith Jarrett. Su trio, que cuenta con una larga carrera, también ha sentado nuevos precedentes con su improvisación colectiva casi telepática y su ecléctico repertorio.
34: Cecil Taylor (1929-2018)
Un poeta que es a la vez pianista y compositor, este neoyorquino fue uno de los líderes del movimiento avant-garde a finales de la década de los 50 e inicios de los 60. La música de Taylor no es apta para cardiacos, a menudo es atonal, emplea acordes disonantes y es complejamente polirrítmica. Lanzó su elepé debut en 1956 y grabó regularmente con una amplia variedad de sellos hasta 2009.
33: Nat “King” Cole (1919-1965)
Dada su fama en la década de los 50 como cantante de pop de voz sedosa, tal vez no sorprenda que a menudo muchos olviden que Cole, originario de Alabama, era también uno de los mejores pianistas de jazz de su era. Comenzó tocando música gospel en el órgano antes de empezar a estudiar el piano formalmente. Cole estudió música clásica, pero muy pronto gravitó hacia el jazz. Estaba influenciado especialmente por Earl Hines, cuyo estilo florido y muy adornado sirvió de base para el estilo particular de Cole, que se desarrolló dentro de su propio trio, durante los años 30 y 40. Sin embargo, a partir de 1943 y en adelante, sería la voz de Cole la que le ganaría más reconocimiento y su éxito como cantante terminaría eclipsando su interpretación en el piano.
32: Sonny Clark (1931-1963)
De nombre Conrad Clark, este pianista exponente del hard bop originario de Herminie, Pensilvania, disfrutó de un corto periodo bajo los reflectores de la escena del jazz, de 1955 a 1961. Influenciado por Bud Powell y caracterizado por sus melodías en la mano derecha semejantes al sonido de los instrumentos de viento, Clark fue músico acompañante de Dinah Washington, Sonny Rollins y Charles Mingus y también disfrutó de un fecundo periodo de cinco años en Blue Note Records, donde grabó nueve álbumes, incluyendo el manifiesto del hard bop, Cool Strutin’. Lamentablemente, Clark era adicto a la heroína y falleció a la edad de 31, de lo que se sospecha que fue una sobredosis, aunque nunca se comprobó.
31: Michel Petrucciani (1962-1999)
A pesar de que sufría de una enfermedad genética que atrofió su desarrollo, le ocasionó huesos frágiles y un perpetuo dolor en el brazo, Petrucciani, de origen francés, desafió al destino y se convirtió en uno de los mejores pianistas de jazz del mundo. El haber visto a Duke Ellington en la televisión le inspiró a tocar el instrumento. A los 13 años tocaba profesionalmente y para los 18, ya había grabado el primero de varios elepés. A pesar de que su expresividad en el piano se la debía sin duda a Bill Evans y a Keith Jarrett, Petrucciani, quien falleció a la edad de 36, tenía un estilo y sonido muy individuales.
30: Hank Jones (1918-2010)
El hermano mayor del trompetista Thad y del baterista, Elvin, Jones, este pianista originario de Mississippi y que creció en Michigan, en un inicio estaba influenciado por Earl Hines y Fats Waller, aunque después sucumbió al hechizo del bebop. Grabó con Ella Fitszgerald y Charlie Parker antes de iniciar su carrera estelar, que floreció en la década de los 50. Le contrataban por su impecable gusto musical y su elocuencia sonora y entre el sinnúmero de colaboraciones como músico acompañante se pueden encontrar a Dizzy Gillespie y Dexter Gordon, así como a Anita O’Day y Marilyn Monroe.
29: Scott Joplin (1868-1917)
La música de este pianista de Texas había sido prácticamente olvidada hasta que su canción “The Entertainer” – que se utilizó en la banda sonora de la exitosa película The Sting, estelarizada por Robert Redford y Paul Newman – revivió el interés por su trabajo. Durante sus años de éxito, los primeros del siglo 20, Joplin recibió el título de Rey del ragtime, un estilo musical alegre y sincopado que fusionaba la música afroamericana con la europea occidental. A pesar de que no existen grabaciones de Joplin, su lugar entre los mejores pianistas de jazz está asegurado, gracias a las partituras y rollos de pianola que se conservan de esa época, que ilustran su estilo único y que terminarían influenciando a James P. Johnson.
28: Ramsey Lewis (1935-2022)
Emergió en Chess Records durante la década de los 50, a la cabeza de un trio de piano, Lewis, originario de Chicago, logró acumular a mediados de los años 60 un trio de éxitos muy rítmicos que se entrecruzaban con el pop (el más grande de ellos fue “The In Crowd” de 1965), antes de conectar su piano a la corriente directa y encaminarse por la ruta del funk y la fusión en los años 70. Un pianista de formación clásica, Lewis fusionó el jazz con el rythm’n’blues y la música gospel para crear un estilo particular de soul jazz que engendró a una multitud de imitadores.
27: Wynton Kelly (1931-1977)
A Kelly, originario de Brooklyn y con gran influencia de Teddy Wilson y Bud Powell, se le recuerda mejor por su colaboración con Miles Davis entre 1959 y 1961 (tocó en el icónico elepé Kind Of blue). También grabó una gran cantidad de álbumes como solista, y en todos ellos destacaban sus brillantes melodías en la mano derecha, parecidas al sonido de los instrumentos de viento y su inclinación por los acompañamientos con acordes en bloque. Entre los pianistas contemporáneos que dicen haber sido influenciados por él están Chick Corea y Brad Mehldau.
26: Willie “The Lion” Smith (1897-1973)
Junto con James P Johnson y Fats Waller, William Henry Joseph Bonaparte Bertholoff Smith (para llamarle por su nombre completo) era un notable ejecutante del estilo stride. Nació en Nueva York y alcanzó la fama en los años 20 como acompañante de cantantes de blues. Su estilo impetuoso y dinámico, junto el deslumbrante movimiento de sus dedos ejerció una profunda influencia en la forma de tocar el piano tanto para Duke Ellington, como para Gershwin.
25: James P. Johnson (1894-1955)
Este pianista de Nueva Jersey fue pieza clave en la transición del ragtime al jazz por su técnica piano stride, que recogía la alegría mecánica y alternante del ragtime, pero con la adición de armonías sofisticadas y un elemento más marcado de blues. A pesar de que su música está casi olvidada actualmente, Johnson – quien fuera también un importante músico acompañante de las cantantes Bessie Smith y Ethel Waters – fue un pionero que obtuvo su lugar entre los mejores pianistas de jazz en parte por la gran influencia que tuvo en Fats Waller, Count Basie y Art Tatum.
24: Bob James (nacido en 1939)
A pesar de que a James, originario de Missouri, se le reconoce ampliamente como uno de los padres fundadores del smooth jazz, irónicamente, él inició su carrera a la vanguardia de la escena avant-garde de la primera mitad de la década de los 60. Sin embargo, para los años 70, James estaba ascendiendo al estrellato gracias a su trabajo como arreglista del importante sello CTI, del productor Creed Taylor. Grabó cuatro álbumes para CTI muy populares y adecuados para la radio, con los que se consolidó como un experto de una versión del jazz fusión más ligera y accesible. A pesar de que es, sin duda, un maestro del teclado eléctrico Fender Rhodes (que domina sus grabaciones clásicas de los 70), en años recientes, James ha retomado el piano acústico.
23: George Shearing (1919-2011)
Ciego de nacimiento, el respetado londinense, George Shearing (cuya característica que lo destaca entre los mejores pianistas de jazz es que fue ordenado Caballero en 2007) demostró tener talento para el piano y el acordeón a una temprana edad. Se ganaba la vida con trabajos eventuales de pianista a sueldo, hasta que emigró a Estados Unidos, en 1947, donde rápidamente se dio a conocer por combinar el swing, bebop y elementos extraídos de la música clásica. Fue un pionero de los acordes en bloque y su grupo – que incorporaba el particular sonido del vibráfono – logró gran popularidad y prestigio en la década de los 50.
22: Joe Zawinul (1932-2007)
Zawinul, originario de Austria, encontró la inspiración para tocar jazz tras escuchar “Honeysuckle Rose” de Fats Waller y se aventuró a Estados Unidos en 1959, donde se hizo notar inmediatamente como pianista y compositor en la banda de Cannonball Adderley. A pesar de que Miles Davis trató de reclutarlo (Zawinul trabajó en los innovadores álbumes de Miles, In a Silent Way y Bitches Brew, a finales de los años 60), el pianista permaneció con Cannonball hasta 1970 y después fundó Weather Report, junto con otros famosos músicos de fusión.
21: Teddy Wilson (1912-1986)
Apodado el Mozart marxista por su compromiso con causas políticas de izquierda, Theodore Wilson, nacido en Texas, fue un pianista virtuoso que ganó popularidad en la era del swing y trabajó como acompañante de algunos de los nombres más grandes del jazz, desde Louis Armstrong y Benny Goodman, hasta Billie Holiday y Ella Fitzgerald. También grabó varios álbumes a título propio, pero hoy se le recuerda más como pianista acompañante de Billie Holiday.
20: Horace Silver (1928-2014)
Nacido en Connecticut, con herencia de Cabo Verde, Horace Silver era un pianista arquetípico del hard bop cuyo ascenso a la fama comenzó cuando fue cofundador de The Jazz Messengers (banda que después estaría a cargo de Art Blakey) en 1954. Además de ser un hábil pianista que disfrutó de una larga temporada en Blue Note, entre 1952 y 1980, Silver era un prolífico compositor (entre sus composiciones más famosas está “Song For My Father”).
19: Red Garland (1923-1984)
Para ser un pianista que comenzó su vida profesional como boxeador de peso wélter, William “Red” Garland, originario de Texas, tenía un toque marcadamente delicado. Tocó como músico acompañante de Billy Eckstine y Charlie Parker y estuvo en la banda del bluesman Eddie Vinson, junto con un joven John Coltrane. Su camino se cruzaría con el de Coltrane de nuevo en los años 50, cuando ambos se unieron al quinteto de Miles Davis y grabaron varios álbumes innovadores para Prestige y Columbia (entre ellos Workin’ y ’Round About Midnight). A Davis le gustaba Garland por su delicadeza y su uso del espacio, muy parecidos a Ahmad Jamal. Otra característica del estilo particular de este texano era su uso de acordes en bloque a dos manos.
18: Tommy Flanagan (1930-2001)
Para muchos, el nombre Thomas Lee Flanagan, originario de Detroit, va de la mano con el del gigante del saxofón, John Coltrane. Tocó en la totémica obra maestra de Trane de 1960, Giant Steps y también colaboró como acompañante en elepés importantes de Sonny Rollins (Saxophone Colossus) y del guitarrista Wes Montgomery (The Incredible Jazz Guitar Of Wes Montgomery). Al describir su forma de tocar el piano, Flanagan dijo una vez: “Me gusta tocar como si tocara un instrumento de viento, como si le soplara al piano”. A pesar de que se le valoraba como músico acompañante, grabó varios álbumes a título propio para varios sellos entre 1957 y 1997.
17: Erroll Garner (1923-1977)
Era originario de Pitsburg, Pensilvania, con una predilección por tocar con un estilo adornado de densos acordes, adornos rápidos y fluidos y síncopas complejas; fue un niño prodigio en el piano que grabó por primera vez en los años 40 y floreció de manera espectacular en los años 50. Podría decirse que se ganó su lugar entre los mejores pianistas de jazz por el solo hecho de haberle dado al mundo del jazz el eternamente popular estándar “Misty”, que compuso en 1954 y grabó varias veces desde entonces. Posiblemente el álbum más cautivador que grabó fue el clásico de 1955, Concert By The Sea, que captura a Garner en todo su esplendor.
16: Dave Brubeck (1920-2012)
Brubeck, uno de los miembros de la elite de artistas de jazz que lograron tener un éxito de crossover con el pop en los años 60 (“Take Five”), nació en California y creció en un rancho, estudió para ser veterinario, pero decidió estudiar música mientras estaba en la universidad. Un accidente casi fatal en 1951 le ocasionó daño en los nervios de las manos y cambió la forma en que tocaba el piano; las líneas de ágiles dedos fueron remplazadas por densos acordes en bloque, pero Brubeck todavía podía tocar con imaginación y elegancia y a menudo componía música con compases inusuales e irregulares.
15: Jelly Roll Morton (1890-1941)
Dado que alguna vez él mismo dijo haber inventado el jazz, se puede decir que la modestia no era una de las características de este pianista de Nueva Orleans, de nombre Ferdinand LeMothe – aunque merece absolutamente ser reconocido entre los mejores pianistas de jazz. Morton fue una figura trascendental, como compositor y arreglista, en el desarrollo del jazz, en sus inicios – entre sus grabaciones más famosas está “Black Bottom Stomp” – y también fue un pianista destacado cuyo estilo impetuoso y alegre evolucionó del ragtime y anticipó el desarrollo del estilo stride.
14: Earl Hines (1903-1983)
Originario de Duquesne, Pensilvania, Earl “Fatha” Hines fue una pieza clave en la evolución de la ejecución del piano en el jazz. Comenzó como un ejecutante ortodoxo del estilo stride, pero pronto introdujo innovaciones. En un esfuerzo por hacerse escuchar en una big band, Hines comenzó a articular melodías con octavas (o lo que él llamaba “notas de trompeta”), y a utilizar un efecto de tremolo (alternaba rápidamente dos notas). A pesar de que comenzó su carrera de grabación en 1923, fue capaz de adaptarse a los cambiantes estilos de jazz y continuó grabando hasta 1981.Era un coloso del piano en el jazz.
13: Count Basie (1904-1984)
Al igual que su compañero aristócrata del jazz, Duke Ellington, la destreza de Count Basie en el piano a menudo se veía eclipsada por su exitoso desempeño como director de orquesta. Originario de Red Bank, Nueva Jersey, Bill Basie ascendió a la fama durante la época de las grandes bandas de swing, con canciones populares como “One O’clock Jump”. Generalmente dirigía desde el piano y se apegaba a una estética minimalista de “menos es más”, con una acentuación percusiva y con el uso de octavas, de manera que sus notas de blues pudieran atravesar el sonido de toda la orquesta.
12: Fats Waller (1904-1943)
Nativo de Nueva York, Thomas “Fats” Waller no llegó a la edad de 40 (sucumbió a la neumonía a la edad de 39), sin embargo, demostró ser un pianista con gran influencia, particularmente por su contribución a la evolución del rítmico estilo stride, una piedra angular para el sonido del piano en el jazz. Waller era también organista y un compositor cuyo repertorio incluía canciones inmortales como “Ain’t Misbehavin’” y “Honeysuckle Rose”.
11: Duke Ellington (1899-1974)
A menudo se pasa por alto que Edward Kennedy Ellington, originario de Washington D.C., era un extraordinario pianista de jazz con un estilo propio e imposible de imitar. Eso se debe a que Ellington ganó más fama como director de orquesta y compositor durante la era de las grandes bandas de swing de la década de los 30. Existen tan sólo unas pocas grabaciones en la extensa discografía de este aristócrata del jazz dedicadas al piano (quizá la más notable es The Duke Plays Ellington, de 1953) en las que se revelan las habilidades de Ellington en todo su esplendor.
10: Ahmad Jamal (nacido en 1930)
Ahmad Jamal, nacido en Pitsburg, posee un toque ágil y delicado y sabe de manera intuitiva cómo utilizar el espacio para obtener los mejores resultados. Fue esa última característica la que hizo a Miles Davis un gran fanático de su música en los años 50; y por ello intentó replicar el estilo delicado de Jamal en sus bandas de esa era. Jamal grabó por primera vez para OKeh en 1951, pero fue después, en la misma década, que reclamó su puesto entre los mejores pianistas de jazz de todos los tiempos, con su exitoso álbum en vivo At The Pershing, que hizo que su música alcanzara a una audiencia más grande. Era un maestro de la sutileza musical.
9: Chick Corea (1941-2021)
Al igual que Keith Jarrett, Armando “Chick” Corea, originario de Chelsea, Massachusetts, comenzó a tocar desde muy joven – empezó a tocar el piano a los cuatro años – y alcanzó la fama como acompañante del gran Miles Davis (como reemplazo de Herbie Hancock). A pesar de que tenía influencia del romanticismo de Bill Evans, siempre ha existido una palpable influencia latina en la música de Corea, que va desde el jazz tradicional, hasta la fusión electrónica (él era el líder del gigante proyecto de jazz rock, Return To Forever, en la década de los 70).
8: Keith Jarrett (nacido en 1945)
Originario de Allentown, Pensilvania, Keith Jarrett comenzó a tocar el piano a la edad de dos años y floreció rápidamente en un niño prodigio con un don precioso muy impregnado de música clásica. De adolescente, Jarrett fue seducido por el jazz y rápidamente logró dominar su lenguaje. Tocó con los Jazz Messengers de Art Blakey a mediados de la década de los 60, antes de integrarse a las bandas de Charles Lloyd y, después. de Miles Davis. En la década de los 70, en ECM Records, Jarrett – manteniéndose alejado de los instrumentos eléctricos – patentó su estilo expresivo y, en la misma década, lanzó un improvisado recital solista llamado The Köln Concert, que sentó un nuevo parámetro para la interpretación del piano sin acompañamiento en el jazz. Se trata de un improvisador intrépido cuya imaginación no conoce límites.
7: Bud Powell (1924-1966)
Este músico nacido en Harlem fue el primer pianista que empezó a tocar el piano como si fuera un instrumento de viento. A pesar de que incorporaba mucho del estilo stride de Art Tatum en la mano izquierda, el saxofonista y arquitecto del bebop, Charlie Parker, era la inspiración principal de Bud Powell. Como resultado, Powell demostró ser de gran influencia, a pesar de que su carrera fue corta (falleció a la edad de 41, después de años de padecer problemas de salud mental). Es el eslabón perdido entre Art Tatum y el bebop y su lugar como uno de los mejores pianistas de jazz de todos los tiempos está asegurado de por vida.
6: McCoy Tyner (1938-2020)
Originario de Filadelfia, McCoy Tyner saltó a la fama como miembro del innovador cuarteto de Coltrane entre 1960 y 1965 y tocó en el icónico álbum del saxofonista de 1965, A Love Supreme. Tyner es un exponente del jazz modal, con una pasión por el blues y cuya característica es el uso de acordes con cuartas. A menudo ataca el piano con fuerza bruta, aunque es capaz de tocar con extrema delicadeza en los adornos con staccato de la mano derecha. Después de Coltrane, Tyner se estableció como uno de los más destacados pianistas de jazz, con una serie de álbumes impresionantes para Blue Note y, después, para Milestone.
5: Oscar Peterson (1925-2007)
Originario de Quebec, Canadá, Peterson fue un niño prodigio con una educación clásica y que fue muy influenciado por Art Tatum y Nat “King” Cole. Grabó por primera vez en 1945, pero fue en la década de los 50, después de colaborar con el sello Verve, de Norman Granz, y de liderar un trio de piano, que se hizo realmente popular. Peterson, reconocido por sus florituras y su marcado estilo swing, era un hábil improvisador.
4: Herbie Hancock (nacido en 1940)
A pesar de haber coqueteado con el funk, de habar incursionado en el disco y de haber jugado un poco con el electro y el hip-hop (algo que se ejemplifica en su éxito mundial de 1983, “Rockit”), en el fondo, este camaleón originario de Chicago es un comprometido pianista de jazz. A pesar de que tiene una fuerte influencia de Bill Evans, Herbie Hancock forjó su propio estilo en la década de los 60, como artista solista y como miembro del aventurero quinteto post-bop de Miles Davis. A pesar de que ya casi alcanza los 80 años, Hancock conserva la curiosidad musical de un adolescente.
3: Bill Evans (1929-1980)
Este pianista de Nueva Jersey era un alma atormentada que padeció de adicción a las drogas durante toda su vida adulta y profesional, aunque eso no le impediría producir un catálogo de creaciones consistente y extremadamente hermoso. Su forte, sin duda, eran las baladas reflexivas y románticas con suntuosos acordes, aunque Evans – que se inspiraba en el bebop y la música clásica – también podía tocar swing con gran ímpetu, especialmente en un escenario. (Para ilustrar lo anterior, comienza a escucharlo con sus legendarias grabaciones en trio con Scott LaFaro y Paul Motian, como Sunday at the Village Vanguard o Waltz fo Debby). Un sinnúmero de pianistas ha sucumbido al hechizo de Evans, incluidos Herbie Hancock, Keith Jarrett y, más recientemente, Brad Mehldau.
2: Thelonious Monk (1917-1982)
Incomprendido por varios, este disidente originario de Carolina del Norte (a quien pocas veces se le veía sin sombrero), es uno de los más peculiares entre los mejores pianistas de jazz del mundo. Surgió en los albores del bebop de la mitad al final de la década de los 40, pavimentó su muy particular camino, para el que creó un universo musical donde reinaban melodías pegajosas, aunque angulosas, disonantes acordes en bloque y un suave ritmo de swing. Como compositor, Monk aportó varios estándares al cancionero de jazz – incluidas “’Round Midnight” y “Straight, No Chaser” – y, como pianista, grabó varios álbumes de piano sin acompañamiento, incluido el clásico Thelonious Alone In San Francisco.
1: Art Tatum (1909-1956)
En la cúspide de nuestra lista de los 50 mejores pianistas de jazz de todos los tiempos, está el hombre que es considerado una deidad del piano. Art Tatum nació en Ohio con deficiencia visual y aprendió a tocar el piano de niño por medio del oído, pues tenía oído absoluto y rápidamente dominó el instrumento. Patentó un estilo de técnica avanzada y muy adornado desde joven, en el que mezclaba elementos del stride, swing y de música clásica. A pesar la trascendencia de su influencia – Oscar Peterson fue uno de sus principales discípulos – la vida de Tatum terminó poco después de su cumpleaños número 47.