Los mejores álbumes de jazz: álbumes esenciales que necesitas escuchar
Los mejores álbumes de jazz, que incluyen sesiones que han definido carreras, ofrecen una gran cantidad de música deslumbrante.
Compilar una lista de los mejores álbumes de jazz de todos los tiempos es una tarea casi imposible. Con tal variedad de estilos para elegir y sin escasez de músicos que han contribuido con varias obras innovadoras al desarrollo del jazz, rápidamente queda claro que se podría hacer una lista dominada por solo un puñado de artistas o subgéneros.
Con eso en mente, hemos tratado de dar cabida a una amplia gama de músicos, estilos –y motivos – para incluirlos en esta lista de los mejores álbumes de jazz de todos los tiempos. Con suerte, esto podría significar que nuestras selecciones son tan ricas, variadas, y quizás sorprendentes, como la historia misma del jazz.
Estamos seguros que tendrás tus propios álbumes favoritos. Haznos saber en la sección de comentarios lo que crees que nos hemos perdido y por qué.
Echa un vistazo a algunos de los mejores álbumes de jazz en vinilo aquí.
Mientras tanto, estos álbumes de jazz son esenciales para cualquiera que busque comenzar una colección o ir más allá de los clásicos que ya conoce.
81: Frank Sinatra: Sinatra at the Sands (Reprise)
Sinatra At The Sands se grabó en un momento en que los grupos de pop y rock de pelo largo, personificados por The Beatles y The Beach Boys, estaban cambiando la cara de la música. 1966 fue, después de todo, la era de álbumes revolucionarios como Revolver y Pet Sounds, pero en el Copa Room, en presencia de Sinatra, nada de eso parecía importar. La audiencia se encontraba en el mundo de Frank donde la música se movía con swing, las canciones eran atemporales, las joyas deslumbraban y el acohol fluía. El tiempo se detuvo.
Canción clave: “Angel Eyes”
80: Pat Metheny: Bright Side Life (ECM)
Ignorado por la mayoría y habiendo vendido apenas 1,000 copias luego de su lanzamiento en enero de 1976, la reputación del álbum debut del mago de la guitarra jazz de Missouri gradualmente creció para crecer y ser considerado como una obra maestra del post-bop. Metheny tenía solo 21 años y enseñaba en la Berklee School of Music de Boston cuando el productor de ECM Manfred Eicher, que lo había escuchado tocar con el grupo del vibrafonista Gary Burton, grabó al joven guitarrista con el experto en bajo sin trastes Jaco Pastorius y el baterista Bob Moses. El resultado fue un escaparate emocionante para el estilo virtuoso fluido y claro de Metheny, definido por ligeras melodías elípticas, improvisación líquida y despliegues de lirismo sin límites. En el transcurso de su carrera, Metheny continuaría grabando álbumes mucho más ambiciosos, pero Bright Size Life se destaca por su combinación ganadora de energía juvenil y confianza magistral.
Canción Clave: “Bright Size Life”
79: Metropole Orkest feat. John Scofield: 54 (Emarcy)
Vince Mendoza, el arreglista estadounidense ganador de seis premios Grammy, es famoso por sus colaboraciones con actos de pop y rock (Björk, Joni Mitchell), pero también ha desplegado su magia con artistas de jazz. En 2010, al frente de la formidable Metropole Orkest de Holanda, Mendoza invitó al guitarrista de jazz-rock estadounidense Scofield a tocar en 54, presentando siete adaptaciones épicas de melodías encontradas en el catálogo de Scofield, así como dos números originales. El contraste entre las líneas acerbas y retorcidas de la guitarra de Scofield y el detalle puntillista de las orquestaciones de Mendoza ofrece una yuxtaposición de tonos y texturas que es emocionante y dramática. Los aspectos más destacados del set incluyen el restringido abridor sinfónico, “Carlos”, que oscila entre la tensión y la resolución, y “Out Of The City”, que emana una sensación de swing metropolitano. Una deslumbrante versión contemporánea de la big band y uno de los mejores álbumes de jazz de todos los tiempos.
Canción Clave: “Carlos”
78: Art Tatum: Piano Starts Here (Columbia)
Proveniente de Toledo, Ohio, el discapacitado visual Art Tatum puso la vara de tocar el piano de jazz a una altura increíblemente alta, desde sus primeras grabaciones en 1933 hasta su muerte en 1956. La compilación de 1968, Piano Starts Here, captura una la asombrosa técnica de Tatum como en una gratificante fotografía y provocó un nuevo interés por la música de Tatum a doce años después de su muerte. El disco contenía sus primeros cuatro lados de estudio -incluidas interpretaciones maravillosas y extravagantes de “Tea For Two” y “Tiger Rag”- aumentadas por brillantes grabaciones en vivo realizadas en el Shrine Auditorium de Los Ángeles en 1949. Tal es el genio de Tatum que transforma este material en mini conciertos virtuosos, repletos de vertiginosas cascadas melódicas, acordes sustitutos creativos y acompañamientos de mano izquierda como un pistón.
Canción Clave: “Ashes Of Our Forever”
77: Christian Scott a Tunde Adjuah: The Emancipation Procrastination (Ropeadope/Stretch Music)
La historia del jazz se puede escuchar en la forma de tocar la trompeta de este músico de Nueva Orleans (desde la efervescencia descarada de Louis Armstrong hasta la melancolía introspectiva de Miles Davis y el virtuosismo incandescente de Dizzy Gillespie), también ha creado un híbrido musical único e inclasificable. Durante la última década, ha ido más allá del jazz con álbumes como The Emancipation Procrastination, álbum de gran carga política que fusiona rock alternativo, música africana, hip-hop y sabores ambient para llegar a un sonido que desafía el encasillamiento y que Adjuah describe como “stretch music”. El lanzamiento inaugural de su aclamada Trilogía del Centenario, el álbum ofrece una experiencia auditiva inmersiva que es una muestra sorprendente del estilo políglota del trompetista donde sus melodías elegantes y tristes se enmarcan en una mezcla de paisajes sonoros cinematográficos y ritmos de trap entrecortados.
Canción clave: “Ashes Of Our Forever”
76: Michael Brecker: Pilgrimage (Heads Up)
Este saxofonista tenor de Pensilvania saltó a la fama tocando jazz-funk en los años ‘70s en los Brecker Brothers con su hermano mayor Randy pero también se labró una carrera como acompañante de primera opción para artistas de rock que iban desde John Lennon hasta Steely Dan. Pilgrimage fue el último álbum en solitario de Brecker, grabado durante 2006 en la compañía estelar de Pat Metheny, Herbie Hancock, Brad Mehldau, John Patitucci y Jack DeJohnette. Aunque tenía una enfermedad terminal en ese momento, la forma de tocar de Brecker es maravillosamente vibrante y rebosa de un vigor que afirma la vida. Brecker ya había fallecido para cuando se había lanzado el disco, pero este gran álbum de jazz se erige como un monumento perdurable a su genio. También le valió dos premios Grammy póstumos.
Canción clave: “When Can I Kiss You Again”
75: Cécile McLorin Salvant: Dream & Daggers (Mack Avenue)
Nacida de madre francesa y padre haitiano, esta innovadora cantante de Miami de voz dulce y conmovedora, obtuvo el premio a la Mejor Voz de Jazz en los Grammy 2018 por Dreams & Daggers; un emprendedor álbum doble de 34 tracks que contrasta las actuaciones en vivo que la capturan en el icónico lugar Village Vanguard de Nueva York con grabaciones de estudio acompañada de un cuarteto de cuerdas. También es un álbum de yuxtaposiciones de otras maneras; entre canciones clásicas de jazz (“Mad About The Boy”) y números nuevos escritos por ella misma (“Red Instead”) que la cantante entreteje en una narración coherente que examina las vicisitudes del amor y la vida. Dreams & Daggers es una obra maestra que impulsó a McLorin Salvant al panteón de los grandes cantantes de jazz.
Canción Clave: “Never Will I Marry”
74: Brad Mehldau Trio: Anything Goes (Warner)
Junto con el bajista Larry Grenadier y el baterista Jorge Rossy, este prolífico pianista de formación clásica amplió los parámetros del formato de trío de piano durante un fértil período de diez años que abarcó entre 1995 y 2005. Este álbum de 2004 es lo mejor de la producción de este trío de jazz y refleja su estilo de deconstruir tanto estándares de jazz como canciones de pop-rock. Los aspectos más destacados van desde las típicas “Get Happy” y “Smile” que se transfiguran en números agitados que se distinguen por disonancias espinosas y una lectura inquietante de “Everything In Its Right Place” de Radiohead. A lo largo de las diez canciones del repertorio, la interacción entre los tres músicos parece estar operando a un nivel elevado, casi sobrenatural, logrando una unidad de pensamiento y propósito musical que recuerda al apogeo del trío de Bill Evans de principios de los años ‘60s.
Canción Clave: “Everything In Its Right Place”
73: Maria Schneider Orchestra: Data Lords (Artist Share)
Gracias al aprendizaje musical que tuvo con el legendario arreglista Gil Evans en los años ‘70s, esta compositora, orquestadora y directora nacida en Minnesota se convirtió en la decana indiscutible del jazz de gran lienzo, dirigiendo su propia orquesta desde 1992. La gran obra del 2020 de la ganadora de siete premios Grammy, Data Lords, es posiblemente su proyecto más ambicioso; un épico álbum conceptual doble que explora la incómoda intersección de los mundos digitales y naturales y, a través de una serie de exquisitos poemas sinfónicos, ofrece una crítica elocuente de la vigilancia del capitalismo y el lado oscuro de los avances tecnológicos. Al igual que el gran Duke Ellington antes que ella, Schneider escribe gran parte de su música pensando en músicos en específico. Un álbum de referencia en el jazz de big band contemporáneo.
Canción clave: “Sputnik”
72: Ambrose Akinmusire: When The Heart Emerges Glistening (Blue Note)
Ganador del prestigioso Premio Internacional de Jazz del Instituto Thelonious Monk en 2007, Akinmusire, nacido en Oakland, es un trompetista versátil y técnicamente consumado que se siente tan cómodo produciendo sonidos graves entrecortados, suaves al igual que soplando notas estratosféricas. Aunque su inclusión del estándar “What’s New” en este álbum de 2011, su debut en Blue Note—producido por Jason Moran—demostró que estaba enraizado en la tradición del jazz, el álbum también reveló ser un conceptualista con visión futurista cuya música es ferozmente contemporánea. A la vez, no tiene miedo de articular preocupaciones sociopolíticas; “My Name Is Oscar”, una poderosa pieza spoken word con acompañamiento de batería, destaca la injusta muerte de un joven afroamericano asesinado por la policía de Los Ángeles en 2009.
Canción Clave: “Confessions to My Unborn Daughter”
71: Gregory Porter: Be Good (Motema)
Antes de que este “jazz cat in a hat” de voz satinada se convirtiera en un nombre familiar en Estados Unidos y Europa luego de que su álbum Liquid Spirit de 2013 lo introdujera al mainstream, este nativo de Bakersfield ya era en gran medida una figura de culto que solo figuraba en el radar de los conocedores de jazz. A pesar de que su álbum debut, Water, había sido nominado para un Grammy, fue con su segundo álbum de larga duración, Be Good de 2012, que comenzó a construir un séquito devoto. Fusionando jazz con sabores de soul, blues y gospel, Porter demostró que tenía habilidades para escribir canciones a la altura de su rica y pulida voz de barítono. Desde baladas sedosas hasta números llenos de energía, Be Good reveló que Gregory Porter tenía tanta sustancia como tenía estilo.
Canción Clave: “On My Way To Harlem”
70: Kenny Burrell: Midnight Blue (Blue Note)
Uno de los más grandes guitarristas de jazz de todos los tiempos, el prolífico nativo de Detroit Burrell hizo su debut discográfico con el trompetista Dizzy Gillespie en 1951, y a partir de entonces, rápidamente se volvió un acompañante muy buscado. Su primer álbum como líder llegó poco después cuando Burrell se unió al sello Blue Note de Alfred Lion en 1956; siete años después grabó su obra magna, Midnight Blue, con esta compañía. Con la ayuda de las efusiones llenas de sentimiento del saxofonista tenor Stanley Turrentine, Burrell se sumerge profundamente en el blues y ofrece solos precisos donde el equilibrio entre la técnica impecable y la expresión emocional es perfecto. Las congas de Ray Barretto agregan un sabor latino, en particular en el animado comienzo, “Chitlins Con Carne” y el movido “Wavy Gravy”.
Canción Clave: “Chitlins Con Carne”
69: Chet Baker – Chet Baker & Crew (Pacific Jazz)
Considerado como el cara principal de la escuela cool del jazz de la costa oeste, Baker, nacido en Oklahoma, saltó a la fama con el Gerry Mulligan Quartet en 1952, seduciendo a los escuchas con una combinación de sus melodías de trompeta bellamente pulidas y su canto vocal lánguido, casi andrógino. Su voz está ausente de este álbum de 1956, pero se mantiene como uno de los álbumes más satisfactorios que grabó para el icónico sello Pacific Jazz de Dick Bock. Aunque acababa de regresar de una extenuante gira europea, Baker, al frente de un quinteto que incluye al saxofonista tenor Phil Urso y al pianista Bobby Timmons, toca tanto con vigor como vitalidad, lo que es particularmente notable en el tema abridor, “To Mickey’s Memory”, canción de swing fuerte aumentada por los exóticos timbales cromáticos de Bill Loughborough.
Canción Clave: “To Mickey’s Memory”
68: Alice Coltrane – Journey In Satchidananda (Impulse!)
Siguiendo la trayectoria cada vez más espiritual de los álbumes de mediados de los ‘60s de su esposo John, Alice Coltrane combinó el jazz modal con una exploración de la música del sur de Asia y la metafísica oriental para crear su distintiva voz musical. Quizás ningún álbum personifica mejor su estilo singular que esta obra de 1970, su cuarto álbum en solitario para Impulse! Records que contó con cuatro tracks grabados en su estudio casero y uno grabado en vivo en el Village Gate de Nueva York. El bajo robusto pero maleable de Cecil McBee es el pilar de los cuatro cortes de estudio, proporcionando la base musical sobre la cual Coltrane y sus compañeros construyen cimientos erigidos con glissando de arpa arremolinada, pianos de blues, drones de tambura espaciales y chillidos de saxofón soprano (este último cortesía de Pharoah Sanders). Se erige como uno de los mejores álbumes de jazz jamás grabados.
Canción Clave: “Journey In Satchidananda”
67: Oscar Peterson: Night Train (Verve)
Descrito por Duke Ellington como el “maharajá del teclado”, Peterson, nacido en Montreal, era famoso por un estilo de piano florido que expandió la estética virtuosa de su mentor, el gran Art Tatum. El formato preferido de Peterson era el trío de jazz, forma de la cual fue pionero, y que algunos creen que alcanzó su apoteosis en su LP de 1963, Night Train. Fue en esta obra donde el pianista, junto con sus colaboradores de confianza—el bajista Ray Brown y el baterista Ed Thigpen—lograron una mayor comunión que se despliega en una colección perfecta de estándares y blues. Aunque fue renombrado por sus brillantes despliegos de técnica, Peterson también mostró sutileza y moderación en un álbum que profundizó el aprecio por su indudable genio.
Canción Clave: “C Jam Blues”
66: Ella Fitzgerald: Sings The Cole Porter Songbook (Verve)
Este fue el álbum de 1956 que logró que el astuto plan maestro ideado por el entonces manager y productor de Fitzgerald, el también empresario de jazz Norman Granz, quien deseaba transformar a su protegida de 39 años de una cantante de jazz de culto a un nombre prestigioso internacional. Lo logró al hacer que ella explorara el trabajo de uno de los compositores preeminentes del Gran Cancionero Americano en el transcurso de un LP doble de 29 canciones. Publicado como el lanzamiento inaugural del sello Verve—recién formado de Granz—logró el equilibrio perfecto entre la accesibilidad del pop y la expresión del jazz gracias a la combinación de la voz impecable de Fitzgerald y los arreglos elegantes de Buddy Bregman.
Canción Clave: “Ev’ry Time We Say Goodbye”
65: Wayne Shorter: Emanon (Blue Note)
Incluso a los 86 años, el veterano saxofonista Wayne Shorter no se contentó con dormirse en sus laureles y en 2018 presentó uno de los mejores álbumes de jazz del año. Reconocido por patentar un enfoque idiosincrático de la composición, el talento de fuera de este mundo de Shorter alcanzó su apoteosis con Emanon, un esotérico álbum triple que también se desplegaba como una novela gráfica que describe las aventuras de un superhéroe que atraviesa multiversos luchando contra los malos. El primer disco encuentra a Shorter y su cuarteto participando en grandiosas piezas sinfónicas con el Orpheus Chamber Ensemble, mientras que el resto del álbum se desarrolla con alucinantes actuaciones en vivo que ilustran la increíble sinergia que el saxofonista y su banda conjuraban en el escenario.
Canción clave: “Prometheus Unbound”
64: Wynton Marsalis: Black Codes (From The Underground) (Columbia)
El virtuoso trompetista nacido en Nueva Orleans y ex-integrante de Jazz Messenger, Marsalis – un fuerte crítico de la fusión de jazz y la vanguardia – fue proclamado por algunos como el salvador del jazz contemporáneo en 1982 cuando su álbum debut homónimo incitó un renacimiento en la vertiente más estricta y acústica de este estilo de música. El álbum contaba con la participación de Herbie Hancock, Ron Carter y Tony Williams, todos miembros del quinteto de los años ‘60s de Miles Davis. Aunque sólo Carter apareció en el cuarto LP de Marsalis, el galardonado con dos premios Grammy Black Codes (From The Underground) de 1985, la influencia de ese grupo es casi palpable dentro del lenguaje musical que define el tema uptempo “Delfeayo’s Dilemma” y la elíptica balada lírica “Aural Oasis”, donde Marsalis, de 23 años, silencia su trompeta para darle un timbre similar al de Miles. Branford Marsalis, alternando entre saxofones tenor y soprano, funciona como un contraste para su hermano menor al estilo Wayne Shorter, creando un diálogo deslumbrante y crepitante en todo momento.
Canción Clave: “Black Codes”
63: Ahmad Jamal: At The Pershing: But Not For Me (Argo)
Un pianista de Pittsburgh conocido por su toque delicado, líneas melódicas cristalinas y uso dramático del espacio, Jamal, de 27 años, consiguió acertar con un álbum de un millón de ventas en 1958 cuando una selección de tracks grabados en vivo en el salón del Hotel Pershing de Chicago encendió las listas de LPs de Estados Unidos. El material interpretado por Jamal y su trío (con la formidable pareja del bajista Israel Crosby y el baterista Vernel Fournier) abarca desde swingers rápidos (“Surrey With The Fringe On Top”) hasta melodías nocturnas de ensueño (“What’s New”) e incluye una versión fascinante de la levemente exótica “Poinciana”, una oscura canción pop de los años 30 impulsada por ritmos afrocubanos que se convirtió en la melodía más conocida de Jamal. Un lúcido ejemplo de la estética de “menos es más” de Jamal, la melodía fue revivida en la banda sonora de la película de Clint Eastwood de 1995, The Bridges Of Madison County.
Canción clave: “Poinciana”
62: Pharoah Sanders: Karma (Impulse!)
Al haber sido discípulo de John Coltrane siendo miembro de su banda entre 1965 y 1967, este saxofonista y viajero astral de Arkansas fue un arquitecto clave de lo que se conoce como jazz espiritual, una mezcla exploratoria de estética cósmica, misticismo oriental y afrocentrismo, que floreció a finales de los ‘60s y a principios de los ‘70s. Karma fue el segundo disco de larga duración de Sanders para Impulse! y podría considerarse como su mejor disco, el cual contenía solo dos tracks; una meditación épica de 33 minutos llamada “The Creator Has A Master Plan,” que presenta un estribillo similar a un mantra vocalizado por el cantante avant-garde, Leon Thomas, cuyos tonos resonantes también reverberan en “Colors”, un poema tonal lento y brillante adornado con ondas de percusión sibilante.
Canción Clave: “The Creator Has A Master Plan”
61: Dave Holland Quartet: Conference Of The Birds (ECM)
Después de tocar el bajo con Miles Davis entre 1968 y 1970, Holland, nacido en Wolverhampton, se asoció con el teclista Chick Corea para formar el grupo avant-garde Circle antes de embarcarse en una carrera solista en 1973 con su LP debut, Conference Of The Birds. El flautista de Circle, Anthony Braxton, y el baterista y percusionista Barry Altschul, colaboraron con Holland en el álbum junto con el saxofonista y flautista Sam Rivers; combinando sus talentos para crear un álbum de free jazz que rebosa invención pero que también tiene momentos de accesibilidad sonora. Sus seis tracks van desde el post-bop con swing (“Four Winds” y “See-Saw”) hasta conversaciones musicales discursivas a cuatro bandas (“Q&A”), exposiciones feroces (“Interception”) y baladas fantásticas y texturizadas (“Now Here (Nowhere)”).
Canción Clave: “Four Winds”
60: The Modern Jazz Quartet: Lonely Woman (Atlantic)
El pianista del Modern Jazz Quartet, John Lewis, fue uno de los primeros en celebrar a Ornette Coleman, el revolucionario músico del free jazz de Fort Worth. Aún así, fue una sorpresa que su grupo, reconocido por su elegante estilo de “jazz de cámara” influenciado por la música clásica, hiciera una versión de “Lonely Woman” del saxofonista tejano que serviría como tema principal de su LP de 1962. La interpretación de MJQ que abre el álbum está llena de suspenso revela que la inquietante melodía de Coleman posee una belleza universal; el diálogo entre el piano de Lewis y el brillante y bluesero vibráfono de Milt Jackson tiene una cualidad etérea, aunque la sala de máquinas comandada por el bajista Percy Heath y el baterista Connie Kay mantiene la música en tierra. En otras partes del álbum, la música es variada, desde scherzos oscilantes (“Animal Dance”) hasta baladas elegantes (“New York 19”) y números juguetones y alegres (“Fugato”).
Canción Clave: “Lonely Woman”
59: Coleman Hawkins: Coleman Hawkins Encounters Ben Webster (Verve)
El hombre que inventó el solo de saxofón improvisado en su grabación de 1939 de “Body & Soul”, Coleman “Bean” Hawkins tenía 53 años cuando unió fuerzas con su compatriota de 48 años, Ben Webster de Missouri, para un encuentro memorable de saxofón tenor en 1957. Ambos músicos tenían sonidos diferentes – el tono de Hawkins era más suave que el gruñido entrecortado de Webster – pero compartían un amor por el blues, que se refleja en la forma en que combinan sus trompetas en el número que abre el disco, un tranquilo shuffle llamado “Blues For Yolanda.” Liderando una banda de estrellas que incluía al pianista Oscar Peterson y al bajista Ray Brown, la pareja muestra una mayor sofisticación en las seis canciones restantes, que van desde melancólicos tangos latinos (“Rosita”) hasta estándares de swing (“You’d Be So Nice To Come Home To”).
Canción Clave: “Tangerine”
58: Roy Hargrove Quintet: Earfood (EmArcy)
La muerte de Hargrove en noviembre de 2018 a la edad de 49 años le robó al mundo del jazz contemporáneo a uno de sus principales trompetistas virtuosos. Hargrove, nacido en Texas, saltó a la fama en la década de 1990 junto con sus compañeros “Young Lions”, los saxofonistas Joshua Redman y Branford Marsalis, y era un apasionado devoto del neo-hard bop, pero también incursionó en la música afrocubana y el jazz-funk teñido de R&B. Earfood de 2008 es una sesión típica de quinteto donde las emocionantes líneas de viento de Hargrove, –tanto abiertas como con sordina– equilibran la precisión técnica con la inteligencia emocional. El contagioso “Strasbourg/St. Denis” es una actualización del soul jazz teñido de gospel de los ‘60s, mientras que “The Stinger” es un swinger propulsor del que Art Blakey se habría sentido orgulloso.
Canción Clave: “Strasbourg/St. Denis”
57: Freddie Hubbard: Red Clay (CTI)
Un extravagante virtuoso de la trompeta al estilo de Lee Morgan, Hubbard, nacido en Indianápolis, había grabado para Blue Note, Impulse! y Atlantic antes de aterrizar en el sello CTI del productor de jazz Creed Taylor en 1970. Su debut para la compañía encontró a Hubbard junto a excelente compañía con músicos del calibre del saxofonista Joe Henderson, el pianista Herbie Hancock, el bajista Ron Carter y el baterista de 21 años, Lenny White. La canción que da título al álbum, con su fondo funky, se basó libremente en los cambios de acordes de la melodía soul de Bobby Hebb, “Sunny” y presenta alucinantes solos de las dos trompetas y el piano de Hancock. La bluesera “Delphia” muestra la sensibilidad de Hubbard como baladista, mientras que “The Intrepid Fox” es un escaparate propulsor para las increíbles habilidades del trompetista.
Canción Clave: “Red Clay”
56: Kamasi Washington: The Epic (Brainfeeder)
Luego de tres álbumes lanzados por él mismo de manera independiente e ignorados por el público, este saxofonista tenor de Los Ángeles, que anteriormente se ganaba la vida como acompañante de Snoop Dogg y Lauryn Hill, irrumpió en el mainstream como una supernova en 2015 con The Epic, un álbum triple de gran terreno que le hizo justicia a su título. Washington lleva al escucha a un viaje apasionante a través de variados paisajes sonoros, donde el jazz cósmico exploratorio choca con el misticismo de las artes marciales. El toque maestro fue el uso que hace Washington de una orquesta y un coro, lo que le da a la música una dimensión de pantalla grande de proporciones gigantes. El álbum no solo llevó la carrera de Washington a otro nivel, sino que inspiró un resurgimiento del jazz espiritual y atrajo a multitudes de jóvenes al género.
Canción Clave: “Change Of The Guard”
55: Chick Corea & Return To Forever: Light As A Feather (Polydor)
Antes de que incluyera una guitarra eléctrica, subieran el volumen a once y adoptaran el jazz-rock, Return To Forever de Chick Corea tocaba un tipo más delicado de fusión de jazz con toques de música latina. Luego de lanzar su LP debut para ECM en 1972, nos dieron el exquisito Light As A Feather en 1973. Con la participación de la cantante brasileña Flora Purim y su esposo, el baterista y percusionista Airto Moreira, así como el saxofonista Joe Farrell y el contrabajista Stanley Clarke, la banda tocó temas de forma maravillosa como el etéreo corte que le da título al álbum, el mercurial “Captain Marvel”, el alucinante “500 Miles High” y su cierre épico, “Spain”, donde Corea reconfigura la melodía principal del famoso concierto para guitarra del compositor español Rodrigo. Solo Corea y Clarke permanecerían en la siguiente encarnación de la banda, pero la formación en Light As A Feather fue responsable de uno de los mejores álbumes de jazz de todos los tiempos.
Canción Clave: “Spain”
54: Dizzy Gillespie, Sonny Rollins, Sonny Stitt: Sonny Side Up (Verve)
Una colaboración entre el arquitecto del bebop Gillespie y dos discípulos de Charlie Parker, Sonny Side Up pone frente a frente al trompetista veterano contra las estrellas saxofonistas ascendentes Stitt (alto) y Rollins (tenor) en un contexto informal de sesión improvisada. Solo hay cuatro tracks, pero la sesión de 1957 no se queda corta en calidad; los solos de los protagonistas centrales son impresionantes, particularmente en “The Eternal Triangle”, escrito por Stitt, siendo este un número de bop frenético pero extenso que permite a los solistas enfrentarse como si fueran gladiadores, recordando esas famosas competencias de “cutting” de los años ‘40s y ‘50s. Rollins y Stitt son impresionantes en su poder, pero cuando Gillespie entra y los deja boquiabiertos, es evidente que todavía tenían mucho que aprender.
Canción Clave: “The Eternal Triangle”
53: Jackie McLean: Destination … Out! (Blue Note)
Siendo un discípulo del bebop que nunca tuvo miedo de aventurarse al otro lado del jazz, el saxofonista alto Jackie McLean se encontraba en un modo experimental a principios de la década de 1960, llevando la estética del hard bop al límite con una serie de álbumes para Blue Note cada vez más progresivos. Su propuesta más extravagante fue Destination… Out!, una sesión notable con jóvenes estrellas del jazz en ascenso, incluyendo al trombonista Grachan Moncur III (quien contribuye dos de las cuatro melodías del conjunto) y el vibrafonista Bobby Hutcherson, junto con el bajista Larry Ridley y el versátil maestro de la batería Roy Haynes. La inquietante balada “Love and Hate” emana una belleza de otro mundo, mientras que la imprevisible “Esoteric” comienza como un vals macabro. Solo el corte final, el “Riff Raff”, que se mueve con una sensación de swing suave, haciendo reverencia al hard bop en lo que resulta en una grabación ambiciosa pero enormemente impresionante.
Canción Clave: “Love and Hate”
52: Billie Holiday: Lady In Satin (Columbia)
En cuanto a su timbre, la voz de “Lady Day” no estaba en su mejor momento cuando llegó a grabar su último LP; se escuchaba áspera, agobiada y devastada por años de abuso de drogas y alcohol. Aun así, Lady In Satin de 1958—una colección de baladas orquestadas por Ray Ellis—demostraba que las imperfecciones vocales de Holiday eran parte del encanto del álbum, revelando una vulnerabilidad que le da al disco una mayor intensidad. El arreglista Ellis envuelve la frágil voz de Holiday con exuberantes cojines de sonido, aunque no pueden disimular la convincente desnudez emocional de las interpretaciones de la cantante. Melancólica y agridulce, pero salpicada de fugaces pepitas de alegría, Lady In Satin se presenta como una melancólica reminiscencia de una vida bien vivida; un epitafio apropiado para una de las mejores narradoras del jazz.
Canción Clave: “You’ve Changed”
51: Django Reinhardt – Retrospective 1934-53 (Saga)
Dado que la mayoría de las grabaciones influyentes de Reinhardt precedieron el formato de larga duración y salieron como sencillos de 78 rpm, la mejor manera de apreciar la música del guitarrista gitano belga es buscando un álbum recopilatorio. Sin embargo, hay cientos de donde elegir, pero Retrospective, una colección de 3 CDs del 2004, es una antología que abarca toda su carrera, comenzando con los lados fundamentales del Quintette du Hot Club de France de Reinhardt (con el violinista Stephane Grappelli) de la década de 1930 y va directo hasta sus incursiones con la guitarra eléctrica en la década de 1950. Un retrato muy convincente de uno de los músicos e improvisadores más talentosos del jazz.
Canción Clave: “Limehouse Blues”
50: Thelonious Monk: Genius Of Modern Music Vols.1 & 2 (Blue Note)
Cuando surgió de la escena del jazz de Nueva York a finales de los ‘40s, nadie quería correr el riesgo de contratar al pianista/compositor Thelonious Monk. Apodado “El Sumo Sacerdote del Bop”, su música idiosincrática, con su vocabulario musical de avanzada caracterizado por melodías asimétricas y acordes de conjuntos de notas disonantes, se consideró demasiado extravagante para los gustos del mainstream. Pero entonces, Alfred Lion de Blue Note Records escuchó a Monk, reconoció su genio poco ortodoxo y comenzó a grabar sencillos con él en 1947. Cuatro años más tarde, en 1951, Lion publicó el primer álbum de Monk, Genius Of Modern Music, al que siguió un segundo volumen en 1956 (para entonces, Monk ya grababa para Riverside). Blue Note luchó para llevar la música de Monk a un público más amplio, pero sin mucho éxito. Sin embargo, sus dos álbumes para la compañía fueron significativos para la evolución del jazz moderno. También lo retratan en un momento notable de su carrera, cuando estaba desarrollando sus conceptos musicales únicos.
Canción Clave: “Well You Needn’t”
49: Count Basie: The Original American Decca Recordings (Decca)
Esta compilación de 2013 reúne todos los lados que Basie grabó para Decca entre 1937 y 1939, capturados en el apogeo de la era del swing cuando dominaban las big bands. Aunque la estadía de Basie en Decca fue breve, fue increíblemente fértil, lo que resultó en éxitos como “Honeysuckle Rose” y “Pennies From Heaven”. Su banda en ese momento incluía a Lester Young, Freddie Green y Jo Jones, así como a los vocalistas Jimmy Rushing y Helen Humes. Juntos ayudaron a patentar un sonido característico e inconfundible, definido por ritmos vibrantes de swing, trabajo de conjunto tenso y solos incandescentes. Una vívida instantánea de la banda de Basie en su mejor y más jovial momento.
Canción Clave: “Pennies From Heaven”
48: Bud Powell: The Amazing Bud Powell Vol.1 (Blue Note)
Powell, el pianista nacido en Harlem, no vivió más allá de los 41 años pero tuvo un profundo impacto que aún puede sentirse en el jazz contemporáneo. Fuertemente influenciado por el complejo lenguaje del bebop, Powell traspasó las innovaciones de Charlie Parker y Dizzy Gillespie al piano a finales de los ‘40s. Compilando grabaciones realizadas en 1949 y 1950, The Amazing Bud Powell fue el primer álbum del pianista, y salió a la luz en 1952 cuando tenía 28 años. Contenía su tema característico, “Un Poco Loco” –una muestra notable del virtuosismo de Powell, sazonado con sabores afrocubanos– y el igualmente brillante “Bouncing With Bud”. El álbum, que también contó con la participación de un Sonny Rollins de 19 años, es uno de los mejores álbumes de jazz hechos por un pianista; rompió el libro de reglas y sirvió como una introducción memorable a un talento musical fenomenal.
Canción Clave: “Bouncing With Bud”
47: Weather Report: Heavy Weather (Columbia)
Hubo muchas encarnaciones diferentes de Weather Report a través de los 15 años de vida que tuvo esta banda de fusión, pero lo que les brindó un sentido unificador de continuidad y cohesión fue la omnipresencia de los co-fundadores Joe Zawinul y Wayne Shorter. Heavy Weather de 1977 fue el octavo álbum del grupo y el segundo con el extraordinario bajista, Jaco Pastorius. Al igual que Shorter y Zawinul, Pastorius—quien tocaba un bajo sin trastes—era un compositor talentoso y sus temas “Teen Town”, un vehículo funky para el despliegue de su pirotecnia de bajo extravagante, y “Havona”, una excelente pieza de conjunto, resaltan su creciente madurez como conceptualista de jazz. Pero fue el abridor alegre escrito por Zawinul, “Birdland”, el que obtuvo la mayor cantidad de aplausos y se convirtió en la melodía más conocida del grupo, generando muchas versiones. Podría decirse que es el más perfecto de los 14 álbumes de estudio de Weather Report. Heavy Weather continúa siendo uno de los mejores álbumes de jazz de la era de la fusión.
Canción clave: “Birdland”
46: John Coltrane And Thelonious Monk: At Carnegie Hall (Blue Note)
Esta grabación en vivo de Monk y Trane tocando juntos en un concierto benéfico en noviembre de 1957 se pensó perdida hasta que la cinta master se descubrió languideciendo en las bóvedas de la Biblioteca del Congreso de EE. UU. en 2005. Este es un documento perfectamente conservado que captura a Coltrane durante su permanencia de seis meses con Monk, que sucedió después de que Miles Davis lo despidiera a principios de año (y dos meses después de que el saxofonista grabara su álbum Blue Train). Ambos hombres, apoyados por el bajista Ahmed Abdul-Malik y el baterista Shadow Wilson, se encuentran en la cima de sus respectivos poderes creativos, con Coltrane navegando con una facilidad consumada las complicadas melodías de Monk y los cambios de acordes poco ortodoxos. Un retrato cautivante de dos genios trabajando.
Canción Clave: “Blue Monk”
45: Horace Silver: Song For My Father (Blue Note)
Un destacado exponente del hard bop y miembro fundador de The Jazz Messengers en los años ‘50s, Horace Silver fue un pianista/compositor nacido en Connecticut que jugó un papel decisivo en establecer la primera línea de dos trompetas como de rigueur en el jazz post-bop de grupos pequeños. Durante un período de 28 años que grabó para Blue Note, produjo muchos álbumes excelentes, pero pocos tan verdaderamente satisfactorios como Song For My Father, cuya canción inmortal que da título al álbum se define por motivos de metales contagiosos y una introducción famosa (tomada prestada por Steely Dan para su éxito de 1974, “Rikki Don’t Lose That Number”). Grabado en tres sesiones separadas entre 1963 y 1964, el álbum presentó dos encarnaciones diferentes del quinteto de Silver, aunque son las cuatro canciones de la nueva formación (con el trompetista Carmel Jones y el saxofonista Joe Henderson) las que más impresionan. Song For My Father sigue siendo el trabajo más fundamental de Silver.
Canción Clave: “Song For My Father”
44: Grant Green: Idle Moments (Blue Note)
El guitarrista de St Louis, Grant Green, fue prolífico durante dos temporadas distintas con Blue Note y, como revelan sus 29 álbumes para la compañía, grabó en una amplia gama de entornos. Posiblemente el mejor de sus LPs durante su primera estancia en el sello –cuando tocaba hard bop– Idle Moments fue grabado en 1963 y encuentra a Green liderando un sexteto que incluye al saxofonista tenor Joe Henderson, al pianista Duke Pearson (quien compuso dos de las canciones del álbum, incluida la sublime pero tenue melodía de la canción de 14 minutos que le da título al disco) y al vibrafonista Bobby Hutcherson. A diferencia de algunos guitarristas, Green nunca trató de subyugar al escucha a través de ejecuciones elaboradas o llamativas, sino que prefirió elegir melodías de pocas notas que se mantuvieran dentro de los límites del buen gusto. A pesar de su economía musical y el uso justo del espacio, “Jean De Fleur”, un swinger rápido de Idle Moments escrito por él muestra que Green podía jugar con fuego cuando la ocasión lo requería.
Canción Clave: “Idle Moments”
43: Count Basie: The Complete Atomic Basie (Roulette)
La banda de este aristócrata del jazz fue famosa por su estilo, dinamismo y sentido infalible del swing, y todas esas cualidades se pueden escuchar en esta explosiva grabación de 1957. En una época en la que las grandes bandas estaban en su mayoría extintas, el lanzamiento de The Complete Atomic Basie marcó un resurgimiento en la fortuna del elegante pianista de Red Bank, Nueva Jersey. Todo el material fue escrito por el ascendente compositor y arreglista Neal Hefti, y presenta algunos cuadros de metales explosivos. En el centro de toda la acción está el piano lacónico de Basie, su picante manera de tocar llenando un tipo de minimalismo disonante. Además de números dinámicos y acelerados con trompetas a todo volumen, el álbum contiene algunos números más lentos bellamente atenuados, definidos por hábiles y sutiles matices orquestales. La versión completa, con material adicional, se lanzó en 1994.
Canción Clave: “Kid From The Red Bank”
42: Hank Mobley: Soul Station (Blue Note)
Condenado por el débil elogio de un crítico de jazz, que lo describió como el “campeón de peso mediano del saxofón tenor”, Mobley, nativo de Georgia, a menudo fue eclipsado por el trabajo y la reputación de sus contemporáneos tenores John Coltrane y Sonny Rollins. Aunque no fue un innovador del jazz, Mobley fue prolífico y produjo una formidable obra para Blue Note entre 1955 y 1970. Sus 26 álbumes para el sello son sólidos pero ninguno es tan perfecto como Soul Station. Rodeado por los talentos supremos de Wynton Kelly, Paul Chambers y Art Blakey, Mobley ofrece una clase magistral de hard bop relajado. Una versión suave y sublime de “I Remember” de Irving Berlin establece el tono del álbum, que también incluye cuatro temas originales fuertes (“Dig Dis” es el mejor de ellos) que demuestran las habilidades poco reconocidas de Mobley como compositor. Este se gana su lugar entre los mejores álbumes de jazz de todos los tiempos al ser uno de los mejores álbumes de Blue Note.
Canción Clave: “I Remember”
41: Charlie Christian: The Genius Of The Electric Guitar (Columbia)
A pesar de fallecer a la edad de 25 años de tuberculosis, Christian, nacido en Texas, hizo lo suficiente durante su corta carrera para alcanzar la inmortalidad y ganarse un lugar en el panteón de los grandes de la guitarra de jazz . Aunque saltó a la fama en la era del swing de las big bands (dejando su huella por primera vez en el sexteto de Benny Goodman junto al maestro del vibráfono Lionel Hampton), el contenido melódico y armónico de los solos de Christian anticipó el vocabulario musical avanzado del bebop. Este álbum recopilatorio, siendo un lanzamiento póstumo publicado por primera vez en 1987, reunió lados dispares, incluidas grabaciones en solitario y cortes que documentan su paso por Goodman. Muchos guitarristas siguieron la estela de Christian, entre ellos Wes Montgomery, Grant Green y George Benson, todos mostrando una deuda con el genio del diapasón de Texas.
Canción Clave: “Solo Flight”
40: Art Pepper, Red Garland, Paul Chambers And Philly Joe Jones: Art Pepper Meets The Rhythm Section (Contemporary)
En enero de 1957, cuando Art Pepper grabó este álbum junto con la antigua sección rítmica de Miles Davis—compuesta por el pianista Red Garland, el bajista Paul Chambers y el baterista Philly Joe Jones—el saxofonista alto de la costa oeste de 31 años se encontraba luchando contra la adicción a las drogas. A pesar de esto, Pepper, quien afirmó que no había tocado su saxo por varias semanas antes de la sesión, hizo un disco de jazz trascendente. El material y las ejecuciones son simplemente sublimes, con cada músico tocando con un alto nivel de creatividad, enfoque e inspiración. Entre lo más destacado se encuentra el tema co-escrito por Pepper, “Straight Life”, un frenético bebop swinger que más tarde se convirtió en el título de su autobiografía.
Canción Clave: “Imagination”
39: John Coltrane: My Favorite Things (Atlantic)
Coltrane mostró su relativamente desconocida y subexpuesta destreza en el saxofón soprano en este, su tercer álbum para Atlantic Records, grabado en marzo de 1961 y lanzado más tarde el mismo año. La canción que le da título reformuló un número clave del popular musical de Broadway de Rodgers y Hammerstein, The Sound Of Music, y lo transformó en un vals de jazz modal de 13 minutos con matices orientales. Otros tres estándares conformaron el resto del álbum, incluida una versión rápida y con mucho swing de “Summertime” de George Gershwin y una lectura conmovedora de “Ev’ry Time We Say Goodbye”. Sin duda, el crecimiento de la popularidad de Coltrane a principios de los años ‘60s se vio favorecido por el lanzamiento por parte de Atlantic de una versión más corta de “My Favourite Things” como sencillo para promocionar el álbum.
Canción Clave: “My Favourite Things”
38: Benny Goodman: At Carnegie Hall (Columbia)
Aunque se grabó el 16 de enero de 1938, el concierto en Carnegie Hall de Benny Goodman no apareció sino hasta 1950. Este disco se ganó su lugar entre los mejores álbumes de jazz de todos los tiempos gracias a que captura un momento significativo en la historia: Goodman fue el primer músico de jazz autorizado para tocar en una prestigiosa sala de conciertos de música clásica. Preocupado de que las críticas negativas descarrilaran su carrera, el clarinetista mostró aprehensión por actuar en el recinto, pero sus temores resultaron infundados y el concierto fue considerado como un gran evento cultural. La banda de Goodman está que arde y se le añade una dosis extra de combustible a las llamas gracias a la incorporación de miembros de las bandas de Duke Ellington y Count Basie. Además de mostrar material nuevo, Goodman también ofreció una historia del jazz, incluyendo algunas melodías de ragtime y Dixieland en su repertorio, afirmando que realmente estuvo a la altura de su reputación como el “Rey del Swing”.
Canción Clave: “Sing, Sing, Sing (With A Swing)”
37: Wes Montgomery: The Incredible Jazz Guitar Of Wes Montgomery (Riverside)
Aunque inspirado por el virtuosismo en el diapasón de su ídolo, Charlie Christian, Wes Montgomery forjó un estilo único e inmediatamente identificable. The Incredible Jazz Guitar Of… fue su tercer álbum pero fue el que realmente puso al guitarrista de Indianápolis en el mapa del jazz. Los acompañantes de Montgomery (el pianista Tommy Flanagan, el bajista del Modern Jazz Quartet, Percy Heath y su hermano, el baterista Albert Montgomery) ofrecen un excelente apoyo en una variada selección de temas originales (“Four On Six”, “West Coast Blues” y “Mr. Walker”), covers (“Airegin” de Sonny Rollins y “In Your Own Sweet Way” de Dave Brubeck) y estándares (“Polka Dots And Moonbeams”). Usando su pulgar calloso como púa, Montgomery toca melodías de una notas sencillas con frases similares a las de un corno para luego embellecer sus solos con una secuencia de acordes en bloque seguidos de octavas.
Canción Clave: “Four On Six”
36: The Mahavishnu Orchestra With John McLaughlin: The Inner Mounting Flame (Columbia)
Luego de saltar a la fama con Miles Davis a finales de los ‘60s (en los álbumes de proto jazz-rock/fusión In A Silent Way y Bitches Brew), el mago de la guitarra nacido en Doncaster, John McLaughlin formó The Mahavishnu Orchestra, un quinteto que unió el virtuosismo de improvisación de jazz con el poder de altos decibeles del rock pesado para crear un híbrido que luego se infundió con el misticismo oriental. Este, su álbum debut, fue una confección incendiaria de líneas abrasadoras de guitarra y violín que se enfrentaban sobre ritmos agitados tocadas en tiempos inusuales. Los detractores más duros del grupo los condenaron, llamándoles pretenciosos y autoindulgentes, pero, sorprendentemente, lograron un gran éxito, particularmente en Estados Unidos, donde fueron acogidos de todo corazón. Grabado por la primera de varias encarnaciones de la banda, The Inner Mounting Flame es sin duda el mejor álbum de The Mahavishnu Orchestra y sigue sorprendiendo al día de hoy.
Canción Clave: “The Dance Of Maya”
35: Clifford Brown And Max Roach: Clifford Brown & Max Roach (EmArcy)
Quién sabe qué habría logrado el trompetista y arquitecto del hard bop Clifford Brown si hubiera vivido más allá de los 25 años. Su muerte, ocurrida el 26 de junio de 1956 en un accidente automovilístico, privó al mundo del jazz de uno de sus prospectos más brillantes; aunque al menos pudo grabar un álbum digno de incluirse entre los mejores discos de jazz de todos los tiempos. A pesar de su corta edad, “Brownie” dejó una buena cantidad de grabaciones que continúan preservando su nombre, y la mejor de las cuales es posiblemente ésta, grabada en agosto de 1954 cuando Brown y el baterista Max Roach co-dirigieron un quinteto que incluía al saxofonista Harold Land. Con Richie Powell al piano (quien murió en el mismo accidente automovilístico fatal con Brown) y George Morrow al bajo, el grupo entregó un set impresionante que incluyó tres temas originales, incluyendo “Joy Spring”, además de una versión vibrante de “Parisian Thoroughfare” de Bud Powell (con un toque de “American In Paris” de George Gershwin en la introducción).
Canción Clave: “Joy Spring”
34: Andrew Hill: Point Of Departure (Blue Note)
Andrew Hill grabó 13 discos para Blue Note entre 1963 y 1970, pero Point Of Departure es, sin duda, el mejor de ellos. Al igual que Thelonious Monk antes que él –quien ejerció una fuerte influencia en Hill– el pianista y compositor de Chicago surcó un camino solitario, expresándose en un estilo único e idiosincrático definido por melodías asimétricas y métricas poco ortodoxas. Point Of Departure fue el quinto álbum en Blue Note de Hill y contó con un sexteto que incluía a Eric Dolphy, Joe Henderson, Kenny Dorham y un joven Tony Williams en la batería. Las composiciones de Hill, en ocasiones frenéticas y otras tranquilas, no son fáciles de tocar pero el grupo las interpreta de forma hermosa y sin esfuerzo. Aquí, Hill camina sobre una estrecha cuerda floja que separa el hard bop avanzado del jazz avant-garde, pero lo hace de manera convincente. Más de medio siglo después, esta magna obra se aprecia como un ejemplo esencial e imprescindible del jazz post-bop que rompe paradigmas y se encuentra entre los mejores álbumes de jazz
Canción Clave: “Flight 19”
33: Herbie Hancock: Head Hunters (Columbia)
Después de que la música experimental de Mwandishi, su banda de principios de los ‘70s, llegara oídos sordos, Herbie Hancock se reinventó a sí mismo como un mago del jazz-funk con un toque afro en este exitoso álbum de 1973, que alcanzó el número 1 en las listas de jazz de EE. UU. Aunque influenciado por Sly Stone y James Brown, Hancock se encontró con algo único que era al mismo tiempo accesible e innovador. Combinando clavinet chapoteante con líneas astrales de sintetizador – ambas respaldadas por el bajo anclado de Paul Jackson y los ritmos tensos pero elásticos de Harvey Mason – Hancock y sus secuaces llegaron a abrir a bandas de rock como Santana. Los cuatro tracks aquí presentes van desde el funk épico y espacial (“Chameleon”) hasta los ritmos tropicales atmosféricos (una reinterpretación poco convencional con influencia africana de su clásico Blue Note de 1963, “Watermelon Man”) y la fusión vanguardista y sincopada (“Sly”). La única canción lenta del repertorio, “Vein Melter”, es un paisaje sonoro gelatinoso. Head Hunters demostró ser un álbum muy influyente, transformando a Herbie Hancock en una superestrella de la fusión.
Canción Clave: “Chameleon”
32: Dexter Gordon: Go! (Blue Note)
El primer músico en tocar con éxito el bebop con un saxofón tenor, este gigante del jazz de Los Ángeles que medía 1,80 metros de estatura comenzó su carrera a finales de los ‘40s, pero prácticamente desapareció en los ‘50s debido a períodos en prisión por delitos relacionados con las drogas. Sin embargo, a principios de los años ‘60s, revivió su carrera en Blue Note. Grabado en 1962, Go! fue el tercer álbum de Gordon para el sello y lo encontró en compañía del pianista Sonny Clark, el bajista Butch Warren y el baterista Billy Higgins. El álbum comienza con un desprendimiento supremo de hard bop escrito por él mismo llamado “Cheese Cake”, que permanecería en el repertorio de Gordon hasta su muerte en 1990. El resto del álbum está dedicado a los estándares, incluida una versión con sabor latino de “Love For Sale” de Cole Porter. Un conocedor confeso de baladas, el saxofonista infunde su versión de “I Guess I’ll Hang My Tears To Dry” con un sutil sentimiento de soul.
Canción Clave: “Cheese Cake”
31: Sarah Vaughan: Sarah Vaughan (With Clifford Brown) (EmArcy)
Considerada miembro de la Santísima Trinidad de las cantantes de jazz – junto con Ella Fitzgerald y Billie Holiday– “Sassy” Sarah Vaughan ingresó al estudio con el ascendente dios de la trompeta Clifford Brown para grabar este álbum, que muchos críticos de jazz creen que es el mejor que grabó jamás. La colección de nueve canciones comienza con una interpretación vivaz de “Lullaby Of Birdland” de George Shearing y un swing fino y alegre llamado “You’re Not The Kind”, pero en otros temas, Vaughan ofrece algunas baladas hermosas, incluida una nostálgica “April In Paris”. (que demuestra a Brown tocando un solo de trompeta plañidera pero lírica usando una sordina) y la sensual “Embraceable You”, donde acaricia la letra con su hermoso tono de contralto.
Canción Clave: “Lullaby Of Birdland”
30: The Quintet: Jazz At Massey Hall (Debut)
Uno de los primeros supergrupos de jazz, The Quintet, estaba compuesto por Charlie Parker—quien originalmente fue anunciado como Charlie Chan por razones contractuales—con Dizzy Gillespie, Charles Mingus, Bud Powell y Max Roach. Se reunieron solo una noche el viernes 15 de mayo de 1953 en el Massey Hall de Toronto. El álbum salió en el sello Debut, propiedad de Mingus más tarde el mismo año, pero no antes de que él volviera a grabar sus líneas de bajo, que apenas se podían percibir en la grabación original. La actuación incluyó los clásicos de Gillespie, “Salt Peanuts” y “Night In Tunisia”, este último con algunos intercambios fabulosos entre el trompetista y el saxo alto mercurial de Parker. Lamentablemente, el concierto representó la última vez que los dos genios del bebop grabaron juntos. Considerado por algunos como el mejor concierto de jazz de todos los tiempos, Jazz At Massey Hall fue reconocido oficialmente como uno de los mejores álbumes de jazz de la historia cuando fue incluido en el Salón de la Fama de los Grammy en 1996.
Canción Clave: “A Night In Tunisia”
29: Bill Evans Trio: Waltz For Debby (Riverside)
Bill Evans aportó una nueva perspectiva a la interpretación del piano de jazz al evitar los clichés del bebop y basarse en la exuberante armonización de los compositores clásicos impresionistas franceses como Debussy y Ravel. “Waltz For Debby” fue una canción inspirada en la pequeña sobrina del pianista; grabado por primera vez en 1956 en el álbum New Jazz Conceptions, rápidamente se convirtió en un estándar de jazz. También se convirtió en la canción que le da título a este álbum en vivo grabado en junio de 1961 en el Village Vanguard de Nueva York. El material de Waltz For Debby se extrajo de la misma actuación que produjo el álbum Sunday At The Village Vanguard, con Evans, el bajista Scott LaFaro y el baterista Paul Motian mostrando un alto grado de empatía y comunicación simbiótica nunca antes escuchado en un trío de jazz. LaFaro, de solo 25 años, trágicamente murió diez días después de estas grabaciones, aunque su genio se conserva en sus increíbles actuaciones aquí.
Canción Clave: “My Foolish Heart”
28: Lee Morgan: The Sidewinder (Blue Note)
Un prodigio de la trompeta de Filadelfia que se unió a Blue Note cuando aún era un adolescente, Lee Morgan saltó a la fama como miembro de los Jazz Messengers de Art Blakey. La canción que le da título a The Sidewinder, con su ritmo alegre de soul-jazz y motivos de metales contagiosos, fue un sencillo que le dio mucho éxito a Blue Note y ayudó al álbum de donde se extrajo a convertirse en el LP más vendido del sello. Aparte de dicha canción de vertiente más comercial, los cuatro cortes restantes ofrecieron algo diferente, mostrando al joven músico de 25 años explorando ritmos de jazz más profundos como “Totem Pole” y “Hocus Pocus”. Morgan es contrastado por el saxofonista tenor Joe Henderson, cuyo tono es robusto y terrenal en comparación con el sonido dorado e inmenso del trompetista. Ofreciendo un apoyo sólido está la sección rítmica, compuesta por Barry Harris, Bob Cranshaw y Billy Higgins.
Canción Clave: “The Sidewinder”
27: Bill Evans: Sunday At The Village Vanguard (Riverside)
Originario de Plainfield, Nueva Jersey y de ascendencia galesa y rusa, Bill Evans fusionó el bebop y la música clásica impresionista para aportar una nueva sensibilidad a la interpretación del piano de jazz. Después de debutar en 1956, Evans rápidamente dejó su huella en el mundo de este género y, dos años después, fue reclutado por Miles Davis, ayudando a este a dar forma al sonido de su innovador álbum de 1959, Kind Of Blue. Sunday At The Village Vanguard es un tremendo álbum en vivo de 1961 que muestra cómo Evans—junto con el bajista Scott LaFaro y el baterista Paul Motian—aportaron un nuevo concepto de improvisación colectiva a la estética del trío con piano. De hecho, su interacción alcanza un nivel de comunicación casi telepático. Aunque el fuerte de Evans eran las exuberantes baladas románticas, Sunday At The Village Vanguard muestra que también podía hacer swing con verdadero brío.
Canción Clave: “My Man’s Gone Now”
26: Thelonious Monk: Brilliant Corners (Riverside)
Thelonious Monk estaba adelantado a su tiempo, razón por la cual su música fue a menudo incomprendida e incluso ridiculizada durante muchos años. Sin embargo, cuando el pianista y compositor de Carolina del Norte grabó Brilliant Corners para Riverside en 1956, estaba empezando a obtener el reconocimiento y los elogios que se merecía. En términos de sus características definitorias, el álbum –con sus melodías angulares, armonías disonantes y ritmos alegres de swing– es esencialmente Monk. El álbum de cinco tracks presenta a Sonny Rollins, de 26 años, en el saxofón tenor, haciendo slalom con aplomo a través de las desafiantes secuencias de acordes de Monk. Destacan la canción que le da título, además de “Pannonica” (dedicada a la mecenas europea de Monk, la baronesa Kathleen Pannonica De Koenigswarter, en la que Monk toca la celeste) y “Bemsha Swing”.
Canción Clave: “Bemsha Swing”
25: Keith Jarrett: The Köln Concert (ECM)
Por un instante, pareciera que el destino conspiraba para evitar que Keith Jarrett hiciera The Köln Concert, que se grabó en vivo en Colonia, entonces en Alemania Occidental, el 25 de enero de 1975. El pianista de Pensilvania de 29 años sufría de un dolor de espalda insoportable y fatiga después de un largo viaje al concierto, solo para descubrir que el piano no era satisfactorio para él. Jarrett inicialmente se negó a tocar, pero finalmente cedió y se sentó para entregar 66 fascinantes minutos de improvisación de piano solista. A ratos lírica y febril, la música parecía brotar de él en un torrente catártico de emociones. El álbum resultante rápidamente ganó notoriedad y, hasta la fecha, sigue siendo el álbum de música para piano sin acompañamiento más vendido. Jarrett ha grabado muchos álbumes de piano solo desde entonces, y todos son buenos, pero ninguno de ellos puede superar el sentimiento trascendente que define The Köln Concert.
Canción Clave: “Part 1”
24: John Coltrane: Giant Steps (Atlantic)
El cambio de Prestige a la disquera más grande Atlantic en marzo de 1959 vio cómo Coltrane mejoró sus habilidades en su debut para la nueva compañía. Lanzado en enero de 1960, Giant Steps marcó la primera vez que Coltrane grabó un álbum con material completamente original y, significativamente, dos de las canciones –la clásica tonada que le dio título, caracterizada por su fascinante melodía descendente sobre cambios de acordes cíclicos, y la hermosa balada “Naima”– se convirtieron en estándares de jazz. Rodeándose de acompañantes simbióticos como el pianista Tommy Flanagan (reemplazado por Wynton Kelly en “Naima”), el bajista Paul Chambers y el baterista Art Taylor, las exploraciones musicales de Coltrane llevaron el bebop a sus mayores alturas. Otros temas destacados de esta colección inmortal incluyen “Cousin Mary” y “Mr PC”, este último un tributo al bajista Paul Chambers.
Canción Clave: “Giant Steps”
23: Herbie Hancock: Maiden Voyage (Blue Note)
Grabado y lanzado en 1965, este álbum, cuyos cinco cortes están unidos por un tema náutico, fue el quinto lanzamiento en solitario de este pianista de Chicago para Blue Note. Con solo 24 años de edad al momento de su grabación, Hancock ya era una estrella en ascenso en el mundo del jazz y estaba dejando su huella como miembro del célebre Quinteto de Miles Davis (junto con Ron Carter y Tony Williams, quienes también contribuyen al álbum). La suave canción que le da título a Maiden Voyage es un retrato de la navegación tranquila que encuentra a Hancock y su banda (con dos metales en la primera línea compuesta por el trompetista Freddie Hubbard y el saxofonista tenor George Coleman) explorando el jazz modal, mientras que “The Hurricane”, como su título indica, es una vorágine vertiginosa de sonido y furia. Otro tema destacado es el alegre y calmado “Dolphin Dance”. Eminentemente accesible, aunque con un sentido para lo que era vanguardista en ese momento, Maiden Voyage es la joya de la corona en Blue Note de Hancock y fue incluido en el Salón de la Fama de los Grammy en 1999.
Canción Clave: “Maiden Voyage”
22: Duke Ellington: Ellington At Newport (Columbia)
Algunos consideraron que Duke Ellington ya había pasado su fecha de caducidad cuando apareció en el Festival de Jazz de Newport junto con muchos de los modernistas del mundo del jazz en 1956. Sin embargo, presentando una actuación incendiaria e inspiradora que asombró a la audiencia de Newport, Ellington y su banda demostraron que todavía podían dar interpretaciones de calidad mientras afirmaban que las grandes bandas todavía tenían un lugar en el jazz. Su set abarcaba material antiguo y nuevo; incluyendo los especialmente escritos para la ocasión “Festival Junction” y “Newport Up”, aunque fue un tema viejo, “Diminuendo And Crescendo In Blue”, escrito en 1937, que se robó el espectáculo. Es notable por un solo fenomenal del saxofonista Paul Gonsalves, quien hizo sonar 27 coros y llevó a la multitud a un frenesí. El álbum original solo contenía cinco tracks pero se amplió a un CD de dos horas de duración en 2009.
Canción Clave: “Diminuendo and Crescendo In Blue”
21: Cecil Taylor: Unit Structures (Blue Note)
El pianista y poeta nativo de Nueva York, el difunto Cecil Taylor se encontraba empujando los límites musicales varios años antes de que Ornette Coleman introdujera el concepto de free jazz a un mundo desprevenido. Taylor, un pianista de formación clásica, grabó su primer álbum, Jazz Advance, en 1956 y para cuando grabó Unit Structures (el primero de dos álbumes para Blue Note) diez años después, ya había desarrollado su versión personalizada del free jazz. Unit Structures presenta cuatro extensas exploraciones de sonidos en forma libre y encuentra a Taylor asistido por seis músicos de ideas afines, incluido el trompetista Eddie Gale, el saxofonista alto Jimmy Lyons y el baterista Andrew Cyrille. Taylor y sus secuaces interpretan sus collages sonoros sin remordimiento que, para los no iniciados, son incansablemente intensos y desafiantes. Unit Structures se mantiene como uno de los mejores álbumes de jazz de la vanguardia.
Canción Clave: “Steps”
20: Charlie Parker: Complete Savoy And Dial Studio Recordings (Concord)
Junto con el trompetista Dizzy Gillespie, el saxofonista alto Parker, nacido en Kansas City, inició una revolución del jazz a mediados de los ‘40s cuando creó un nuevo sonido que se denominó bebop. Con asombrosas demostraciones de virtuosismo combinadas con armonías avanzadas y ritmos sincopados, Parker ayudó a alterar la percepción del jazz, transformándolo de música de baile en una forma de arte seria. La mayoría de sus grabaciones seminales salieron como sencillos para los sellos Savoy y Dial en los años ‘40s y se pueden encontrar en esta compilación del 2000 que ofrece una vívida instantánea de los años de gloria del bebop. Esta captura a Parker en la cima de sus poderes antes de que la adicción a la heroína arruinara su carrera.
Canción Clave: “Now’s The Time”
19: Miles Davis: Birth Of The Cool (Capitol)
Miles Davis, un creador de tendencias que no temía huir de las convenciones, se cansó de la verborrea frenética del bebop a finales de los ‘40s y experimentó con música que reemplazaba el fuego sonoro con una elegancia tranquila y mesurada. Entre 1949 y 1950, Miles grabó una serie de sencillos para Capitol que redefinieron el jazz moderno al liderar un noneto que incluía a los saxofonistas Lee Konitz y Gerry Mulligan, así como a los bateristas Max Roach y Kenny Clarke. Cabe destacar que en la sesión también trabajó el arreglista Gil Evans y su amistad con el trompetista daría como resultado futuras colaboraciones a finales de los ‘50s (en los discos Miles Ahead, Porgy And Bess y Sketches Of Spain). Las semillas de esos trabajos posteriores de proporciones épicas se pueden escuchar en Birth Of The Cool (especialmente en “Moon Dream”, el track con arreglos de Evans). El título del álbum –dado a las sesiones en el lanzamiento del álbum original en 1957– refleja la influencia que los lados tuvieron en el sonido del “cool jazz” de la Costa Oeste.
Canción Clave: “Boplicity”
18: Art Blakey And The Jazz Messengers: Moanin’ (Blue Note)
Nadie podía tocar la batería como Art Blakey. Un líder natural en el estrado de la música que combinaba tanto la fuerza como la sutileza, instintivamente sabía cómo hacer que una melodía tuviera swing, pero también podía complementar a un solista, empleando sus redobles volcánicos para crear drama y ofrecer inspiración. Todas esas cualidades se pueden encontrar en Moanin’, su LP de 1958 con The Jazz Messengers. El contagioso corte que le da título al álbum, escrito por el pianista Bobby Timmons, quien entrelaza su composición con inflexiones beatíficas, anticipa el estilo soul jazz que se hizo popular en los años ‘60s. El saxofonista Benny Golson contribuye con cuatro canciones de primer nivel, que incluyen “Blues March”, “Along Came Betty” y “The Drum Thunder Suite”, la última de las cuales es una exhibición explosiva de la destreza polirrítmica de Blakey. En la trompeta está Lee Morgan de 19 años.
Canción Clave: “Moanin’”
17: Albert Ayler: Spiritual Unity (ESP-Disk’)
Originalmente lanzado en 1964 por el pequeño sello independiente ESP-Disk de Bernard Stollman con sede en Nueva York, Spiritual Unity anunció la llegada al escenario mundial del saxofonista Ayler, nacido en Ohio. No fue su grabación inaugural pero fue inequívocamente su primer álbum significativo. Muchos encontraron su crudeza e intensidad viscerales –a veces, el saxofón de Ayler recuerda a una motosierra cortando un panal de abejas– profundamente perturbadores. Apoyado por interacciones intuitivas y simbióticas del bajista Gary Peacock y el baterista Sunny Murray, Ayler lleva el concepto de free jazz de Ornette Coleman a otro nivel. Los títulos de las canciones del álbum –”Ghosts: First Variation”, “The Wizard”, “Spirits” y “Ghosts: Second Variation”– sirven para subrayar la esencia de otro mundo del universo musical único de Ayler. Uno de los mejores álbumes de jazz de la época, todavía suena sorprendentemente original en la actualidad.
Canción Clave: “Spirits”
16: Eric Dolphy: Out To Lunch! (Blue Note)
Además de ser un prodigio de multi-lengüetas que destacó tanto con el saxofón alto y el clarinete bajo, Eric Dolphy, nacido en Los Ángeles, también fue un virtuoso flautista. Dejó su huella por primera vez en 1958 cuando se unió a la banda del baterista Chico Hamilton, y más tarde, a principios de los años ‘60s, cuando se convirtió en un referente del movimiento avant-garde al tocar con Charles Mingus y John Coltrane. Out To Lunch! grabado en febrero de 1964, fue el debut de Dolphy para Blue Note y apareció después de varios LPs para el sello New Jazz de Prestige. Uniéndose a Dolphy en la sesión de Out To Lunch!, están Freddie Hubbard, Bobby Hutcherson, Richard Davis y un Tony Williams de 18 años en la batería. La música es intrépida en su exploración de nuevos mundos sonoros y, a pesar de sus inquietantes disonancias, prevalece una sensación de swing que le da cohesión a la música. Tristemente, Dolphy murió a los 36 años de un coma diabético cuatro meses después de grabar uno de los mejores álbumes de jazz de la era del free jazz
Canción Clave: “Hat And Beard”
15: Oliver Nelson: The Blues And The Abstract Truth (Impulse!)
Nelson, nacido en St. Louis, fue un saxofonista talentoso que podía tocar las variedades de tenor y alto, pero ganó más fama durante su carrera relativamente corta como arreglista magistral que podía tocar bandas sonoras de televisión y de películas. Después de tres años grabando para el sello Prestige, Nelson se unió en 1961 al productor Creed Taylor en Impulse!, el sello de jazz recién fundado por ABC-Paramount. Su álbum debut fue el magnífico The Blues And The Abstract Truth, en el que Nelson dirigió un septeto estelar cuyas filas incluían a Freddie Hubbard, Eric Dolphy y Bill Evans. Es un álbum en el que cada una de sus facetas—desde el material, los arreglos, el trabajo del ensamble y los pasajes solistas—se combinan a la perfección para crear un todo exquisito. Sin embargo, en términos de elegancia, nada supera al superlativo tema que abre el disco: “Stolen Moments”
Canción Clave: “Stolen Moments”
14: Erroll Garner: Concert By The Sea (Columbia)
Famoso por su estilo florido y virtuoso en el teclado, Erroll Garner, nativo de Pittsburgh, estuvo fuertemente influenciado por Earl Hines y Fats Waller pero logró encontrar su propia voz distintiva en el piano. Capturando a Garner en un salón en Carmel, California en 1955, Concert By The Sea comenzó como una grabación no oficial realizada por una emisora local para la radio de las fuerzas armadas de EE. UU. El representante de Garner escuchó las cintas y persuadió a Columbia para que las lanzara como un álbum, después de lo cual se vendió a carretadas (en 1958, se estimó que había ganado más de $1 millón de dólares en ventas). Garner está acompañado por el bajista Eddie Calhoun y el baterista Denzil Best, y ofrece versiones típicamente extravagantes de estándares como “I’ll Remember April”, “Teach Me Tonight” y “Autumn Leaves”. Un vívido retrato en directo de un genio del piano.
Canción Clave: “Red Top”
13: Wayne Shorter: Speak No Evil (Blue Note)
Graduado de los formidables Jazz Messengers –la famosa “academia del hard bop” del baterista Art Blakey– Wayne Shorter de Nueva Jersey grabó para Vee-Jay antes de unirse a Blue Note en 1964. Speak No Evil fue el tercer álbum del saxofonista para el icónico sello de jazz de Alfred Lion y fue grabado tres meses después de que se uniera al Miles Davis Quintet. Shorter encabeza un quinteto propio aquí, compuesto por Freddie Hubbard, Herbie Hancock, Ron Carter y el entonces baterista de Coltrane, Elvin Jones, y juntos evocan una sesión memorable con seis canciones compuestas por el saxofonista. Tracks destacables incluyen el seductor tema abridor, “Witch Hunt”, con su melodía serpenteante; la genial canción que le da título, con su sublime melodía de trompeta interpretado por Shorter y Hubbard; y la balada suave y muy versionada “Infant Eyes”, que ahora se considera un estándar de jazz. Wayne Shorter ha hecho muchos buenos álbumes durante su larga carrera, pero éste, grabado en la víspera de Navidad de 1964, es muy especial.
Canción Clave: “Infant Eyes”
12: Stan Getz And João Gilberto: Getz/Gilberto (Verve)
Aunque originario de Pensilvania, el titán del saxo tenor Stan Getz se asoció con el sonido fresco del jazz de la costa oeste en los años ‘50s. En la década siguiente, ayudó a generar interés por la música brasileña con su álbum de 1962, Jazz Samba. Dos años más tarde, su inspirada colaboración con el ascendente cantante y guitarrista brasileño João Gilberto (en Getz/Gilberto) ayudó a dar a luz la moda de la bossa nova en los Estados Unidos. La combinación de las efusiones del saxofón sedoso de Getz con la voz delicada de Gilberto y su rasgueo suave de guitarra fue mágica, mientras que la canción más popular del álbum, “The Girl From Ipanema”, contó con un cameo impresionante de la esposa de Gilberto, Astrud. Una versión editada se convirtió en un sencillo de mucho éxito y creó una enorme audiencia mundial para el seductor sonido del bossa nova. También ayudó a transformar a Astrud Gilberto en una estrella que luego lanzó su propia carrera exitosa.
Canción Clave: “The Girl From Ipanema”
11: Louis Armstrong: Best Of The Hot 5s And 7s (Columbia)
El disco de larga duración de 33 1/3 rpm no existía cuando la sensación de trompeta de Nueva Orleans y cantante de scat Louis Armstrong (también conocido como “Satchmo”) ayudó a definir lo que el escritor estadounidense F Scott Fitzgerald describió como la “Era del Jazz” a finales de los años ‘20s. Armstrong, un trompetista virtuoso de origen humilde, tocó con King Oliver y Fletcher Henderson antes de formar su propia Hot Five Band en 1925. Algunas de las facetas fundamentales de Armstrong con esta banda se pueden encontrar en esta gloriosa compilación que también incluye música de su posterior grupo, Hot Seven (que grabó en 1927). Con éxitos como “Heebie Jeebies” y el influyente “West End Blues”, Armstrong se convirtió en una gran estrella y luego asumió el papel de embajador en el mundo del jazz. Para aquellos que buscan una colección de entrada que se centre en el auge del jazz de Nueva Orleans y los primeros años del trompetista, esta retrospectiva es inmejorable.
Canción Clave: “West End Blues”
10: John Coltrane: Blue Train (Blue Note)
Esta fue la primera auténtica obra maestra de John Coltrane, grabada una semana antes de que cumpliera 32 años. Aunque el saxofonista estaba contratado por Prestige en ese momento, se le permitió grabar una sesión única para el sello Blue Note de Alfred Lion y resultó ser una joya absoluta. A principios de año, Trane había sido despedido del Miles Davis Quintet por su adicción a la heroína pero en septiembre de 1957 dejó las drogas para siempre y comenzó a reconstruir tanto su vida como su reputación. Blue Train es una afirmación del recién descubierto sentido de la creatividad de Coltrane y presenta a un sexteto compuesto por el pianista Kenny Drew, Paul Chambers y Philly Joe Jones de la banda de Miles Davis, además de los Jazz Messengers Lee Morgan y Curtis Fuller. La melodía que le da título, con su memorable tema de trompeta de llamada de clarín, marca la pauta para un álbum de seis pistas que contiene solo un estándar (“I’m Old Fashioned”) y destaca el estilo característico de “sheets of sound” de Trane.
Canción Clave: “Blue Train”
9: Miles Davis: Bitches Brew (Columbia)
A finales de los años ‘60s, el siempre inquieto Miles Davis buscaba cambiar de nuevo su rumbo musical. Mirando nuevos horizontes sonoros y mostrando interés en la estética del rock y el funk, comenzó a usar instrumentos electrónicos y a crear ritmos expansivos impulsados por un backbeat. Un primer hito importante en este desarrollo fue el histórico Bitches Brew, un opulento álbum doble lanzado en 1970. Contando con un gran ensamble que incluía al guitarrista británico John McLaughlin y tres tecladistas eléctricos (Joe Zawinul, Chick Corea y Larry Young), Davis puso en marcha el movimiento de fusión que dominó el pensamiento jazzístico en los años ‘70s. Gran parte de la música se formó en la posproducción, editada en gran medida por el productor de Miles, Teo Macero, pero Bitches Brew se volvió enormemente influyente, marcando el comienzo de la era del jazz-rock. Ahora con casi medio siglo de antigüedad, todavía suena como la música del futuro.
Canción Clave: “Spanish Key”
8: Sonny Rollins: Saxophone Colossus (Prestige)
A los 88 años, Sonny Rollins es uno de los últimos supervivientes de la época dorada del jazz. Aunque por razones de salud ya no toca su amado saxofón tenor, este álbum seminal de 1957 –que le dio a Rollins su apodo– nos recuerda su brillantez sin igual como improvisador. Rollins recibe un excelente apoyo por parte del pianista Tommy Flanagan, el bajista Doug Watkins y el legendario baterista de bebop Max Roach, y juntos, el cuarteto creó una sinergia alquímica que resulta en pura magia. Rollins hace referencia a las raíces caribeñas de su familia en “St Thomas”, el alegre tema estilo calipso escrito por él (que se convirtió en una de sus melodías características) y contribuye dos canciones originales más en la forma de “Strode Rode” y “Blue 7”. Su genio como baladista se destaca en una hermosa lectura del estándar “You Don’t Know What Love Is”.
Canción Clave: “St Thomas”
7: Cannonball Adderley: Somethin’ Else (Blue Note)
Grabado en 1958, este es sin duda el mejor álbum creado por el saxofonista alto Julian “Cannonball” Adderley durante sus 20 años de carrera. Lo que lo hace especial es la infrecuente presencia de Miles Davis como acompañante (Adderley era miembro del sexteto del trompetista en ese momento), mientras que las contribuciones del gran Art Blakey en la batería, junto con el excelente trabajo del pianista Hank Jones y el bajista Sam Jones, conspira para hacer de este uno de los mejores álbumes de jazz grabados por un conjunto pequeño. En “Autumn Leaves” y “Love For Sale”, que muestran un swing suave, Miles toca algunas líneas de trompeta con sordina fascinantes, pero no eclipsa a Cannonball o al resto del grupo. Un álbum imprescindible para cualquier coleccionista serio de jazz.
Canción Clave: “Autumn Leaves”
6: Charles Mingus: The Black Saint And The Sinner Lady (Impulse!)
Con una banda de 11 integrantes tocando opulentos arreglos cinematográficos por parte de Bob Hammer, este álbum conceptual de 1963 del bajista y compositor Charles Mingus se destacó por su uso de grabaciones posteriores en estudio, un procedimiento que la mayoría de los músicos de jazz suelen evitar. Aun así, Mingus produjo aquí una de sus creaciones de estudio más asombrosas: una emocionante colisión de jazz, blues y gospel (que alguna vez describió como “música étnica de danza-folk”) que se distinguió por un trabajo de conjunto tenso y cohesivo, así como con solos impresionantes. La influencia de Duke Ellington es casi palpable, pero tal fue la fuerza de la individualidad de Mingus como compositor que su personalidad domina el álbum. En el canon de Mingus, la brillantez de este álbum solo es eclipsada por el anterior Mingus Ah Um.
Canción Clave: “Duet Solo Dancers” (aka “Hearts Beat And Shades In Physical Embraces”)
5: Ornette Coleman: The Shape Of Jazz To Come (Atlantic)
De Fort Worth, Texas, Ornette Coleman hizo dos álbumes para el sello de Lester Koenig, Contemporary, con sede en California antes de unirse a Atlantic en 1959, donde éste, su debut para la compañía, demostró ser uno de los álbumes más revolucionarios del jazz. Liderando un cuarteto compuesto por el trompetista Don Cherry, el bajista Charlie Haden y el baterista Billy Higgins, Coleman hizo trizas el libro de reglas del bebop al deshacerse de las nociones ortodoxas de lo que constituía la melodía y la armonía. En el proceso, creó un nuevo y feroz lenguaje musical de improvisación colectiva de forma libre que sacudió el mundo del jazz hasta la médula. The Shape Of Jazz To Come fue extremadamente divisivo en su momento, pero su estatus como uno de los mejores álbumes de jazz de la historia está asegurado hoy; dio origen al movimiento de free jazz que ganaría impulso como estilo valioso en los años ‘60s.
Canción Clave: “Lonely Woman”
4: Charles Mingus: Mingus Ah Um (Columbia)
Uno de los personajes más coloridos del jazz, conocido por su temperamento volcánico, el bajista y compositor originario de Arizona pero criado en Los Ángeles, Charles Mingus creó un estilo único que fusionaba el hard bop con lastimeros cantos de blues y cadencias góspel santificadas. Su mayor creación fue ésta, su debut en 1959 para Columbia, en el que las canciones dinámicas y aceleradas (“Better Git It In Your Soul”) se equilibraron con baladas hermosas y brillantes (“Goodbye Pork Pie Hat”, una elegía para el saxofonista Lester Young, quien había muerto a principios de 1959). El álbum también tuvo un toque político mordaz gracias a la canción “Fables Of Faubus”, que atacó al gobernador de Arkansas, Orval E Faubus, quien se resistió a la integración racial en las escuelas estadounidenses.
Canción Clave: “Goodbye Pork Pie Hat”
3: Dave Brubeck Quartet: Time Out (Columbia)
Lanzado en 1959, el año en que Ornette Coleman produjo su revolucionario manifiesto de free jazz, The Shape Of Jazz To Come, el pianista californiano Dave Brubeck demostró que el jazz no tenía que ser salvaje y fuera de lo común para ser revolucionario e innovador. El álbum Time Out encuentra al cuarteto clásico de Brubeck (con el elocuente Paul Desmond en el saxo alto) experimentando con una gama de compases de tiempo poco ortodoxos, pero aun logrando equilibrar la exploración sonora con una selección accesible de melodías. El álbum generó un éxito improbable en un compás de 5/4 (el alegre “Take Five” escrito por Desmond) y vendió más de un millón de copias.
Canción Clave: “Take Five”
2: John Coltrane: A Love Supreme (Impulse!)
Lanzado en 1965, el himno a Dios en cuatro partes del místico del jazz y saxofonista/compositor John Coltrane sigue siendo profundamente influyente y se considera el álbum que dio origen a lo que se conoció como jazz espiritual. A Love Supreme fue la primera vez que un músico usó con éxito el lenguaje del jazz para explorar temas metafísicos más profundos. Asistido por el pianista McCoy Tyner, el bajista Jimmy Garrison y el baterista Elvin Jones, Coltrane nos lleva a un viaje al reino de la exaltación religiosa. Este disco deja al escucha exhausto – la música puede parecer casi abrumadora debido a su intensidad emocional– pero también felizmente satisfecho después de que suena el acorde final. Aunque Coltrane grabó varios álbumes emblemáticos tanto antes como después de A Love Supreme, este revolucionario LP de 1965 selló su inmortalidad y se encuentra legítimamente entre los mejores álbumes de jazz de todos los tiempos.
Canción Clave: “Part One: “Acknowledgement’”
1: Miles Davis: Kind Of Blue (Columbia)
Encabezando nuestra lista de los 50 mejores álbumes de jazz de todos los tiempos se encuentra este clásico atemporal y trascendente del gran Miles Davis. Celebra su sexagésimo cumpleaños en 2019, pero aún suena tan genial y moderno como el día en que se grabó por primera vez. La sesión encontró a Miles liderando un sexteto de estrellas que incluía a los saxofonistas John Coltrane y Cannonball Adderley, así como a la ascendente estrella del piano Bill Evans. Aquí, Miles y sus acompañantes renuncian a la intensidad febril del bebop por un ambiente más suelto y relajado para crear una serie de ritmos extendidos que llegaron a definir el jazz modal. Kind Of Blue, el álbum de jazz más vendido de todos los tiempos, creó un nuevo lenguaje musical que fue enormemente influyente no solo en el mundo del jazz sino también para numerosos músicos de rock y pop, asegurando un justo lugar a la cabeza de cualquier lista de los mejores álbumes de jazz de la historia.
Canción Clave: “So What”