‘Nation Of Millions’: la obra maestra de Public Enemy que no puede ser sometida
Producida por Carl Wilson, esta fue una adaptación magistral a la versión original de las Ronettes de 1966, un Top Ten en Reino Unido.
Algunos grupos de hip-hop lanzan su mejor y más popular álbum cuando hacen su debut. Esa es una convención que Public Enemy se negó a seguir. Lanzado el 14 de abril de 1988, It Takes A Nation Of Millions To Hold Us Back fue el segundo álbum de PE. El título se basaba en una frase de una de las canciones de aquel primer álbum, pero este segundo disco superó por mucho a su predecesor debido a su incontenible potencia.
Y eso es mucho decir, porque Yo! Bum Rush The Show fue en realidad un disco espectacular. Si hubieran lanzado sólo Yo!, los Public Enemy habrían seguido siendo los mayores héroes de culto del hip-hop. Pero It Takes A Nation Of Millions To Hold Us Back convirtió a la banda en leyendas, íconos culturales y representantes de la música negra de vanguardia. Es como si de repente se hubieran dado cuenta de su potencial para ser mucho más de lo que su primer álbum les dio, mucho más de lo que cualquier persona hubiera imaginado, y simplemente fueron por ello.
Recientemente nombrado uno de los 100 mejores álbumes de todos los tiempos de Apple Music, escucha ahora It Takes A Nation Of Millions To Hold Us Back de Public Enemy.
Bienvenidos al apocalipsis del hip-hop
¡La furia, las ideas, la energía! Especialmente la energía: esa que se siente desde la primera escucha y que te atrapa aún cuando su mensaje no ha terminado de calar en tu mente. Es como si PE hubiera llevado la vida más allá de sus límites normales. Si el estudio tuviera medidores de energía pura, estos estarían tan en rojo que las agujas de la consola se hubieran roto.
¿Cómo lograron capturar esto? Fue una especie de milagro, que en realidad fue producto de la imaginación humana y la brillantez de los expertos del estudio Bomb Squad, Hank Shocklee y Eric Sadler. Aquí estaba el apocalipsis del hip-hop expresado en ritmos, rimas y puro ruido. No es de extrañar que el título provisional del álbum fuera Countdown To Armageddon. Hicieron un esfuerzo consciente por acelerar el ritmo, ofrecer hip-hop a gran velocidad y subir el volumen. El infierno que levantó Public Enemy los convertiría en las figuras más controvertidas de la música, criticados incluso por sus propios admiradores. Haría falta algún tiempo para que el mundo se diera cuenta de que el grupo no estaba dispuesto a adherirse a las reglas del hip hop o del mainstream porque ellos sabían que en realidad esas reglas no eran reales, eran tan sólo convenciones. Public Enemy se dio cuenta de esto e hizo lo que tenía que hacer para transmitir su mensaje.
¿Demasiado negro? Muy fuerte…
Nation Of Millions comienza con el DJ de radio británico Dave Pearce presentando al grupo en vivo en el Hammersmith Odeon de Londres: sirenas, ruido, silbidos en plena acción y el profesor Griff advirtiendo a Londres que el apocalipsis había llegado. Luego llega el meollo del asunto. La siguiente voz que escuchamos es la de Malcolm X diciendo: “Demasiado negro, demasiado fuerte”, y Chuck D habla por primera vez: “¡Bajo! ¿Cuán bajo puedes ir?” la primera de muchas frases que pronunciaría en el álbum y que son de esas que se te clavan en el cerebro como un alambre de púas. Junto a su complemento perfecto, Flavor Flav, Chuck teje una compleja disertación sobre el lugar del grupo dentro del hip-hop y su vida como hombres negros en Estados Unidos. Luego suena “Bring The Noise” mientras una orquesta de sampleos y los chisporroteantes scratches de Terminator X crean orden en el caos y caos en el orden.
El segundo tema matador llega al instante: “Don’t Believe The Hype”. Un track todavía más pesimista pero igual de contundente. Aquí Chuck desmantela las historias que rodean al grupo, diciendo que están aquí para enseñarle a todos, no sólo a los hermanos (utilizando una frase muy inteligente sobre una marca comercial de cloro), que se niegan a conformarse con los estereotipos propuestos por los medios y la industria músical, donde los mensajes sobre la negritud se diluyen en favor de hacer dinero.
¿Enseñar? ¿Pero acaso no son tan sólo un grupo musical? Sí, pero con la misión de informar. Así es que llegamos a “Night Of The Living Baseheads”, construida a partir de un fragmento increíblemente repetitivo de “The Grunt” de The JBs y que cuenta historias sombrías sobre la forma en la que el crack puede arrebatarle todo a un habitante del gueto. Todo esto desatado a partir de un sampleo inicial de Dr. Khalid Abdul Muhammad de Nation Of Islam, donde se sugiere una posible razón a esta debacle. Las letras de Chuck también incluyen referencias a otros raperos y a su trabajo, entre ellos LL Cool J y Daddy-O de Stetsasonic. Los críticos trataron a PE como si estuvieran separados del corazón del rap, tomándolos más en serio que a sus pares y, por lo tanto, dejándolos más expuestos a los ataques. Pero, como dejan en claro las letras de Chuck, el grupo creció – y siguió siendo – parte clave del hip-hop y su comunidad, todo esto a pesar de haber alcanzado a una audiencia masiva que incluía a muchas personas que normalmente no le darían ni un minuto de atención a la mayoría de los artistas de rap.
Rebeldes sin pausa
“Rebel Without A Pause” también usó “The Grunt”, pero de una manera diferente. Flavor Flav marca el ritmo junto con un sampleo de “Funky Drummer”, dándole al ritmo una vibra más “en vivo”, mientras que DJ Terminator X ofrece su propia variante del “Transformer scratch”, lo que se suma al estruendo ensordecedor. La letra de Chuck tiene un doble propósito: explicar el espíritu de PE y su misión por siempre luchar contra el poder, y, al mismo tiempo, ofrecer fragmentos de hip-hop como parte de una declaración de motivos intachable. “Black Steel In The Hour Of Chaos” es una de las canciones más funky del hip-hop, una en la que Chuck habla sobre sus planes para escaparse de la cárcel a la vez que mantiene su ira bajo control, sabiendo que probabilidades de éxito están en su contra en esta historia. Largo, oscuro, duro y pesado, “Black Steel” golpea con fuerza.
El hip-hop suele ser autorreflexivo, pero “Caught, Can We Get A Witness?” lleva esto al siguiente nivel al reflexionar sobre el sampleo, los problemas sobre los reclamos de derechos de autor y cómo la música pop se roba las innovaciones que comenzaron en el lado negro de la ciudad. Flavor Flav entra en acción en el tema “Cold Lampin’ With Flavor”, que comienza con un sampleo de Mr. Magic, el DJ de radio de Nueva York, diciendo que no tocará nada más de PE. Flav pasa la canción explicando su estilo de vida, incluido el reloj que lleva colgado del cuello, en un flujo libre de rimas y pensamientos aparentemente inconexos.
Esto es el hip-hop del 88 en su estado más puro, algo que también se aplica al tributo a su tornamesista, “Terminator X At The Edge Of Panic”, una endiablada improvisación que desafía la necesidad de cualquiera para quedarse quieto. Este track hecho a base de puros ritmos “Security Of The First World” y otros cortes (en su mayoría) instrumentales “Show ‘Em Whatcha Got” y “Mind Terrorist” brindan un respiro para absorber los mensajes transmitidos en otras partes del álbum, algo que se siente como si estuvieras descansando los músculos al día siguiente de un entrenamiento.
“Party For Your Right To Fight” resume el espíritu de PE mientras habla de los Black Panthers y Elijah Muhammad, con Flav en un oído y Chuck en el otro: elige uno o ambos, com si estuvieras mezclando discos en una consola de DJ. “Louder Than A Bomb” es una declaración de que Chuck nunca ocultará sus puntos de vista; el hard rock de “She Watch Channel Zero?!” te arranca del sueño y ese estado inerte y boquiabierto en el que te deja estar frente al televisor, algo que sucede a través del uso de un sampleo de Slayer que se integra en la mezcla con la misma facilidad con la que lo hicieron cuando samplean a The Bar-Kays. “Prophets Of Rage” es una canción ridículamente fuerte para estar escondida cerca del final de un álbum, una avalancha de ideas que unen la asertividad del hip-hop con junto con la polémica social.
¿El mejor álbum de hip-hop de todos los tiempos?
It Takes A Nation Of Millions To Hold Us Back puso a Public Enemy a la vanguardia de ese hip-hop que los críticos de “rock” consideraban importante. Esto fue a la vez un beneficio y una carga. Aunque sus mensajes pretendían despertar los oídos del hip-hop y llegar a las mentes de los oprimidos y, de hecho, fue un disco que alcanzó la cima de la lista de álbumes negros, muchos de los compradores que le dieron el estatus de disco de platino eran universitarios cultos y fanáticos blancos.
El hecho de que el mundo blanco se fijara en Public Enemy significó también que fueran criticados por lo que eran percibido como “delitos verbales” y, como consecuencia, que cada una de sus palabras fuera escrutinada. Esto fue un problema que los afectaría mucho durante el año siguiente y cuando publicaron el disco que le siguió a Nation Of Millions, Fear Of A Black Planet. A pesar de todo esto, la manera en la que fue recibido este disco es lo menos importante. Lo más trascendental es que se trató de una declaración indiscutiblemente poderosa, un manifiesto en defensa del resurgimiento de un movimiento masivo para la liberación de los afroamericanos: poder negro para una nueva generación. Su impacto musical fue transformador; muchos otros artistas de rap siguieron el ejemplo de The Bomb Squad, los brillantes productores de PE. La gran cantidad de sonido que ponen aquí en el plástico es increíble.
Para muchos fans y críticos, este es el mejor álbum de hip-hop de todos los tiempos. Estas cuestiones son siempre subjetivas, pero cuando estás inmerso en su mundo, es imposible argumentar que It Takes A Nation Of Millions To Hold Us Back no merece estar ahí o al más o menos dentro de esa discusión.
It Takes A Nation Of Millions To Hold Us Back, de Public Enemy, se puede comprar aquí.