‘Smells Like Teen Spirit’: la historia del himno atemporal de Nirvana
Este gran éxito catapultó a este trío al estrellato, y para el temor de Kurt Cobain, al público general.
La historia de “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana está llena de contradicciones. Inclusive su mismo inicio atestigua las fervientes dualidades que atormentaban a su autor. A principios de 1991, mientras Nirvana se preparaba para trabajar en su segundo álbum, Nevermind, el guitarrista y cantante Kurt Cobain compuso el riff recurrente de la canción, reconociendo inmediatamente que sus cualidades contagiosas eran acordes a sus intenciones para esta nueva tanda de material.
Escucha aquí “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana como parte de las ediciones del 30 aniversario de Nevermind.
Disgustado con el sonido opresivo y fangoso que había dominado Bleach, su álbum debut de 1989, Kurt quería asegurarse de que su secuela expusiera de mejor manera los momentos expresivos que albergaba su debut, admitiendo canciones con un sentido de melodía más fuerte y descarado que antes. Además de ser un defensor tanto del punk rock intransigente de Wipers así como del poder primal de Swans, Kurt también era un obsesivo de los Beatles y siempre buscó contrastar la oscuridad predominante de su obra con un filo que se pudiera apreciar.
“[Kurt] tenía esa dicotomía de rabia punk y alienación pero también esta sensibilidad pop vulnerable”, dijo el productor Butch Vig quien sería reclutado para las sesiones de este álbum.
“En definitiva”, confesaría más tarde el propio Kurt, “creo que sonamos como si The Knack y The Bay City Rollers fueran ultrajados por Black Flag y Black Sabbath”.
Escribiendo “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana
Su diseño para esta canción en particular era mucho más ambicioso que cualquier diatriba punk nihilista: quería escribir “la canción pop definitiva”. Mientras la componía, su mente estaba en sintonía con el uso de la dinámica empleada por otra de sus influencias, los Pixies, en particular su tendencia a “ser suaves y tranquilos [en el verso] y luego ruidosos y duros [en el coro]”, Kurt concedería. “Me conecté muchísimo con esa banda”.
Al presentarla a sus compañeros de banda en el ensayo, el bajista Krist Novoselic la consideró “ridícula” ya que se desesperaba al verse obligado a tocar continuamente esta copia de “Louie Louie” por más de una hora. Finalmente, a sugerencia de Novoselic, se disminuyó el tempo de la canción, lo que permitió al nuevo baterista Dave Grohl (recientemente contratado para reemplazar a Chad Channing) meter algunas “flams disco” inspiradas por el baterista de funk, Tony Thompson. (Este proceso es la razón por la que es la única canción de Nevermind en la que los tres miembros de la banda están acreditados como autores).
Luego de esto, se grabó de forma cruda en un casete que se envió a Butch Vig para notificarle esta última incorporación a la selección del álbum. “Estaba tan jodidamente distorsionado que apenas podía oír algo”, recordó Vig más tarde. “Pero debajo de la confusión, podía escuchar el ‘Hello, Hello’, melodías y acordes. Y aunque la grabación era terrible, me dejó súper emocionado”.
La letra de la canción.
La letra de esa grabación estaba aún por finalizarse y solo se completaría una vez que la banda estuviera en el estudio con Vig. Llegaron a los Sound City Studios en Van Nuys, California, en mayo de 1991, después de haberse mantenido firmes en la elección del productor a pesar de las objeciones de Geffen Records, la gran compañía discográfica con la que acababan de firmar después de dejar Sub Pop, la compañía indie con sede en Seattle; siendo esta una jugada tramada por Cobain que nuevamente opuso sus ambiciones a sus ideologías basadas en el punk rock.
Una vez terminada, la letra parecia corroborar la agitación que Kurt sentía al lidiar con sus pensamientos contradictorios (“Soy peor en lo que hago mejor”, canta), y aunque eso lo enfurece (“Me siento estúpido y contagioso”), se resigna a sus defectos (“Oh, bueno, da igual, no importa”). También es famosa una frase relativamente inescrutable que se ha escuchado mal desde su lanzamiento. (“Un mulato, un albino / Un mosquito, mi libido.”)
Las palabras de Kurt estaban llenas de ira, dirigidas a sí mismo y al mundo que lo rodeaba, que consideraba banal y artificial. “Simplemente no entendí la primera vez que leí la letra”, dijo más tarde Novoselic. “Y entonces comencé a escucharla dentro de su formato de canción y así desarrollé una idea de lo que trataba. Estaba hablando de chicos, de los comerciales, de la Generación X, de subirse a las modas de la juventud y de cómo está realmente decepcionado con eso, y de cómo no quiere tener nada que ver con ello”.
Después de grabar solo tres tomas de la canción, se eligió la segunda como master, y luego, envalentonado por las guitarras de doble pista y las voces de múltiples capas (para lo cual Kurt tuvo que ser convencido por Butch Vig, quien citó la tendencia de John Lennon a hacer lo mismo), se volvió indomablemente contundente.
El título de la canción.
Por su parte, el título de la canción conserva su propio contexto paradójico. La frase—la cual no se menciona en la letra—se remonta al año anterior cuando, durante una noche bebiendo en el apartamento de Kurt en Olympia, Washington, su amiga Kathleen Hanna escribió la frase inmortal “Kurt huele a Teen Spirit” en su pared. Era una referencia irónica a una lata de desodorante que Hanna y su compañera del grupo Bikini Kill, Tobi Vail—una ex novia de Kurt—habían visto anteriormente en una tienda. “Quiero decir, ¿quién le pone Teen Spirit a un desodorante?” dijo Hanna. “¿A qué huele el espíritu adolescente? ¿Como un vestidor? ¿Como marihuana mezclada con sudor? ¿Como cuando vomitas en tu cabello en una fiesta?”
A pesar de las bromas juguetonas, Kurt, que desconocía el origen del nombre, interpretó el graffiti de otra manera. “Lo tomé como un cumplido”, dijo, eligiéndolo un año después para evocar la energía rebelde que alimentó su oda a los alienados.
“Tiene temas revolucionarios pero realmente no lo digo desde un punto de vista militante”, diría Kurt más tarde sobre “Smells Like Teen Spirit”. “La apatía de esta generación se nos está yendo de las manos. [Estoy] suplicando a los chicos: ‘¡Despierten!’”
Los representantes de Nirvana no se identificaron con los gritos de guerra de la canción y, por lo tanto, no se involucraron completamente en su lanzamiento como sencillo hasta que fue llevado a las radios universitarias en agosto de 1991. Sus expectativas pronto se vieron frustradas; “Smells Like Teen Spirit” entró en rotación intensa y luego las cosas se hicieron aún más grandes.
“‘Teen Spirit’ definitivamente estableció esa dinámica tranquila/ruidosa a la que recurríamos muchas veces. Se convirtió en la canción que personifica a la banda”, dijo Dave Grohl. “Pero el vídeo fue probablemente el elemento clave para que la canción se convirtiera en un éxito”.
El video de “Smells Like Teen Spirit”
Después de colocar un anuncio para que aparecieran extras de entre 18 y 25 años en su video musical (solicitando que “adoptaran una personalidad de escuela preparatoria; es decir, preppy, punk, nerd, deportista”), Nirvana filmó el video en GMT Studios en Culver. City, Los Ángeles, el cual fue decorado para recordar al gimnasio de una preparatoria. Dirigido por Samuel Bayer, los aburridos estudiantes al principio están sentados de forma sumisa en las gradas mientras la banda toca ante un jovial conserje y unas animadoras amantes de la anarquía. Luego empiezan a emocionarse, poniéndose de pie, bailando y haciendo moshing antes de abalanzarse sobre el escenario y destrozar el equipo de la banda mientras Kurt destruye su propia guitarra.
“La gente escuchó la canción en la radio y pensó: ‘Esto es genial’”, continuó Grohl, “pero cuando los chicos vieron el vídeo en MTV pensaron: ‘Esto es lo máximo’”. Estos tipos son un poco feos y están destrozando su maldita escuela preparatoria. Entonces creo que eso tuvo mucho que ver con lo que pasó con la canción”.
La reacción a “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana
Lo que ocurrió fue que se volvió estratosférica. “Smells Like Teen Spirit” alcanzó el Top 10 en el Reino Unido y Estados Unidos, mientras que el álbum Nevermind llegó al número uno en Estados Unidos y en todo el mundo. El video, por su parte, ganó dos MTV Video Music Awards y la aclamación de la crítica fue casi unánime. El grunge había llegado . Aunque estas hazañas eran impensables a principios de 1991, las estadísticas de las listas se volvieron algo irrelevantes a medida que la canción calaba y penetraba en la corriente dominante hasta que su estatura alcanzó niveles casi míticos, eclipsando meras cifras de ventas en su ascenso a su grandeza icónica.
Kurt había logrado hacer realidad su visión de “Smells Like Teen Spirit”. Se propuso escribir un himno revolucionario para los jóvenes marginados, y ahora, tenía un ejército de ellos que lo buscaban para obtener respuestas que él no tenía.
Al contrario de su popularidad, la relación de Cobain con la canción se agrió y regularmente se omitía en las presentaciones en vivo del grupo. “Es casi una vergüenza tocarla”, dijo Kurt en 1994. “Todo el mundo se ha centrado mucho en esa canción. La razón por la que genera una gran reacción es que la gente la ha visto en MTV un millón de veces. Se les ha metido en el cerebro. Pero creo que hay muchas otras canciones que he escrito que son igual de buenas, si no es que mejores…Especialmente en una mala noche como esta, apenas y logro terminar de tocar ‘Teen Spirit’. Literalmente quiero tirar mi guitarra e irme. No puedo fingir que la paso bien tocándola. Una vez que se hizo popular, se acabó”.
El legado de la canción.
Décadas después de su lanzamiento, “Smells Like Teen Spirit” sigue siendo tan potente y estimulante como siempre. Habitual la encontramos en las listas de “Las mejores canciones de todos los tiempos”. En el verano de 2021, superó los mil millones de reproducciones en Spotify. También ha dado lugar a innumerables versiones de gente tan variada como Malia J y Post Malone, y fue parodiada por Weird Al Yankovic. Aquello que impulsó a Nirvana a un grado de fama con el que Kurt Cobain se sentía completamente incómodo fue, en última instancia, tanto una bendición como una maldición. “Tengo mis teorías sobre por qué tanta gente se conectó con ella y por qué Nirvana se convirtió en una banda popular”, reflexionó Dave Grohl en 2021, “pero la mía está un poco más distorsionada que la de un crítico musical de verdad”. “Fue un momento en esa época, ¿sabes?”— afirmó Butch Vig. “Esto llamó la atención de la gente. Esos discos no aparecen muy a menudo”.
Escucha aquí “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana como parte de las ediciones del 30 aniversario de Nevermind.