‘Jazz’: cuando Queen demostró que podían hacer lo que ellos quisieran
Queen decidió adoptar un enfoque ecléctico con canciones como ‘Fat Bottomed Girls’ y ‘Bicycle Race’ en su álbum ‘Jazz’.
Queen terminó la segunda etapa de su gira News Of The World con una temporada de tres noches en el Empire Pool de Wembley, que al poco tiempo sería renovado y rebautizado como Wembley Arena. En aquellos conciertos treinta mil personas compraron sus boletos, a £4.25 por cabeza, para saborear la emoción de “We Will Rock You” y “We Are The Champions”, los pilares naturales de un repertorio de treinta canciones que en aquel momento todavía cerraba con “Jailhouse Rock” y “God Save The Queen”.
Al terminar aquellas presentaciones, la banda tuvo la oportunidad de tomar unas muy necesarias vacaciones de verano antes de reanudar las sesiones de grabación de su próximo álbum, el cual contaría con Roy Thomas Baker como productor una vez más (aunque este sería su último trabajo con la banda). La decisión de trabajar con Roy no fue del todo unánime. Sin embargo, él había acabado de hacer un álbum con el cantante Peter Straker, un amigo cercano de Freddie Mercury. Fue su álbum This One’s On Me lo que reavivó la relación de Mercury y Baker y, con ello, todos volvieron a la antigua rutina de grabación.
Queen era consciente de que superar los himnos en News Of The World tomaría mucho trabajo y decidieron que el camino a seguir sería volver a un enfoque más ecléctico. De ahí quizás el título Jazz, uno que podría haber sido un suicidio comercial o francamente erróneo. Sin embargo, Queen era ahora tan popular que podrían haber inventado cualquier cosa como nombre para su séptimo disco, cuyo título levemente bromista (la antítesis de todo lo punk o new wave del momento) se consideró justo así, porque lo último que encontrarás en Jazz es jazz.
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En julio de 1978, Queen se mudó a Francia, al mismo estudio Super Bear cerca de Niza y las agradables playas de la Costa Azul, donde David Gilmour (de Pink Floyd) realizó su álbum debut como solista. Más tarde en ese mismo mes, cuando Brian May cumplió 31 años y Roger Taylor llegó a los 29, el equipo se mudó a Montreux y los Mountain Studios, que eran parte del Casino Barrière de Montreux.
A Freddie le encantaba el Festival de Jazz local (Montreux Jazz Festival), siendo esta la razón más convincente para el título del disco. Freddie compró los Mountain Studios a nombre del grupo, una astuta inversión en bienes raíces, y también se mudó a un departamento con vista al lago de Ginebra, un escondite que describió a sus amigos como un pedazo de cielo. “Si quieres tranquilidad, ven a Montreux”. En memoria del paso de Freddie Mercury por Montreux, desde 1996 se erige una estatua de bronce de él decorando el paseo junto al lago, misma que sus fans mantienen permanentemente engalanada con flores.
“Mustapha” de Fred es el tema de apertura del álbum de Jazz, y uno de los más inusuales, con una melodía mística impulsada por el piano y una letra rítmica casi religiosa que parece encapsular la atmósfera de un bazar árabe mágico. Algo que contrasta con la descripción de una reseña de la canción en aquel momento, la cual la describió como un tema “rockero hebreo de tempo rápido”, algo que estaba claramente fuera de lugar.
“Fat Bottomed Girls” (Chicas de trasero grande) de Brian, un himno deliciosamente obsceno, tiene una letra que prácticamente dice lo mismo que su título y un coro entusiasta que se luce en la voz de Mercury. Lanzado como sencillo de prueba en octubre, este juego de blues rock duro es pura diversión sin sutilezas y un disfrute natural para la multitud. Su popularidad se vio favorecida por un infame video que algunos llegaron a considerar escandaloso. Este sencillo iba acompañado del video de “Bicycle Race” en el que aparecían 65 modelos desnudas paseando por el Wimbledon Greyhound Stadium. El álbum desplegable original también incluía un póster de dichas chicas en sus trajes de cumpleaños. Después de que se realizó el video los proveedores de aquellas bicicletas Halfords se negaron a utilizar los asientos e insistieron en que la banda pagara por sus reemplazos.
Si bien “FBG” era una cancioncilla un tanto burlona, ”Jealousy” de Mercury es su polo opuesto: un examen oscuro de este monstruo sexual de ojos verdes. Esta fue una de las letras más personales del cantante, que fue acompañada por un arreglo en forma de balada realizado con la guitarra acústica de May, que llevaba efecto de sitar que fue logrado al colocar cuerdas de piano debajo de los trastes, lo que creó el característico zumbido que la acompaña
“Bicycle Race” fue escrita en Niza después de que Freddie viera una etapa del Tour de Francia que ganó el debutante Bernard Hinault. Es una canción más compleja que su pieza hermana (Fat Bottomed Girls) que incluye un segmento intermedio donde los cuatro miembros de Queen tocan campanas de bicicleta. La canción puede interpretarse como una visión del estado de ánimo de Freddie en 1978 donde las referencias a la cocaína y las injusticias del sistema de impuestos británicos son bastante claras. En general, se trata de las inquietudes personales del autor y su falta de interés en la política cotidiana, una especie de guiño a “Taxman” de George Harrison.
“If You Can’t Beat Them” es una canción de John Deacon que la banda convierte en un un hard rock que se aleja a la línea estética habitual de Freddie. Esta lleva un mensaje que habla sobre los peligros de la industria del entretenimiento y la cantidad de formas en que el dinero se puede derrochar. Esta mezcla de cinismo y ligereza casi histérica es la que caracteriza a Jazz.
El cierre del lado uno está a cargo de Mercury, “Let Me Entertain You” es otra disección consciente de sí mismo dentro del negocio de la música. Su letra habla sobre “morder la mano que te alimenta” y hace referencia a la decadencia habitual que rodeaba a los grupos de rock de élite de aquel momento a través de sus giras alrededor del mundo.
“Dead On Time” de May hace referencia a su propia canción con la que abren el álbum debut de Queen, “Keep Yourself Alive”, una pieza que nunca se tocó en el escenario en su totalidad. El tono fatalista de esta canción es rematado por el sonido de un rayo grabado fortuitamente por Brian y acreditado como cortesía de Dios. Un momento revelador de espiritualidad en un álbum que a menudo parece dialogar entre este tema y las complicaciones de la fama.
La sublime “In Only Seven Days” de John luce sus expertas habilidades de composición y su capacidad para abordar un tema romántico, aunque no en su voz, ya que él (el miembro más privado de Queen) nunca cantó en Jazz. “Dreamer’s Ball” de Brian, escrito en parte como tributo a su héroe de la infancia Elvis Presley, quien había muerto el año anterior a la edad de 42 años, también tiene un mensaje universal que habla de las pérdidas. Es una de las piezas más dulces de este guitarrista, la cual lleva a su vez un toque de swing con sabor a Nueva Orleans que le da una vibra sureña.
El omnipresente ritmo disco de la época coloreó el “Fun It” de Roger, una canción realmente buena que no tiene ningún mensaje social aparente más allá de pasar un buen rato. Este track lleva el sonido característico de la caja de ritmos Syndrum, una adición reciente al equipo del percusionista de la banda. Es probable que el productor del álbum Roy Thomas Baker le haya recomendado esta caja de ritmos a Roger ya que tan solo unos meses antes había trabajado con David Robinson de The Cars, conocido por ser un especialista en secuenciar baterías.
“Leaving Home Ain’t Easy” de Brian es otro recordatorio del estilo de vida de las estrellas de rock, la emoción de la aclamación equilibrada por los momentos bajos de las giras, un ciclo en el que Queen ahora estaba encerrado. Sin embargo, la euforia los aguardaba una vez más con “Don’t Stop Me Now” de Freddie. Grabado en el soleado Berres-les-Alpes, se trataba de una canción que regresó a la banda a esas armonías vocales densamente texturizadas que simplemente saltan de la aguja y llenan de emoción a los escuchas. Era algo así como un regreso a los viejos días del glam rock. Esta canción de Mercury patea hacia adelante desde su primer momento, tanto vocalmente como en el piano. Una canción que no para de conectar con el público hasta el día de hoy.
Esta canción resultó ser un éxito en el Top Ten del Reino Unido en el Año Nuevo de 1979. Desde entonces su inercia no ha parado de crecer e inclusive se ha convertido en una canción muy habitual en las bodas. Es un himno hedonista escrito a lo grande, como si Mercury estuviera diciendo, “mira, voy a hacer lo que me gusta”. Su mensaje le generó algunos temores a los otros miembros de la banda, quienes parecían estar preocupados por la inclinación de su cantante de decirles a todos “¿No somos el grupo más ridículo de todos los tiempos, cariño?” Por otro lado, no se podía negar lo contagioso de su sentimiento. Desde entonces, ésta se ha convertido en una de las canciones más queridas de Queen y una declaración póstuma bastante conmovedora sobre el hombre que la escribió. El increíble solo de guitarra es otra razón por la cual esta se encuentra entre las diez mejores canciones de muchos fans.
La segunda composición de Roger, “More Of That Jazz”, muestra una destreza cada vez mayor sobre una variedad de instrumentos. Lleva una extraña sección final que incluye fragmentos de otras melodías del álbum, lo que la convierte en un cierre natural para el álbum.
Con Jazz listo para salir, Queen, junto con Elektra y EMI, organizaron una de las fiestas más lujosas del rock. Celebrado en Nueva Orleans, el entretenimiento incluyó luchadoras de barro desnudas, enanas, traga fuegos, bandas de jazz y metales, bailarinas zulúes, bailarinas de vudú, strippers, artistas drag y mono-ciclistas. La fiesta se convirtió en uno de los eventos más infames jamás organizados por un grupo de rock.
Lanzado el 10 de noviembre de 1978, Jazz fue el álbum más largo de la banda hasta ese momento. Se convirtió en Platino en los Estados Unidos y su amor por ese país se consolidó con otra gira de invierno que los llevó de Dallas a Inglewood y luego a Gran Bretaña a tiempo para Navidad. El público británico no los vería durante bastante tiempo, pero como de costumbre, la espera valió la pena…