‘Kill ’Em All’: La enorme influencia del primer álbum de Metallica
El primer disco de Metallica fue el trampolín que catapultó a la banda a convertirse en una de las más grandes de la historia de la música.
No nos quedaríamos cortos si dijéramos que el álbum debut de Metallica, Kill ‘Em All, cambió el mundo. No solo fue fundamental para dar forma a la dirección del heavy metal en los años 80, sino que también fue el trampolín para una banda que acabaría convirtiéndose en uno de los grupos musicales con mayores ventas de la historia.
Pero la fama y la fortuna estaban a unos años de distancia. En 1983, Metallica era, en su mayor parte, aún adolescente (el guitarrista Kirk Hammett cumplió 20 años en noviembre de 1982, y James Hetfield y Lars Ulrich lo harían después del lanzamiento del álbum). Sin embargo, la banda ya contaba con fieles seguidores en la escena local de Los Ángeles, consiguiendo conciertos gracias a su famoso demo No Life ‘Til Leather. Fueron esos temas los que formarían Kill ‘Em All.
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Fundamental para el desarrollo del thrash metal
Sin embargo, antes de que comenzaran las sesiones de grabación, el bajista original de Metallica se marchó, y el reemplazo favorito de la banda, Cliff Burton, solo se uniría con la condición de que se mudaran a San Francisco. Los miembros accedieron, asegurándose la participación de Burton. Pero cuando llegaron a Nueva York para grabar Kill ‘Em All, se produjo otro cambio en la formación: el grupo reemplazó al guitarrista (y futuro fundador de Megadeth) Dave Mustaine por Kirk Hammett, de los también thrashers Exodus. Al cabo de un mes, su nuevo recluta se había aprendido las canciones, interpretado sus partes y reelaborado los solos para el lanzamiento del álbum debut en Megaforce Records.
Para Kill ‘Em All, Metallica tomó sus influencias de la Nueva Ola del Heavy Metal Británico (“NWOBHM” – “New Wave Of British Heavy Metal”), abandonó la afinación, duplicó el bombo y tocó todo a un ritmo furioso. Con violentas letras de temática bélica, la banda había producido no solo un álbum debut feroz, sino uno que fue fundamental para el desarrollo del thrash metal. Aunque hay que reconocer que la antigua banda de Hammett debería recibir el honor de haber instigado el género, Metallica fue quien lo llevó a un escenario mundial.
Como nada de lo que vino antes
Los frenéticos “Hit The Lights” y “Whiplash” eran el sonido salvaje de una banda que vivía para el metal y que pronto se convertirían en himnos para una juventud inquieta y hambrienta por un nuevo sonido. El Thrash era la antítesis del synth-pop y el AOR (“Album Oriented Rock” – “Rock Orientado a los Álbumes”) que dominaron las listas a principios de los 80, y un antídoto contra la escena glam metal que surgía en el Sunset Strip de Los Ángeles. Sin embargo, había una musicalidad en temas como “The Four Horsemen” y “Phantom Lord” que mostraba habilidades compositivas superiores a la edad de los miembros de la banda. Se notaba que Metallica ya había aprendido las lecciones sobre cuándo un ritmo y un groove más lentos pueden servir mejor al pasaje de una canción.
Aunque Mustaine ya no formaba parte del grupo, la banda honró las contribuciones que hizo en sus años de formación al otorgarle créditos de composición cuando era apropiado. Una de esas canciones fue “The Four Horsemen”, que se modificó ligeramente para separarla de la versión más rápida de Mustaine, llamada “The Mechanix”, que más tarde aparecería en el álbum debut de Megadeth.
Llega Cliff Burton
Burton llegó demasiado tarde para involucrarse en el proceso central de composición de Kill ‘Em All. A pesar de ser un músico de formación clásica, logró aportar una vibra más de rock clásico a la banda en un tema que se le dio para mostrar sus habilidades: la instrumental “(Anesthesia) – Pulling Teeth”.
Cuando se lanzó Kill ‘Em All, el 25 de julio de 1983, el metal no había escuchado antes esta velocidad y furia, tampoco había visto una banda con el nivel de astucia callejera de Metallica. El álbum ha sobrevivido el paso del tiempo y aún décadas después el grupo sigue tocando regularmente sus temas (sobre todo, “Seek And Destroy”). Considerado por ser tan influyente dentro del metal como los álbumes clásicos de Black Sabbath, Iron Maiden y Judas Priest, Kill ‘Em All es más que una simple foto instantánea de su época.