Las 25 portadas de álbumes más icónicas

Las portadas de álbumes verdaderamente icónicas no solo definen un álbum, sino que definen una era, una generación y, en algunos casos, todo un género musical. A veces lo hacen en los tres: ¿Qué es la portada del álbum Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club de The Beatles, sino la máxima manifestación de la psicodelia de los años 60 para la multitud de la “paz y el amor”?

A veces, las portadas de los álbumes se ven favorecidas en su camino hacia el estatus de íconos debido a los músicos que presentan: estrellas fotogénicas, tales como Elvis Presley, David Bowie o Prince, cuyas imágenes divinas están grabadas a fuego en nuestras retinas. Otras portadas de álbumes icónicos son imaginadas por mentes maestras creativas. La firma Hipgnosis definió los años 70 con sus múltiples ilusiones ópticas. Peter Saville hizo de Factory Records una sensación con las ondas de radio de Unknown Pleasures de Joy Division (y muchos más). Andy Warhol, mientras tanto, soñó con la icónica entrepierna y cremallera de los jeans azules de The Rolling Stones en Sticky Fingers. En las mejores portadas de álbumes, estos diseños gráficos pasan por alto el pensamiento lineal y emergen con una imagen que es una obra de arte auténtica por derecho propio.

Si bien el arte puede ser una cuestión de gusto, el legado duradero es algo que se mide más fácilmente. Nuestra lista de las 25 portadas de álbumes más icónicas de todos los tiempos puede no ser exhaustiva, pero ciertamente revela por qué las portadas de álbumes merecen ser tan apreciadas como las formas de arte más tradicionales.

Mientras lees, escucha nuestra lista de reproducción de las mejores portadas de álbumes aquí.

Elvis Presley: Elvis Presley (1956)

Dos simples palabras: “Elvis” y “Presley” (este último apenas ocultando a la vista esa controvertida pelvis): eso es todo lo que necesitaba decir. Atrapado tocando la guitarra y cantando durante una actuación en Fort Homer Hesterly Armory, Tampa, Florida, el 31 de julio de 1955, todavía puedes sentir la energía primitiva del rock and roll de un joven listo para conquistar el mundo. Dos décadas más tarde, The Clash y la fotógrafa Pennie Smith sintieron que todavía no había nada más rock and roll, y tomaron la idea de la portada del álbum de vinil London Calling.

The Beatles: Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967)

Los Beatles, por supuesto, tuvieron muchas portadas icónicas de álbumes en su carrera, incluidos Abbey Road y The White Album. Pero la portada de álbum más importante y, en ese momento, la más cara jamás realizada, la del álbum Sgt.Pepper sigue siendo una obra maestra del arte pop que ha influido en todos, desde Frank Zappa (We’re Only In It For The Money) hasta Los Simpson (The Yellow Album). Organizada por el artista británico Peter Blake y su entonces esposa, Jann Haworth, la portada del álbum Sgt Pepper mostraba a 58 personas diferentes, elegidas por John Lennon, Paul McCartney, George Harrison, Peter Blake, Jann Haworth y el marchante de arte londinense Robert Fraser, que presenta una fascinante muestra representativa de las culturas, importancia e intereses individuales de cada Beatle como Marlon Brando, Karl Marx y Marilyn Monroe.

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The Velvet Underground & Nico: The Velvet Underground & Nico (1967)

Si la portada del álbum Sgt Pepper de Peter Blake es el ejemplo más famoso del arte pop británico, entonces el diseño de Andy Warhol para el debut de The Velvet Underground, lanzado ese mismo año, sigue siendo uno de los más famosos de los Estados Unidos. Su cáscara de plátano “Peel Slowly And See”(Pélelo y Vea) de su cáscara de plátano era en realidad una etiqueta que revelaba la fruta fálica debajo –u n movimiento típicamente irónico de Warhol – aunque la broma era para cualquiera que quitara la etiqueta. Las copias completamente intactas del álbum debut de VU ahora son rarezas enormemente coleccionables.

Frank Zappa/The Mothers Of Invention: Weasels Ripped My Flesh (1970)

Además de crear el arte arte para casi todos los álbumes de Little Feat, el estilo distintivo del ilustrador Neon Park tuvo un efecto inolvidable en una colección de material de Mothers grabado entre 1967 y 1969. Habiendo encontrado la edición de septiembre de 1956 de Man’s Life, una revista de aventuras cuya portada mostraba a un hombre siendo atacado por comadrejas, Zappa tomó la frase “Weasels Ripped My Flesh” como título y desafió a Parks a hacer algo “peor que esto”. El resultado: un espantoso anuncio falso de una maquinilla de afeitar eléctrica.

Roxy Music: Roxy Music (1972)

Si bien muchas de las portadas de álbumes más memorables de principios de los 70 fueron obras de arte de alto concepto diseñadas por Hipgnosis o Roger Dean, el enfoque de Roxy Music fue sorprendentemente simple: imágenes glamorosas, más como una sesión fotográfica de moda de los años 50 que como una portada de álbum. A menudo vinculada románticamente con el líder Bryan Ferry, cada modelo tenía su propio trasfondo intrigante. Habiendo aparecido como una chica Bond en Al Servicio Secreto de su Majestad, Kari-Ann Muller apareció en el frente de Roxy Music por la suma de solo £ 20. En la actualidad profesora de yoga, se casó con Chris Jagger, cuyo hermano tiene una interesante historia propia…

Pink Floyd: The Dark Side Of The Moon (1973)

Una de las portadas de álbum más icónicas de todos los tiempos, creada por uno de los equipos de diseño más icónicos de todos los tiempos. Los hombres principales de Hipgnosis, Storm Thorgerson y Aubrey Powell, propusieron el concepto de The Dark Side of the Moon, mientras que su colega George Hardie lo ejecutó: un prisma que refracta la luz en seis de los siete colores del espectro (falta el índigo). El triunvirato de haz de luz, prisma y espectro aparentemente representaba tres aspectos de la banda y su música: la iluminación escénica ambiciosa, las letras de Dark Side y la solicitud del teclista Richard Wright de que Hipgnosis creara algo audaz pero simple. Trabajo hecho, entonces.

David Bowie: Aladdin Sane (1973)

El retrato de Brian Duffy sigue siendo la imagen más asociada con David Bowie: su personaje de Aladdin Sane, una extensión de Ziggy Stardust; el relámpago una representación del “actor agrietado” en el que Bowie sintió que se había convertido durante su repentino ascenso al estrellato. Sin embargo, aunque Bowie emanaba poderes de otro mundo en este punto de su carrera, la foto de portada fue tomada en los confines terrenales del estudio de Brian Duffy en Primrose Hill, Londres. La lágrima en la clavícula de Bowie fue una adición de Duffy después de la sesión: un toque perfecto que hace que Bowie parezca misterioso y tierno al mismo tiempo.

Led Zeppelin: Houses Of The Holy (1973)

Otra de las deslumbrantes portadas de álbumes de Hipgnosis, el arte de Houses Of The Holy se inspiró en el final de Childhood’s End, una novela de ciencia ficción de los años 30 del autor Arthur C Clarke. Un collage elaborado a partir de varias fotos de dos niños escalando la Calzada del Gigante en Irlanda del Norte, tomadas durante un período de diez días, el colorido extraño del arte fue un efecto accidental que le dio a la imagen una sensación de otro mundo. Otro efecto secundario no deseado: algunas tiendas encontraron que los niños desnudos eran demasiado controvertidos y se negaron tener existencias el disco.

Fleetwood Mac: Rumours (1977)

De un vistazo, el arte del álbum más vendido de Fleetwood Mac es simple: el baterista Mick Fleetwood elaborando un poco de teatro con la no más melodramática Stevie Nicks, canalizando a la musa de Rhiannon que la consumió durante un período a mediados de los 70. Ah, y luego ves el guiño a su hombría colgando orgullosamente entre sus piernas. No solo es una broma de colegial en el calor del momento, las bolas eran en realidad cadenas de baño que Mick sacó de una cisterna y colocó entre sus piernas antes de realizar uno de los primeros conciertos de la banda, y allí permanecerían para futuras presentaciones en vivo, presumiblemente colgando peligrosamente cerca de los tom-toms del baterista.

Prince: Purple Rain (1984)

Una imagen (y álbum) ineludible desde mediados de los 80 hasta el resto de la década, Purple Rain presentó al mundo a Prince como una presencia enigmática lista para desaparecer a voluntad en la noche, todo el pompadour de Little Richard y la sonrisa irónica, como si estuviera en una broma que nadie más podría esperar entender. El fotógrafo Ed Thrasher había fotografiado previamente al igualmente extravagante Jimi Hendrix en una motocicleta (una toma que apareció en el álbum recopilatorio póstumo South Saturn Delta), mientras que, si miras de cerca la motocicleta, verás el símbolo de la androginia que luego encontraría ecos. en el “Símbolo de amor” por el que Prince cambió su nombre.

Bruce Springsteen: Born In The USA (1984)

Inspirándose en la canción que le da título a Born In The USA , la fotógrafa de Rolling Stone , Annie Leibovitz, fotografió a Springsteen en rojo, blanco y azul, ante un telón de fondo de la bandera estadounidense, creando la mejor foto estadounidense para el álbum estadounidense definitivo. Sin embargo – al igual que la canción que abre el álbum–  que ha estado abierta a malas interpretaciones políticas a lo largo de los años, el arte tuvo algunas connotaciones negativas. Algunos pensaron que El Jefe estaba haciendo sus necesidades en la bandera, un resultado involuntario de que Springsteen eligiera, de una serie de fotos, “la foto de mi trasero” porque “se veía mejor que la foto de mi cara”.

Grace Jones: Island Life (1985)

Como modelo, actriz y compositora, la carrera de Grace Jones está plagada de sesiones de fotos icónicas, desde instantáneas de discotecas en el centro de la ciudad hasta portadas de revistas de la zona residencial y, por supuesto, una o dos portadas de álbumes geniales. Si bien casi todas las carátulas de sus discos califican para el estado “icónico”, la colección de 1985 Island Life sigue siendo posiblemente la más famosa. Originalmente impresa en una edición de 1978 de New York Magazine, la imagen fue creada por el entonces socio, diseñador y fotógrafo de Jones, Jean-Paul Goode, quien modeló la inverosímil postura de Jones a partir de una combinación de varias fotografías.

The Smiths: Meat Is Murder (1985)

The Smiths siempre fueron prácticos con una imagen llamativa – en conjunto, las portadas de sus álbumes equivalen a una galería de imágenes en blanco y negro con historias tan convincentes como las letras de Morrissey. Para Meat Is Murder, el devoto vegano Morrissey buscó establecer un paralelo entre comer carne y la guerra, eligiendo una imagen controvertida de un soldado de la guerra de Vietnam cuyo casco había sido estampado con el título del álbum. No es que la foto original tuviera el eslogan “la carne es un asesinato”. El cabo de la Marina Michael Wynn, de 20 años, que aparece en la portada del álbum, había sido fotografiado el 21 de septiembre de 1967 en Da Nang, Vietnam del Sur, durante la Operación Carga Balística, y el eslogan que había escrito en su propio casco se convirtió en un eslogan contracultural en su cabeza con el hostigamiento hippie “haz la guerra, no el amor”.

NWA: Straight Outta Compton (1988)

Desde el sonido hasta el contenido lírico y las imágenes, Straight Outta Compton definió el género emergente del gangsta rap, y su arte ha pasado a la historia. Hablando con CNN años después, el fotógrafo Eric Poppleton, que entonces acababa de salir de la universidad, atribuyó el impacto de la imagen al hecho de que “estás tomando la perspectiva de alguien que está a punto de ser asesinado… Ni siquiera publicamos esas cosas” en los periódicos”. Poppleton todavía no sabe si el arma de Eazy-E estaba cargada – aunque ciertamente era real (“No había nada falso en ese entonces”, le dijo a NME), blandida por Eazy mientras Poppleton y el grupo con – con el ex sexto miembro, el productor Arabian Prince, a cuestas  se agachó por un callejón para capturar la toma sobre la marcha.

Nirvana: Nevermind (1991)

La controvertida portada de Nevermind fue interpretada por muchos como una banda inocente que buscaba el todopoderoso dólar cuando en realidad (según el director de arte de Geffen Records, Robert Fisher) era el resultado de la fascinación de Kurt Cobain con un documental sobre nacimientos en el agua. Claramente su interés por los temas maternos volvería a surgir para la continuación de la banda, In Utereo. Si bien el sello presionó por una portada sin la anatomía del bebé, el compromiso propuesto por Cobain fue una etiqueta adhesiva que diría: “Si te ofende esto, debes ser un pedófilo encubierto”. El diseño de la portada ha inspirado un sinfín de sátiras.

A Tribe Called Quest: The Low End Theory (1991)

Mientras que la música rock está plagada de logos, el colectivo de rap de Queens A Tribe Called Quest creó sin darse cuenta uno de los símbolos más reconocibles del hip-hop con la portada de The Low End Theory, su obra maestra de fusión jazz-rap. Inspirado en las portadas provocativas de los viejos álbumes de Ohio Players, presentaba una modelo desnuda adornada con pintura corporal DayGlo que es atractiva y afrocéntrica al mismo tiempo. Los colores atrevidos y las imágenes funky se prestaron a la visión creativa de Tribe en lo que se convertiría en su álbum revelación. La dama pintada aparecería más tarde en lanzamientos posteriores de Tribe y seguramente inspiró el arte igualmente provocativo de la carátula del álbum Stankonia.

Green Day: Dookie (1994)

Para 1994, las portadas de álbumes ilustradas habían existido durante décadas, pero cuando se trataba de conjurar la portada del debut de Green Day en un sello importante, el artista Richie Bucher creó un mundo estilo cómic que reflejaba la escena punk del Área de la Bahía de la que nació la banda. Parte el estilo plegable de Mad Magazine – y ¿Dónde está Waldo? para la escena alternativa de los 90, no necesitas un anillo decodificador mágico para detectar los diversos objetos escondidos bajo el rocío de dookie: desde Angus Young de AC/DC hasta Alex Chilton de Big Star, Patti Smith, la banda de marcha de la Universidad de California y elementos de la portada de Rocket To Russia de Ramones, es un verdadero Quién es Quién de Telegraph Avenue de Oakland. 

Weezer: Weezer (aka “Blue Album”) (1994)

O Weezer tiene una devoción servil por los esquemas de color monocromáticos o Rivers Cuomo tiene sinestesia. De cualquier manera, desde que lanzaron su icónico “Blue Album” en 1994, su discografía representa un arcoíris de lanzamientos que incluye sus álbumes “Gree” (2001), “Red” (2008) y “White” (2016). Si bien muchos lanzamientos de principios de los 90 experimentaron con imágenes artísticas, la estética de Weezer fue decididamente más “foto de familia Sears de los 60”, según Todd Sullivan, ex miembro de Geffen A&R. Después del lanzamiento del álbum, muchos señalaron su similitud con la versión de Crazy Rhythms de The Feelies, cuando en realidad, Cuomo apuntaba a la imagen clara de banda de chicos de The Beach Boys. Como resultado, Weezer no solo tenía una portada icónica en sus manos, sino que también predijo el movimiento normcore.

The Smashing Pumpkins: Mellon Collie And The Infinite Sadness (1995)

Inmediatamente reconocible, la portada de ensueño al estilo victoriano de The Smashing Pumpkins, el álbum histórico de 1995 captura a una mujer con los ojos en blanco perpetuos, o una mirada de éxtasis que ha mantenido durante más de 20 años. Resume perfectamente a la juventud sin rumbo a la que predicaba Corgan, y las imágenes fantasiosas coinciden con las grandes ambiciones del extenso álbum de 28 canciones. A partir de una serie de bocetos crudos enviados por fax, el ilustrador John Craig (ex diseñador de Mercury Records y el hombre detrás de algunas de las portadas más icónicas de Rod Stewart) creó una imagen compuesta utilizando un fondo celestial de una antigua enciclopedia infantil, junto con el cuerpo de una pintura de Rafael de Santa Catalina de Alejandría y el rostro de mujer de una pintura del siglo XVIII de Jean-Baptiste Greuze titulada El recuerdo (Fidelidad). Aunque no necesitas un título en Historia del Arte para apreciar esta imagen perdurable.

Beck: Odelay (1996)

Algunas portadas de álbumes están destinadas a transmitir temas musicales más profundos y sus imágenes están concebidas meticulosamente, mientras que otras son solo accidentes felices. En el caso de Beck, la imagen de portada un tanto inescrutable de Odelay surgió después de que se le mostró una imagen de una rara raza húngara de perro pastor llamada Komondor. Después de no poder dejar de reírse de la imagen que describió como un “paquete de fideos voladores Udon que intentan saltar un obstáculo”, y con la fecha límite para el álbum a solo un día de distancia, decidió que sería la portada perfecta y lo dejó abierto a la interpretación. ¿Es un fardo de heno o un trapeador volador? El arte se ha convertido en el último test de Rorschach. 

The Roots: Things Fall Apart (1999)

En los albores del milenio, la mayoría de las portadas de discos de hip-hop no eran el vehículo óptimo para el comentario social. En ese momento, The Roots todavía era una especie de acto underground, pero todo eso estaba a punto de cambiar con su álbum seminal y la provocativa portada -o versiones- de su álbum revolucionario. El equipo de Filadelfia lanzó cinco carátulas de álbumes de edición limitada con fotos famosas que mostraban el “fracaso visual en la sociedad”, desde un jefe de la mafia asesinado hasta una iglesia en llamas, un bebé llorando entre los escombros en Shanghái después de la Segunda Guerra Mundial hasta la hambruna de los años 90 en Somalia y, la más famosa, dos mujeres perseguidas por la policía durante los disturbios de los años 60 en el barrio de Bed-Stuy en Brooklyn. Si bien la mayoría de las portadas anteriores de The Roots solo mostraban a la banda, Things Fall Apart fue un paso hacia el activismo social tanto en su música como en sus metáforas.

Blink-182: Enema Of The State (1999)

Como el rostro de la explosión del pop-punk, Blink-182 conocía bien a su audiencia y la atendió en consecuencia con la portada explícita de su exitoso álbum de 1999 Enema Of The State , para el deleite de sus fans masculinos preadolescentes. La actriz de cine para adultos y bailarina exótica Janine Lindemulder se hizo pasar por enfermera para la portada, para disgusto de la Cruz Roja Estadounidense, que exigió que la banda eliminara su logotipo del arte, ya que era una “violación de la Convención de Ginebra”. Lindemulder volvería a interpretar su papel de enfermera en el video de la banda de ‘What’s My Age Again’, gracias al músico convertido en publicista porno Brian Gross. La portada y el video que lo acompaña hicieron famoso a Blink-182 y llevaron la industria de adultos a media América.

The Strokes: Is This It (2001)

Aclamados como los líderes del “gran renacimiento del rock”, The Strokes se suscribieron al antiguo modelo de “ventas sexuales” para su portada inspirada en S&M. Una mezcla de fotografía de moda de Helmut Newton y Smell The Glove de Spinal Tap, la evocadora portada fue tomada por el fotógrafo Colin Lane, quien usó a su novia como modelo y un accesorio sobrante para crear la escueta imagen. Sin embargo, cuando llegó el momento de vender el álbum en los Estados Unidos, las tiendas no lo tenían y la portada se cambió a una imagen de primer plano de pistas de partículas subatómicas en una cámara de burbujas. Anote esto como otra victoria para los puritanos de Estados Unidos.

Amy Winehouse: Back To Black (2006)

Como artista cuya imagen personal es inseparable de su música, era lógico que la joven y prometedora cantante adornara la portada de su propio álbum. Back To Black sería su introducción a Estados Unidos y al resto del mundo, y mucho había cambiado desde Frank su disco debut en el Reino Unido. Con su cabello en cascada, tatuajes en los brazos y maquillaje rockabilly, incluso simplemente sentarse en una silla parecía un acto de desafío, aunque con un toque de vulnerabilidad, con las manos metidas entre las piernas. Esta imagen indeleble vendría a definir el legado de Amy Winehouse e inspiró a innumerables jóvenes a adoptar su estilo de miembro de grupo de chicas que salió mal.

Katy Perry: Teenage Dream (2010)

En la música popular, no faltan las mujeres con poca ropa en las portadas de los discos, pero por lo general es dominio de los músicos masculinos. Katy Perry, que siempre ha querido ir más allá con su propia imagen, se asoció con el artista de Los Ángeles Will Cotton para crear su propio arte pin-up para la portada de su exitoso álbum, Teenage Dream. El resultado fue la combinación de la sensualidad caricaturesca de Art Frahm y el camp de Candyland, y desde entonces ha dado forma al universo Technicolor de Perry. Cotton también fue el director creativo del video ‘California Gurls’ de Perry, que estableció la marca característica de Perry de atractivo sexual irónico.