‘Whut? Thee Album’: totalmente realista, el álbum debut de Redman
El LP anunció la llegada de una de las personalidades más divertidas del hip-hop.
Protegido del enormemente popular EPMD, Reggie “Redman” Noble causó furor de inmediato en la canción del dúo de 1990 “Hardcore”, dejando caer un verso invitado tan impresionantemente cargado de actitud y aliteración que era obvio que esas dieciséis barras no eran suficientes para demostrar su potencial por completo. Otra cosa todavía más difícil de percibir en ese extracto es el hecho de que el MC de Newark era mucho más que un feroz rapero de batalla. Inclinándose hacia el lado estridente de su imaginación, el álbum debut de Redman, Whut? Thee Album, anunció la llegada de una de las personalidades más divertidas del hip-hop, un inadaptado excéntrico cuya fusión de lenguaje duro en clave de rima, desvarío cómico y narración autocrítica de historias de holgazanes produjo uno de los discos debut más plenamente realizados del género.
Escucha Whut? Thee Album de Redman ahora.
Aunque la portada del álbum (con las manos ensangrentadas) y la introducción (en la que se escucha un diagnóstico de un médico del sanatorio) presagian un viaje siniestro, Redman no se toma a sí mismo lo suficientemente en serio como para parecer comprometido con algo más que sus errantes impulsos creativos. El efecto acumulativo es un glorioso desorden. Las canciones se ven interrumpidas a mitad del verso por collages sonoros (“Da Funk”), están sujetas a falsos finales (“Time 4 Sum Aksion”), se desvían del tema por alardes groseros en coreano (“Blow Your Mind”) o son infamemente abucheadas por los colegas de Red por ser demasiado blandas, todo esto antes de volver a comenzar con un regocijo lleno de palabrotas (“Tonight’s Da Night”). Red no tiene reparos en enfrentarse a villanos de películas de terror ficticias: derriba a Chucky, Michael Myers y Freddie Krueger en un verso de “Rated ‘R’”. Todavía más relevante, nunca tiene miedo de convertirse en el blanco de situaciones que lo ponen patas arriba. En su sátira de historias de conquista sexual, “A Day of Sooperman Lover”, un posible compañero de citas resulta ser, de manera inesperada, tan hombre como uno de sus grandes héroes.
Al igual que uno de sus modelos a seguir más obvios, Slick Rick, Redman es lo suficientemente astuto como para celebrar el absurdo y la tragicomedia que acechan en cada esquina. Incluso se puede escuchar un instructivo que se explica por sí solo, “How to Roll a Blunt”, que está motivado por su observación de la pésima etiqueta personal de sus colegas (“‘Enciende el porro, aquí está el mechero’/Lo haría si la mi**da dejara de gotear saliva/Y si la vas a lamer, no la inundes con tu saliva/Mi**da, no sé qué polla o qué coño lamiste rápido”). Tomando prestado un truco de lo más explícito de Ricky Walters, Reggie Noble comparte muchas veces el micrófono con sus alter egos vocales, ya sea bajo la apariencia de raperos (“Redman Meets Reggie Noble”), personajes de sketches (“Funky Uncles”), o la variedad de voces no especificadas que te engatusan a lo largo del disco. En cuanto al sonido, forman otra capa de vibra a partir de una convergencia densa de grooves sampleados de P-Funk, James Brown y Roger Troutman, mezclados y combinados con maestría, y en gran parte dirigidos por Erick Sermon de EPMD.
Turbio, caótico e inteligente, el muro de funk de Whut?, esta música post Bomb Squad (el grupo de producción de Public Enemy) es parte del vórtice estético que ha trazado Redman. Sin embargo, sería demasiado simplista si sólo caracterizamos este trabajo como un grupo de reflexiones que buscan llamar la atención de un fumador de marihuana inspirado. Redman es un artista demasiado talentoso e intencionado para eso. Tendrías que serlo para escribir como lo hace en el mencionado “Tonight’s Da Night” – compensando los compases de su humor hilarante y absurdo (“Pero si quieres ver una mosca pero eres frenético/Romántico genial, más astuto que mi amigo Rick/Será mejor que mires las Páginas Amarillas bajo la categoría de mi**da suave/Porque Red no está para tonterías”) con la profundidad más lúcida que también contiene el álbum (“No pretendo ser una gran estrella del rap/Porque no importa quién seas/Igual tendrás una cicatriz de bala”). Una muestra de que el el arquitecto impaciente de Whut? Thee Album está claramente loco como una cabra.
