‘Songs Of Innocence’: U2 vuelve a su juventud para recargar energía

En 2014, esa historia épica que había sido la odisea discográfica de U2 a lo largo de 13 álbumes de estudio y 35 años llegó álbum Songs of Innocence y, como siempre, la única dirección era hacia adelante.

Lanzado el 9 de septiembre, el disco encontró a estos cuatro amigos de toda la vida en una sinergia infaliblemente dinámica. Las nuevas canciones, algunas de las más autobiográficas de sus vidas, rebosaban de energía e inventiva.

Una vez disipada la niebla de la atención que generó el innovador lanzamiento del álbum de manera digital a más de 500 millones de suscriptores de iTunes, lo que surgió a la superficie fue algo mucho más importante: la verdadera vitalidad de su contenido. Algo que quedó subrayado por la demanda sin precedentes de su iNNOCENCE + eXPERIENCE Tour 2015.

Dos meses y medio de presentaciones en Norteamérica culminaron en ocho fechas impresionantes en el Madison Square Garden de Nueva York a finales de julio de ese año. Luego, la gira se trasladó a Europa para un itinerario con entradas agotadas por más de dos meses que incluyó seis noches en la 02 Arena de Londres.

Mientras otras bandas se dedican enteramente a sus glorias pasadas, la esencia que corre por las venas de U2 es la necesidad de mantenerse nuevos y relevantes, tanto para ellos mismos como para su público. Eso fue fundamental, tanto en la creación como en la ejecución de Songs of Innocence, como explicó Edge cuando habló con Rolling Stone.

En una exclusiva digital de un mes a través de iTunes, describió lo que la banda había aprendido sobre la era digital después del lanzamiento gratuito de su nuevo álbum para 500 millones de personas. “Estamos en los albores de esto”, dijo. “[Esto es algo] fácil de olvidar cuando vives en los tiempos modernos, donde las cosas “modernas” se sienten así por apenas otros 30 segundos más”.

“Dentro de unos años recordaremos esta época como recordamos las videograbadoras y los teléfonos de disco. Cuando llegó la radio, todos pensaron que era el fin de las partituras. Creo que la música se ha devaluado y se ha convertido en algo desechable en el mundo comercial, pero no para los amantes de la música ni para la gente que la hace, y tampoco para todas las grandes tecnologías. Apple – y U2 – luchan duramente para que se les pague a los artistas”.

“En el futuro, la tecnología tiene que funcionar mejor en servicio de la música, y que ésta no sea su esclava. Podemos aprovechar los beneficios de la tecnología, y lo hacemos, pero también nos corresponde a aquellos de nosotros que hemos sido tan bien recompensados ​​por la música encontrar una manera de preservar la capacidad de los artistas para crear y prosperar”.

Puede que haya habido un intervalo de cinco años entre No Line On The Horizon de 2009 y Songs of Innocence, pero lo cierto es que el espectacular U2 360° Tour no había llegado al último de sus 110 conciertos sino hasta julio de 2011. La evolución del nuevo disco pasó por una variedad de estudios, con créditos de producción para Danger Mouse, Paul Epworth, Ryan Tedder, Declan Gaffney y Flood.

Hubo nada menos que siete escenarios para esta nueva experiencia, con sesiones en los Electric Lady Studios, The Church, Shangri-La, Strathmore House, Pull Studios, Assault and Battery y The Woodshed. Cuando el álbum salió a la luz, los críticos escucharon una rica síntesis de todas las variadas influencias de la banda en diferentes momentos de su carrera, enriquecida por las experiencias adquiridas a lo largo de cuatro décadas de innovación.

“Songs of Innocence vuelve a conectar a U2 con la banda estridente, inquisitiva y completamente despierta de su nacimiento”, escribió Tom Doyle de la revista Mojo, “recordándonos no sólo a nosotros sino a ellos mismos sus comienzos contra todo pronóstico. El resultado es su mejor y más completo álbum temático desde Achtung Baby. Al mirar hacia su pasado, U2 ha encontrado el camino de regreso al futuro”.

Esos temas de mirar hacia casa y del Dublín de los años 70 en el que creció el grupo fueron evidentes desde el robusto, intransigente y contagioso tema de apertura, “The Miracle (of Joey Ramone)”. Fue un homenaje al cantante principal de los Ramones, una de las razones por las que U2 eligió esta carrera en un principio. “Yo era joven, no tonto, sólo deseaba ser cegado por ti”, cantó Bono en homenaje. “Recién llegados y éramos peregrinos en nuestro camino”.

Por otra parte, se reconoció otra de las luces que guiaba a los jóvenes U2, The Clash, en “This Is Where You Can Reach Me Now”, dedicada a Joe Strummer. Por su parte, ‘Every Breaking Wave’ parecía llevar un sentimiento contenido muy en el espíritu de “With Or Without You”; mientras que “Volcano” era una canción que burbujeaba como la lava.

“Iris (Hold Me Close)” fue un himno anhelante, inspirado en la difunta madre de Bono, quien murió cuando él tenía sólo 14 años. La cantante sueca Lykke Li contribuyó con la voz en “The Troubles”, mientras que “Cedarwood Road” tipificó esa cohesión que se produce cuando cada individuo que participa en el disco está haciendo algo grandioso. Una vez más, sus referencias eran reales y personales, con una letra sobre el cerezo en flor en el jardín de los vecinos de los Hewson, cuando Bono apenas estaba creciendo.

“Somos nosotros, en principio, tratando de descubrir por qué queríamos formar parte de una banda”, dijo Bono al Irish Times. “Las relaciones en torno a la banda y nuestros primeros viajes: geográficos, espirituales y sexuales. Fue duro y llevó años. Digámoslo de esta manera: se arrastraron muchas cosas”.

Las experiencias contadas a través del álbum han recorrido un millón de millas alrededor del mundo y de regreso, en un camino que continúa extendiéndose de forma tentadora. La canción ‘Song For Someone’ de Songs of Innocence contiene la letra: “Hay una luz, no dejes que se apague”. U2 nunca lo ha hecho y nunca lo hará.

Escucha Songs Of Innocence en Apple Music y Spotify.